sábado, 16 de mayo de 2009
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12 MAY 09 | El documento con las conclusiones
II Foro Iberoamericano de Entidades Médicas
Las asociaciones de médicos de Iberoamérica compartirán criterios y opiniones sobre problemas y asuntos profesionales de interés común.
FIEM
CONCLUSIONES DEL II FORO IBEROAMERICANO DE ENTIDADES MÉDICAS (FIEM)
DECLARACION DE TOLEDO
(IN MEMORIAM DEL DR. MARCO ANTONIO BECKER)
Las interferencias políticas partidarias sobre los médicos y las asociaciones e instituciones que los agrupan en diferentes países suponen un riesgo para la cohesión profesional y social, como garantía de una buena atención sanitaria a los ciudadanos, que es el objetivo de la medicina y de las organizaciones nacionales que representan a los médicos.
Invertir en salud mejora no sólo el nivel sanitario, sino también el económico y social de los países, incrementa las oportunidades y disminuye las desigualdades entre los ciudadanos.
Riesgos de todo tipo amenazan la salud de los habitantes de Iberoamérica. El compromiso de sus organizaciones médicas es luchar contra esos riesgos y mejorar el nivel de salud a pesar de limitaciones económicas, sanitarias y sociales.
El FIEM manifiesta su preocupación por los problemas de la demografía médica en Iberoamérica como consecuencia de la globalización, entre otras circunstancias. Lo que conlleva un problema sanitario y social muy importante para los países que lo sufren. Defendemos, por ello, la ordenación de los flujos migratorios de médicos en nuestro ámbito para que no descapitalicen y deterioren gravemente la calidad asistencial de todos y cada uno de nuestros países.
La preocupación por las migraciones médicas incontroladas se ha puesto de manifiesto de forma nítida en el II FIEM, tanto en el caso de España con migración de sus profesionales hacia países del entorno y Norte de Europa, como en el caso de Iberoamérica hacia España, otros países de Europa y USA. Este mensaje se debe trasmitir a los respectivos gobiernos.
Hasta el momento, la regulación de los flujos migratorios la están realizando las Administraciones de los distintos Estados. Sin embargo, el FIEM debe participar en regular esta situación y de crear en su seno una red que garantice una ordenación de los flujos migratorios de médicos entre los distintos países, respetando las normas legales en cada país de acogida y que contribuya, asimismo al fortalecimiento de las entidades médicas que lo constituyen y los sistemas formativos de los profesionales de la salud de los diferentes países, con el objetivo de completar el trabajo de la Administración.
Es necesario mantener los recursos humanos médicos en los diferentes países para poder garantizar al menos unos niveles de salud correctos. Se ha de garantizar, asimismo, un aumento progresivo de los recursos económicos dedicados a la salud, rechazando toda política de ajuste de organismos financieros.
Ante la crisis de los Recursos Humanos (RRHH) en los servicios de salud, es preciso actuar reforzando el personal que trabaja en el sector salud y la formación de los profesionales, a fin de garantizar la máxima calidad asistencial. Para lograr esto es preciso incentivar y estimular a los profesionales de la salud creando las condiciones de trabajo que lo hagan posible.
Los países desarrollados han generado un grave problema de desabastecimiento de médicos en el mundo sin desarrollar al quitar de forma indiscriminada, abusiva e insolidaria sus mejores elementos, sin ninguna alternativa, compensación y solo con el sometimiento a reglas de juego establecidas por la leyes del mercado donde únicamente interviene el precio, y no se consideran las necesidades sanitarias. Nuestro compromiso sustancial ha de ser su abordaje y solución.
Sería necesario que los países receptores limitaran explícitamente el porcentaje de recursos humanos básicos que pueden sustraer de otras poblaciones y siempre en relación con las poblaciones propias disponibles de las que son responsables y necesariamente se deben autoabastecer.
La transferencia de responsabilidades médicas a otros profesionales y la división y desmembración de competencias médicas suponen cambios alarmantes en la organización de la asistencia sanitaria de consecuencias impredecibles y graves. Sustituir la responsabilidad del médico, fragmentarla y traspasarla no garantiza mejoras en la atención de salud.
El creciente interés por los aspectos éticos que rodean la práctica médica, y la idea de que los aspectos humanos de dicha práctica no debe supeditarse a los aspectos técnicos y científicos, ha servido para la reflexión y el estudio de los nuevos cambios en la relación médico-paciente, una relación que debe ser de diálogo y de confianza. Aspectos como la confidencialidad y el secreto médico, los derechos de los pacientes, la autonomía en la toma de decisiones compartida en base a un paciente informado y responsable, y los cuidados al final de la vida (medicina paliativa) han sido objeto de especial interés en este Foro.
El método más importante para que un paciente esté informado es el encuentro entre el paciente y el médico (la consulta médica) que desemboca en una decisión conjunta sobre la asistencia que se da al paciente.
Los médicos son los principales emisores de información para los pacientes. Las organizaciones de pacientes son partes interesadas esenciales que representan a diferentes grupos de pacientes y sus intereses. Desempeñan una labor importante a la hora de acreditar la información destinada a los pacientes. Las organizaciones médico-sanitarias han de establecer alianzas con las organizaciones de pacientes y han de ser responsables de establecer criterios de calidad sobre la información que se dé al paciente.
Las nuevas tecnologías abren nuevos escenarios para la comunicación y la información entre médicos y pacientes, o entre las organizaciones representativas de la profesión, con el objeto de garantizar la cualificación y aptitud de los profesionales como garantía social en un mundo globalizado.
