EUROPA Análisis de desigualdades
La crisis y el desempleo, las mayores amenazas para la salud
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España es uno de los países europeos con peor tasa de pobreza infantil
Un cartel contra la pobreza en el Mercado central de Valencia. JUAN CARLOS CARDENAS EFE
"El desempleo, particularmente la alta tasa de paro juvenil, es una bomba de relojería para la salud a punto de explotar". La advertencia la ha hecho en Londres Michael Marmot, responsable de un informe de la Organización Mundial de la Salud en Europa, en el que se analizan las diferencias socioeconómicas en la región y cómo la actual situación económica amenaza a la salud de los europeos.
No es la primera vez que una voz autorizada alerta de los riesgos para la salud de la austeridad, pero ésta es quizás una de las más detallas. En un informe de más de 200 páginas, la oficina regional de la OMS en Europa, en colaboración con el Ministerio británico de Sanidad (https://www.gov.uk/government/organisations/department-of-health), analiza la repercusión de una amplia lista de parámetros socioeconómicos (desempleo, educación, PIB...) en la salud de los ciudadanos.
Y España no sale precisamente bien parada. Nuestro país ocupa una de las posiciones destacadas en la tasa de pobreza infantil, uno de los problemas que más preocupa a los autores del documento. Con una tasa de pobreza infantil cercana al 25%, España ocupa el séptimo puesto en una lista de 30 países europeos, sólo por detrás de Rumanía, Letonia, Bulgaria, Lituania, Italia y Grecia.
"La pobreza en la infancia influye claramente en el estado de salud y otros aspectos durante toda la vida adulta y sigue siendo demasiado elevada en toda la región", señala el trabajo, en el que también ha colaborado el University College de Londres. "A pesar del crecimiento económico experimentado en algunos países orientales en los últimos 5-10 años, esto no ha repercutido en los niños por una clara falta de inversión en políticas familiares", alerta el trabajo. De media, la tasa de pobreza infantil oscila entre el 10% y el 30% en los 30 países, siendo Rumanía el peor e Islandia el mejor situado.
Otra de las tablas en las que España ocupa la deshonrosa primera posición es la del desempleo, con casi un 25% de paro (según cifras de 2012). En este sentido, el ensayo recuerda que la salud de los ciudadanos se va modelando a partir de las condiciones en las que sus ciudadanos "viven, trabajan y envejecen".
Los autores recuerdan a los gobiernos que la salud de su población está íntimamente ligada a sus condiciones de vida, y alertan del efecto que pueden tener las desigualdades sociales. "Yo le diría a cualquier gobierno que se preocupe por la salud de su población que mire el impacto de sus políticas en sus vidas. Las desigualdades en salud matan. Es socialmente injusto, innecesario y evitable", vuelve a destacar Marmot en un comunicado difundido por la OMS.
Y si no que se lo pregunten a los ciudadanos griegos. Según los datos que manejan los investigadores, las tasas de suicidio en el país heleno se incrementaron un 25% en 2010 (con respecto a las tasas previas a la crisis). También han crecido las nuevas infecciones por VIH, el consumo de heroína, la prostitución y la tasa de criminalidad. "El acceso a los hospitales se ha reducido un 40% y se calcula que 26.000 trabajadores sanitarios del sector público perderán su empleo. Además, se prevén recortes adicionales como resultado de las negociaciones recientes con el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo", señala el texto.
Ese mismo recuadro en el que se alerta sobre la situación griega acaba con este mensaje de advertencia: "Esta tendencia adversa en Grecia contiene un mensaje de alerta a otros países que están experimentando una austeridad fiscal significativa, como España, Irlanda o Italia. Los datos [griegos] sugieren que los países en dificultades económicas deben encontrar fórmulas de consolidar sus finanzas sin minar las inversiones necesarias en salud", concluyen.
No es la primera vez que una voz autorizada alerta de los riesgos para la salud de la austeridad, pero ésta es quizás una de las más detallas. En un informe de más de 200 páginas, la oficina regional de la OMS en Europa, en colaboración con el Ministerio británico de Sanidad (https://www.gov.uk/government/organisations/department-of-health), analiza la repercusión de una amplia lista de parámetros socioeconómicos (desempleo, educación, PIB...) en la salud de los ciudadanos.
Y España no sale precisamente bien parada. Nuestro país ocupa una de las posiciones destacadas en la tasa de pobreza infantil, uno de los problemas que más preocupa a los autores del documento. Con una tasa de pobreza infantil cercana al 25%, España ocupa el séptimo puesto en una lista de 30 países europeos, sólo por detrás de Rumanía, Letonia, Bulgaria, Lituania, Italia y Grecia.
"La pobreza en la infancia influye claramente en el estado de salud y otros aspectos durante toda la vida adulta y sigue siendo demasiado elevada en toda la región", señala el trabajo, en el que también ha colaborado el University College de Londres. "A pesar del crecimiento económico experimentado en algunos países orientales en los últimos 5-10 años, esto no ha repercutido en los niños por una clara falta de inversión en políticas familiares", alerta el trabajo. De media, la tasa de pobreza infantil oscila entre el 10% y el 30% en los 30 países, siendo Rumanía el peor e Islandia el mejor situado.
Otra de las tablas en las que España ocupa la deshonrosa primera posición es la del desempleo, con casi un 25% de paro (según cifras de 2012). En este sentido, el ensayo recuerda que la salud de los ciudadanos se va modelando a partir de las condiciones en las que sus ciudadanos "viven, trabajan y envejecen".
Los autores recuerdan a los gobiernos que la salud de su población está íntimamente ligada a sus condiciones de vida, y alertan del efecto que pueden tener las desigualdades sociales. "Yo le diría a cualquier gobierno que se preocupe por la salud de su población que mire el impacto de sus políticas en sus vidas. Las desigualdades en salud matan. Es socialmente injusto, innecesario y evitable", vuelve a destacar Marmot en un comunicado difundido por la OMS.
Y si no que se lo pregunten a los ciudadanos griegos. Según los datos que manejan los investigadores, las tasas de suicidio en el país heleno se incrementaron un 25% en 2010 (con respecto a las tasas previas a la crisis). También han crecido las nuevas infecciones por VIH, el consumo de heroína, la prostitución y la tasa de criminalidad. "El acceso a los hospitales se ha reducido un 40% y se calcula que 26.000 trabajadores sanitarios del sector público perderán su empleo. Además, se prevén recortes adicionales como resultado de las negociaciones recientes con el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo", señala el texto.
Ese mismo recuadro en el que se alerta sobre la situación griega acaba con este mensaje de advertencia: "Esta tendencia adversa en Grecia contiene un mensaje de alerta a otros países que están experimentando una austeridad fiscal significativa, como España, Irlanda o Italia. Los datos [griegos] sugieren que los países en dificultades económicas deben encontrar fórmulas de consolidar sus finanzas sin minar las inversiones necesarias en salud", concluyen.
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