No existe homogeneidad en la docencia de Pediatría de AP y es necesario unificar los criterios de acreditación de centros de salud, según la AEPap
Madrid (31/10/2013) - Redacción
La Dra. Begoña Domínguez, presidenta de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, ha recordado que "si aceptamos que en 2015 el déficit mínimo de pediatras será del cinco por ciento, sería necesario la convocatoria de 451 plazas de Pediatría, en lugar de las 401 que ha convocado el Ministerio de Sanidad para el 2013-2014
La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) ha organizado el III Curso Práctico AEPap para residentes de Pediatría de toda la geografía española. Alrededor de 55 alumnos tendrán la oportunidad de recibir formación, tanto teórica como práctica, de algunas de las patologías más comunes en la población infantil.
Con motivo de este evento formativo, la Dra. Begoña Domínguez, presidenta de la entidad, ha comentado que "no existe homogeneidad en la docencia de Pediatría de AP y realmente hace falta unificar los criterios de acreditación y su aplicación en todas las comunidades autónomas. También es necesaria la disponibilidad de un registro de tutores acreditados". En la convocatoria de residentes de Pediatría 2013-2014 el 54 por ciento de las plazas se han convocado a través de las "Unidades Docentes Multiprofesionales" con participación de 234 Centros de Salud pero el otro casi 50 por ciento de plazas MIR de Pediatría no cumplen este criterio a pesar de que debería ser obligatorio. Además, la AEPap considera esencial que la labor docente de los pediatras sea reconocida y valorada curricular y profesionalmente.
Por otro lado, la Dra. Begoña Domínguez ha recordado que "si aceptamos que en 2015 el déficit mínimo de pediatras será del cinco por ciento, va a ser necesario la convocatoria de 451 plazas de Pediatría, en lugar de las 401 que ha convocado el Ministerio de Sanidad para el 2014. Y si tenemos en cuenta que cada Pediatra de Atención Primaria no debería tener asignado más de 1.000 pacientes, el déficit de pediatras en AP sería de 560. Pero además, si se pensara en cubrir las plazas de Pediatra actualmente ocupadas por médicos sin la especialidad, serían necesarios además no menos de 1.100 pediatras".
Más del 67 por ciento de los pediatras ejercen en AP, sin embargo la mayor parte de su formación es hospitalaria. De hecho, una encuesta realizada por el grupo de docencia de la AEPap confirma que casi el 97 por ciento de los pediatras cree necesaria la rotación y sólo el 39,3 cree adecuado que este periodo dure tres meses, siendo la opinión mayoritaria partidaria de aumentar dicho periodo.
Objetivos del curso
Según las Dras. Juana María Ledesma e Itziar Martín, coordinadoras del curso y pediatras de AP, "los principales objetivos son que el residente conozca los aspectos asistenciales propios de la Pediatría de AP y las diferencias y coincidencias entre la Pediatría de AP y la Atención Hospitalaria. Además, también es fundamental que se afiance la necesidad de la continuidad asistencial entre ambos niveles y que aprendan el manejo las herramientas formativas específicas de las que se dispone en AP".
Este curso tiene contenidos "eminentemente prácticos con cuatro talleres y dos seminarios, que incluyen formación sobre actividades preventivas, detección de factores de riesgo y patologías prevalentes (asma, vacunas y enuresis), en las consultas de Atención Primaria, así como adquisición de habilidades en la entrevista clínica, que puedan ser útiles en la atención del niño y adolescente, siguiendo las directrices de la Guía para la rotación del residente de Pediatría por Atención Primaria".
El curso se complementa con una plataforma on-line, que funciona como un aula virtual, donde los participantes podrán consultar casos clínicos y foros de discusión, que este año se centran en dos temas de gran prevalencia: la obesidad infantil y la dermatitis atópica. "A través de la plataforma se realiza un pre-test y un pos-test al inicio y al finalizar el curso, con el propósito de que el alumno pueda objetivar los conocimientos y las habilidades adquiridas durante el mismo", han explicado las coordinadoras.
Importancia del desarrollo del Programa de Salud Infantil
Según la Dra. Olga Cortés, pediatra de AP en el Centro de Salud de Canillejas, en Madrid, "el Programa de formación específico en Pediatría de Atención Primaria reúne los conocimientos que el residente debe adquirir en su rotación, entre los cuales ocupa un lugar prioritario la capacitación en la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad, las inmunizaciones y la detección precoz de problemas en la infancia, con supervisión del desarrollo físico, psicomotor y afectivo, el cribado de patologías y seguimiento de niños de riesgo".
Todas estas actividades están integradas en los Programas de Salud Infantil de las distintas CC.AA. y sus actividades forman parte de la cartera de servicios de Atención Primaria. "Es por tanto fundamental en la formación del residente de Pediatría adquirir los conocimientos y habilidades necesarios que forman parte del área de competencias del PSI", ha destacado la especialista.
El Programa de Salud Infantil se centra en el conjunto de actividades orientadas a cambiar las conductas o modificar el entorno en un sentido positivo, con el fin de aumentar el nivel de salud de los niños y adolescentes y prevenir la enfermedad, mediante la reducción de los factores de riesgo o la detección precoz de la enfermedad para frenar su progresión.
