En 2012 se produjeron 9.000 casos de violencia filioparental

El abordaje integral puede ayudar a reducir las agresiones a los padres. El 'síndrome del emperador' define al niño que se convierte en agresor.

Redacción. Madrid | dmredaccion@diariomedico.com | 22/10/2013 00:00

En 2012 se contabilizaron en España 9.000 casos de violencia filioparental. Entre el 80 y el 87 por ciento de las agresiones se producen en las madres. Emilio Calatayud, juez de Menores de Granada, conocido por sus sentencias para educar más que para castigar, señaló la necesidad de trabajar tempranamente en la prevención de violencia de género y en la transmisión de valores a los hijos durante el XXVII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y de Atención Primaria (Sepeap), que se ha celebrado en Las Palmas de Gran Canaria.

Profesionales sanitarios, padres y educadores deben implicarse en la educación de los niños para evitar que siga aumentando el maltrato de hijos a padres

"El 25 por ciento de los casos juzgados en menores son ya por esta causa -maltrato al progenitor-, llegando a ver incluso a padres con piernas rotas en familias de clase media-alta. Hay algo que estamos haciendo mal", apuntó Calatayud y llamó a la colaboración a padres, educadores y demás personas implicadas en la formación de los niños para cambiar esta situación. "Se ha perdido el principio de autoridad: hemos pasado de ser esclavos de nuestros padres a ser esclavos de nuestros hijos, sin haber sabido encontrar el término medio. Hemos pasado de un extremo de autoritarismo a otro de colegueo con los hijos y esto ha traído nefastas consecuencias". Algo que relaciona con el "complejo de joven democracia que padece España".

Síndrome del emperador
Jesús García Pérez, presidente de la Asociación Madrileña para la Prevención del Maltrato Infantil, centró su intervención en el Síndrome del emperador, que suele presentar el siguiente perfil: chico de clase no marginal que abusa de sus padres y obtiene metas mediante amenazas. Suelen ser inteligentes, tiranos y no aceptan límites. Habitualmente provienen de familias con padres muy afectuosos y educados que los tratan como iguales, tomando decisiones democráticas con ellos.

Según García Pérez, "la principal causa es la crisis de valores fundamentales y morales de estos niños que pueden hacer todo lo que quieran sin que interfieran sus padres, profesores o la sociedad en general. Son chicos con gran impulsividad, agresividad y poca empatía". En la proliferación de la violencia de hijos a padres puede haber influido la sociedad hedonista actual, la falta de concienciación cívica o el descrédito de la cultura del esfuerzo.

Son niños con una gran impulsividad, agresividad y poca empatía que no conocen límites y educados por padres afectuosos que los tratan como iguales

María José Meilán Ramos, directora del Instituto de Medicina Legal de Las Palmas, afirmó que hay que recordar al pediatra "su obligación como profesional de comunicar cualquier sospecha que tenga ante un posible caso de maltrato infantil", ya que no se debe esperar a confirmar sino actuar ante cualquier mínima sospecha y notificarlo a las autoridades.

Azotes y agresiones posteriores

Los azotes en la infancia se asocian con agresiones posteriores entre los niños, según un estudio de Elisabeth Gershoff, de la Universidad de Texas, que se publica en Pediatrics. Se usaron los datos de una investigación de 2000 junto a 1.900 niños más. Los que habían recibido azotes de sus madres a los cinco años de forma regular eran más agresivos y puntuaban algo más bajo en los test de vocabulario. Sin embargo, los azotes antes de los tres no registraron cambios en el comportamiento.