jueves, 31 de octubre de 2013

En la cronicidad del mayor también influye la crisis - DiarioMedico.com

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agravamiento de sus patologías crónicas

En la cronicidad del mayor también influye la crisis

La responsabilidad que toman los ancianos en el cuidado de sus familias ante la situación económica está agravando sus patologías crónicas.
Enrique Mezquita. Valencia | dmredaccion@diariomedico.com   |  31/10/2013 00:00



Se están detectando en España un incremento de casos de personas mayores que, debido a los cambios sociales y a la crisis económica, sufren situaciones de estrés que provocan un agravamiento de sus patologías crónicas. Según Antonio Capafons, presidente de la Sociedad de Psicología Clínica y de la Salud para el Avance Siglo XXI (Sepcys), "se trata de personas mayores responsables y generosas. Esa sensibilidad, junto al sufrimiento que genera ver que sus allegados están sin recursos, provoca una situación general que exige adaptaciones bruscas y difíciles". Eso determina "que las patologías que ya puedan tener los abuelos, sobre todo las crónicas y relacionadas con el estrés, como hipertensión, dolor, diabetes, colesterol, etc., se vean afectadas".

Para María José Fernández Carbonell, psicóloga clínica del Hospital de Manises, a ello se suma el impacto psicológico del sufrimiento por la situación, que puede mostrarse en forma de "tristeza, irritabilidad, pérdida del sentimiento de disfrute, falta de atención o insomnio". Las mujeres a partir de 50 años son más vulnerables a este fenómeno. "Suelen tener ciertas características de personalidad, como hiperresponsabilidad y elevada autoexigencia, dificultad para ser asertivas o reivindicar sus propios derechos. Además, tienden a una preocupación excesiva por el bienestar de su familia, y es posible que hayan debido afrontar cambios sociales y económicos que han afectado a su funcionamiento y dinámica familiar".

La crisis económica está siendo uno de los potenciadores de este síndrome, ya que la escasez de recursos económicos dificulta a muchas familias beneficiarse de servicios de canguros o guarderías que constituirían un apoyo instrumental importante en estas situaciones. "Aunque el fenómeno puede aparecer en cualquier clase social o económica, su gravedad es mayor en familias con un estrato socioeconómico bajo donde las penurias económicas hacen más mella y donde no es raro encontrar varias generaciones viviendo bajo el mismo techo con todo el cúmulo de estrés psicológico que ello conlleva", añade Fernández.

Recomendaciones
Es esencial que si una persona mayor se encuentra en esta situación consulte a su médico de familia y solicite la ayuda de un psicólogo. Sin embargo, en la mayoría de los casos se tiende a relativizar la situación y a quitarle importancia, lo que, según Fernández, ocasiona una detección tardía en muchos casos. Por eso, los expertos dictan recomendaciones para reducir en los ancianos la sobrecarga, entre las que destacan que deben cuidar de su salud física y mental, tomarse tiempo cada día para sí mismos, dormir y alimentarse bien, planificar su tiempo, cultivar las relaciones sociales y dialogar para establecer un reparto equitativo de las tareas del hogar y del cuidado de la familia.

Capafons también les anima a asociarse, para que los profesionales "podamos ayudarles a organizarse en movimientos en los que puedan darse apoyo para tolerar lo mejor posible esta adaptación que les exige el sistema económico-social e intentar mitigar los efectos sobre su salud. No obstante, esta adaptación, incluso con estrategias de afrontamiento eficaces, sólo mitiga los efectos perniciosos que provoca sobre la salud, y es difícil anularlos completamente".

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