"El residente debe aprender las actividades preventivas y de promoción de la salud y saber comprobar el correcto desarrollo del niño tanto en el aspecto físico como psicoafectivo y social, detectando sus alteraciones de manera precoz", ha indicado la Dra. Cortés.
Con motivo de este evento formativo, la Dra. Begoña Domínguez, presidenta de la entidad, ha comentado que "no existe homogeneidad en la docencia de Pediatría de AP y realmente hace falta unificar los criterios de acreditación y su aplicación en todas las comunidades autónomas. También es necesaria la disponibilidad de un registro de tutores acreditados". En la convocatoria de residentes de Pediatría 2013-2014 el 54 por ciento de las plazas se han convocado a través de las "Unidades Docentes Multiprofesionales" con participación de 234 Centros de Salud pero el otro casi 50 por ciento de plazas MIR de Pediatría no cumplen este criterio a pesar de que debería ser obligatorio. Además, la AEPap considera esencial que la labor docente de los pediatras sea reconocida y valorada curricular y profesionalmente.
Por otro lado, la Dra. Begoña Domínguez ha recordado que "si aceptamos que en 2015 el déficit mínimo de pediatras será del cinco por ciento, va a ser necesario la convocatoria de 451 plazas de Pediatría, en lugar de las 401 que ha convocado el Ministerio de Sanidad para el 2014. Y si tenemos en cuenta que cada Pediatra de Atención Primaria no debería tener asignado más de 1.000 pacientes, el déficit de pediatras en AP sería de 560. Pero además, si se pensara en cubrir las plazas de Pediatra actualmente ocupadas por médicos sin la especialidad, serían necesarios además no menos de 1.100 pediatras".
Más del 67 por ciento de los pediatras ejercen en AP, sin embargo la mayor parte de su formación es hospitalaria. De hecho, una encuesta realizada por el grupo de docencia de la AEPap confirma que casi el 97 por ciento de los pediatras cree necesaria la rotación y sólo el 39,3 cree adecuado que este periodo dure tres meses, siendo la opinión mayoritaria partidaria de aumentar dicho periodo.
Objetivos del curso
Según las Dras. Juana María Ledesma e Itziar Martín, coordinadoras del curso y pediatras de AP, "los principales objetivos son que el residente conozca los aspectos asistenciales propios de la Pediatría de AP y las diferencias y coincidencias entre la Pediatría de AP y la Atención Hospitalaria. Además, también es fundamental que se afiance la necesidad de la continuidad asistencial entre ambos niveles y que aprendan el manejo las herramientas formativas específicas de las que se dispone en AP".
Este curso tiene contenidos "eminentemente prácticos con cuatro talleres y dos seminarios, que incluyen formación sobre actividades preventivas, detección de factores de riesgo y patologías prevalentes (asma, vacunas y enuresis), en las consultas de Atención Primaria, así como adquisición de habilidades en la entrevista clínica, que puedan ser útiles en la atención del niño y adolescente, siguiendo las directrices de la Guía para la rotación del residente de Pediatría por Atención Primaria".
El curso se complementa con una plataforma on-line, que funciona como un aula virtual, donde los participantes podrán consultar casos clínicos y foros de discusión, que este año se centran en dos temas de gran prevalencia: la obesidad infantil y la dermatitis atópica. "A través de la plataforma se realiza un pre-test y un pos-test al inicio y al finalizar el curso, con el propósito de que el alumno pueda objetivar los conocimientos y las habilidades adquiridas durante el mismo", han explicado las coordinadoras.
Importancia del desarrollo del Programa de Salud Infantil
Según la Dra. Olga Cortés, pediatra de AP en el Centro de Salud de Canillejas, en Madrid, "el Programa de formación específico en Pediatría de Atención Primaria reúne los conocimientos que el residente debe adquirir en su rotación, entre los cuales ocupa un lugar prioritario la capacitación en la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad, las inmunizaciones y la detección precoz de problemas en la infancia, con supervisión del desarrollo físico, psicomotor y afectivo, el cribado de patologías y seguimiento de niños de riesgo".
Todas estas actividades están integradas en los Programas de Salud Infantil de las distintas CC.AA. y sus actividades forman parte de la cartera de servicios de Atención Primaria. "Es por tanto fundamental en la formación del residente de Pediatría adquirir los conocimientos y habilidades necesarios que forman parte del área de competencias del PSI", ha destacado la especialista.
El Programa de Salud Infantil se centra en el conjunto de actividades orientadas a cambiar las conductas o modificar el entorno en un sentido positivo, con el fin de aumentar el nivel de salud de los niños y adolescentes y prevenir la enfermedad, mediante la reducción de los factores de riesgo o la detección precoz de la enfermedad para frenar su progresión.
"El residente debe aprender las actividades preventivas y de promoción de la salud y saber comprobar el correcto desarrollo del niño tanto en el aspecto físico como psicoafectivo y social, detectando sus alteraciones de manera precoz", ha indicado la Dra. Cortés.
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