SEXUALIDAD | Latinoamérica
Embarazos en adolescentes, un problema en alza
Nicaragua y Honduras son los países con mayor proporción de embarazos en adolescentes. | UNFPA
- En América Latina y Caribe, el 18-20% de los partos son en adolescentes
- Según los expertos, las instituciones deben facilitar educación sexual
Cada año 7,3 millones de niñas menores de 18 años dan a luz en países en desarrollo, lo que puede acarrear serios problemas, ya que las menores de 16 años tienen un riesgo de muerte cuatro veces mayor que las mujeres entre 20 y 30 años. Un problema todavía en alza que en lugares como en Latinoamérica preocupa seriamente a los especialistas.
Los datos de la OMS y UNIFEF son contundentes: en Latinoamérica y Caribe, el 18-20% de todos los partos son de niñas adolescentes. Según el informe del Estado Mundial de la Población 2013, Nicaragua es el país latinoamericano con el porcentaje más alto (28,1 %) de mujeres de 20 a 24 años que informan haber dado a luz antes de los 18 años, una cifra sólo superada por países del África Subsahariana.
Detrás se sitúan Honduras, donde el 26,1% de las mujeres de entre 20 y 24 años reportan haber dado a luz siendo menores de edad, República Dominicana (24,8%), El Salvador, Guatemala (24,4%), Ecuador (21%), Bolivia (20%), Colombia (19,7%), Brasil (16%), Haití (15%), Perú (14,4%), Paraguay (13,2%) y Cuba (9,4%).
"En general, en Latinoamérica es un problema importante, tanto de salud como social, siendo motivo de frecuentes quejas en los periódicos latinos", asegura a EL MUNDO Isabel Ramírez, presidenta de la Confederación Iberoamérica de Contracepción (CIC).
Además, este problema va en aumento, tal y como ha señalado Laura Laski, jefa de Salud Reproductiva del Fondo de Población de Naciones Unidas en la presentación del informe en Madrid. "A diferencia de Asia y África, donde la tendencia en embarazos en niñas menores de 15 años ha disminuido, en América Latina no ha ocurrido esto sino que es estable o está aumentando".
Entre los motivos de ese aumento, Laski ha señalado que "la edad de inicio en las relaciones sexuales ha disminuido en América Latina y las desigualdades, sobre todo económicas, están aumentando, lo que deja a las niñas en una situación difícil. Por ejemplo, en Bolivia los novios o parejas tienen una diferencia de edad muy grande, entre 20 y 30 años. Estas niñas no tienen conocimientos ni formación de sexualidad lo que les lleva a un embarazo temprano".
De este modo, han puesto en marcha un proyecto de trabajo, coordinado por el doctor Ezequiel Pérez Campos, miembro del patronato de Fundación de la SEC, en el que analizarán "las leyes de los distintos estados con respecto al embarazo adolescente en caso de violación y trataremos de buscar respuestas conjuntas que ayuden a estas jóvenes", explica la experta.
Según Ramírez, la tasa de mortalidad de los neonatos de adolescentes es aproximadamente un 50% superior y, además, las cifras aportadas por UNICEF indican que un 14% de las adolescentes va a morir al dar a luz a sus hijos.
Por tanto, el factor cultural, los valores alejados de la salud sexual, el papel que la mujer ha jugado tradicionalmente en algunas culturas o la falta de recursos son, según Ramírez, un cúmulo de circunstancias que hacen que "las cifras del embarazo adolescente en Latinoamérica y Caribe se disparen y que en otros países, como por ejemplo España, sean un importante problema".
Es muy recomendable, insiste esta especialista, ser conscientes del problema. Para solucionar algo, dice, primero hay que estar convencidos de ello. "Una vez que seamos conscientes debemos formar e informar a nuestros adolescentes en la escuela, facilitando la accesibilidad a centros médicos en los que puedan recibir información adecuada". Y precisamente es aquí, mantiene, donde las administraciones, centros de salud, familia y escuela tienen un papel fundamental. "Las instituciones deben facilitar que la escuela y centros de salud puedan trabajar en esto y facilitar que las familias y los médicos puedan estar bien informadas y así poder formar a sus adolescentes", concluye.
Los datos de la OMS y UNIFEF son contundentes: en Latinoamérica y Caribe, el 18-20% de todos los partos son de niñas adolescentes. Según el informe del Estado Mundial de la Población 2013, Nicaragua es el país latinoamericano con el porcentaje más alto (28,1 %) de mujeres de 20 a 24 años que informan haber dado a luz antes de los 18 años, una cifra sólo superada por países del África Subsahariana.