Sobre las recientes modificaciones a la Declaración de Helsinki, el II Encuentro FIEM, manifiesta:
1. La Declaración de Helsinki es un documento-propuesta de principios éticos mínimos para las investigaciones médicas en seres humanos, incluida la investigación del material humano (tejidos, sangre, ADN), que ha de ser considerada como un todo y un párrafo no debe ser aplicado sin considerar todos los otros párrafos pertinentes.
2. La polémica ha surgido con la nueva redacción del art. 32 sobre el uso del placebo cuando la investigación médica se combina con la atención médica, que en su último párrafo introduce “razones metodológicas, científicas, y apremiantes para su uso”. Estas razones no están especificada en la propia declaración, dejando la justificación de las mismas ante el Comité Local de Ética de los propios países. La propia declaración reconoce el riesgo al alertar, además que se ha de tener mucho cuidado en no abusar de esta opción.
3. La actual redacción del art. 32 no aporta nada nuevo con respecto al antiguo art. 29 sobre uso del placebo en estas circunstancias. Su lenguaje no es nada claro, plantea nuevas dudas y, además, introduce una mayor apertura de decisión para los comités locales de ética médica en la investigación clínica, que no en todos los países disponen de las mismas garantías jurídicas y éticas en este campo.
4. En todo ensayo clínico se han de garantizar los mismos estándares metodológicos y científicos de utilidad y seguridad, jurídicos y éticos para todos los países y todos los pacientes, teniendo especial cuidado con las poblaciones o comunidades especialmente vulnerables que necesitan protección especial.
5. Las garantías y protecciones especiales que precisa cualquier ensayo clínico, están contempladas en la Declaración de Helsinki. Sin embargo no quedan suficientemente reflejadas en la nueva redacción del último párrafo del art. 32, por lo que rechazamos el mismo. Exigimos su revisión y proponemos volver a la redacción anterior por ser mucho más clara o bien modificar la redacción actual, incluyendo las referencias de protección especial que mencionamos y dejando suficientemente explicitadas las cuestiones metodológicas, científicas y apremiantes que se aducen y que la propia Declaración no determina.
6. En tanto esta situación no se revierta, los países integrantes del FIEM recomiendan la aplicación de la anterior redacción sobre la utilización del placebo, que restringe su uso exclusivamente a las situaciones donde no existe tratamiento efectivo comprobado.
Los datos sobre agresiones a médicos son alarmantes y crecientes en nuestros países. La diversidad de situaciones que suponen un riesgo para el ejercicio de la medicina merece una consideración suficientemente concluyente, acompañada de las medidas que garanticen la seguridad y la protección en el ejercicio de la profesión médica. Sólo con una asistencia médica sin riesgo se puede garantizar la medicina de calidad, científica y humana que todo paciente merece.
El uso abusivo de los Tribunales de Justicia para dirimir las reclamaciones de los pacientes a los médicos y la litigiosidad indebida presionan al médico e inciden de forma negativa en el ejercicio profesional, generando una Medicina al a defensiva.
La crisis económica tiene una serie de consecuencia negativas sobre la salud de la población, entre otra: alteraciones emocionales, aumento de patologías psicosomáticas y sobe la asistencia sanitaria: aumento de frecuentación y falta de equidad, por lo que es básico incrementar el presupuesto sanitario y mejorar las coberturas, prestaciones y calidad en la atención. A tal efecto es necesario reforzar el sector de la atención primaria, la relación médico paciente y el adecuado control en la introducción de las nuevas tecnologías, preservando los principios de la ética profesional.
Los integrantes del FIEM reafirmamos que la protección a la salud es un derecho por lo que los médicos nos declaramos en éste momento, más que nunca, por el respeto a los derechos humanos.
Los Consejos Generales, Colegios, Órdenes y Asociaciones de los médicos de Iberoamérica han acordado compartir criterios y opiniones sobre problemas y asuntos profesionales de interés común y promover un amplio consenso para actuar ante las organizaciones médicas internacionales.
En estos nuevos escenarios los países asistentes al II Encuentro FIEM celebrado en Toledo han acordado por unanimidad estrategias comunes a compartir en el ámbito tecnológico, con la creación y puesta en marcha de:
• Portal FIEM-web base de datos compartida.
• Modelo de certificado de reconocimiento profesional y ético como requisito a los flujos migratorios entre los países integrantes del FIEM.
• Encuentros periódicos entre delegaciones FIEM antes de las reuniones de la AMM para el abordaje de estrategias en temas comunes.
• Solidaridad y apoyo al Colegio de Médicos de Bolivia por la amenaza real de desestructuración de la profesión colegiada que sufre en estos momentos.
• Solidaridad y apoyo a los médicos de la Federación Médica de Venezuela que han expuesto una vez más la crítica situación médica en su país.
• Respaldo del FIEM a la moción de apoyo al pueblo y a los médicos Brasileños relativo al Sistema Unico de Saude (SUS), y a los pacientes que quedan con secuelas por traumas consecuencia de la indebida asistencia en tiempo oportuno.
Asimismo se ha destacado, la importancia de la obligación de la colegiación como un mecanismo de garantía social para que el médico que asiste al paciente esté identificado y cualificado. El control interno de la profesión es un bien social y una garantía para el paciente.
Finalmente se acordó celebrar el III Encuentro FIEM en el mes de mayo 2010, en la ciudad de Buenos Aires (Argentina)
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