Detrás se sitúan Honduras, donde el 26,1% de las mujeres de entre 20 y 24 años reportan haber dado a luz siendo menores de edad, República Dominicana (24,8%), El Salvador, Guatemala (24,4%), Ecuador (21%), Bolivia (20%), Colombia (19,7%), Brasil (16%), Haití (15%), Perú (14,4%), Paraguay (13,2%) y Cuba (9,4%).
"En general, en Latinoamérica es un problema importante, tanto de salud como social, siendo motivo de frecuentes quejas en los periódicos latinos", asegura a EL MUNDO Isabel Ramírez, presidenta de la Confederación Iberoamérica de Contracepción (CIC).
Además, este problema va en aumento, tal y como ha señalado Laura Laski, jefa de Salud Reproductiva del Fondo de Población de Naciones Unidas en la presentación del informe en Madrid. "A diferencia de Asia y África, donde la tendencia en embarazos en niñas menores de 15 años ha disminuido, en América Latina no ha ocurrido esto sino que es estable o está aumentando".
Entre los motivos de ese aumento, Laski ha señalado que "la edad de inicio en las relaciones sexuales ha disminuido en América Latina y las desigualdades, sobre todo económicas, están aumentando, lo que deja a las niñas en una situación difícil. Por ejemplo, en Bolivia los novios o parejas tienen una diferencia de edad muy grande, entre 20 y 30 años. Estas niñas no tienen conocimientos ni formación de sexualidad lo que les lleva a un embarazo temprano".
Leyes de salud reproductiva
Por este motivo, programas como los que destina el Fondo de Población o la CIC son de gran ayuda para intentar prevenir este tipo de situaciones. En concreto, la CIC nació bajo el amparo y tutela de la Sociedad Española de Contracepción (SEC) y está formada por ocho países: Argentina, Chile, Ecuador, España, México, Perú, Portugal y Uruguay, a los que en poco tiempo habrá que sumar las incorporaciones de Venezuela, Brasil y Santo Domingo. Quieren desde aquí, según advierte Ramírez, concienciar del problema que esto supone: "Estamos tratando de revisar las leyes sobre salud reproductiva en distintos países y elaborar una propuesta consensuada por todos que nos sirva de guía".De este modo, han puesto en marcha un proyecto de trabajo, coordinado por el doctor Ezequiel Pérez Campos, miembro del patronato de Fundación de la SEC, en el que analizarán "las leyes de los distintos estados con respecto al embarazo adolescente en caso de violación y trataremos de buscar respuestas conjuntas que ayuden a estas jóvenes", explica la experta.
Según Ramírez, la tasa de mortalidad de los neonatos de adolescentes es aproximadamente un 50% superior y, además, las cifras aportadas por UNICEF indican que un 14% de las adolescentes va a morir al dar a luz a sus hijos.
Recursos, educación y cultura
Probablemente, mantiene la presidenta de la CIC, la educación y el factor económico tengan un impacto fundamental en el giro que toma la vida para estas niñas. "En muchos casos son fruto de violaciones, en otros son voluntarios porque ven el embarazo como una forma de cambiar su vida, que en muchas ocasiones está carente de lo más básico, sin entender que la falta de recursos será aún más acuciante. En algunos países se permiten las bodas con adolescentes de 14 años y quizás de menos, esto creo que no tiene comentarios", lamenta.Por tanto, el factor cultural, los valores alejados de la salud sexual, el papel que la mujer ha jugado tradicionalmente en algunas culturas o la falta de recursos son, según Ramírez, un cúmulo de circunstancias que hacen que "las cifras del embarazo adolescente en Latinoamérica y Caribe se disparen y que en otros países, como por ejemplo España, sean un importante problema".
Es muy recomendable, insiste esta especialista, ser conscientes del problema. Para solucionar algo, dice, primero hay que estar convencidos de ello. "Una vez que seamos conscientes debemos formar e informar a nuestros adolescentes en la escuela, facilitando la accesibilidad a centros médicos en los que puedan recibir información adecuada". Y precisamente es aquí, mantiene, donde las administraciones, centros de salud, familia y escuela tienen un papel fundamental. "Las instituciones deben facilitar que la escuela y centros de salud puedan trabajar en esto y facilitar que las familias y los médicos puedan estar bien informadas y así poder formar a sus adolescentes", concluye.
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