martes, 12 de mayo de 2009

MALARIA


Richard G.A. Feachem y Allison A. Phillips
Malaria: dos años en la vía rápida
Global Health Group, UCSF Global Health Sciences (San Francisco, EE.UU.)
08 Mayo 2009

JANO.es

El compromiso político difícilmente podría ser mayor

En los dos últimos años, el mundo ha hecho notables avances en la lucha contra esta enfermedad. Hace dos años, nadie mencionaba la eliminación ni la erradicación. Hoy, ambas se consideran posibles.

De nuevo ha llegado el día mundial de la malaria (25 de abril). En los dos últimos años, el mundo ha hecho notables avances en la lucha contra esta enfermedad. Hace dos años, nadie mencionaba la eliminación ni la erradicación. Entonces, el 17 de octubre de 2007, Bill y Melinda Gates pronunciaron su famoso discurso en Seattle (EE.UU.), en el que hacían un llamamiento a la erradicación mundial. Hace un año, no había unanimidad sobre cómo podíamos lograr un mundo sin malaria. Hoy, se ha elaborado un plan de acción global, bajo la dirección de Roll Back Malaria, que establece una estrategia en tres frentes. En primer lugar, una lucha enérgica en el corazón de los territorios más afectados para lograr que disminuya la trasmisión y reducir la mortalidad en los 61 países tropicales que sufren la mayor carga de esta enfermedad. En segundo lugar, la eliminación progresiva desde los márgenes endémicos hacia adentro para encoger el mapa de la malaria. Y en tercer lugar, investigar para encontrar una vacuna y mejores fármacos, diagnósticos, insecticidas y otros instrumentos.

En cuanto a la primera parte de la estrategia, hemos sido testigos de una enorme mejora en los programas antimalaria en el corazón de los territorios más afectados. La séptima convocatoria del Fondo Global aprobó la cantidad de 1.031 millones de dólares estadounidenses para la malaria y la octava, asombrosamente, otros 2.911 millones de dólares. La Iniciativa del Presidente de los Estados Unidos contra la Malaria y el programa de refuerzo del Banco Mundial siguen mejorando las operaciones en la zona central de la enfermedad. Estas inversiones la están reduciendo sustancialmente en países como Brasil, India, y Zambia. Además, el sector privado está aumentando sus inversiones para detenerla en países como Angola, Ghana o Nigeria.

Hace dos años, los países en pos de la segunda parte de la estrategia recibían poca ayuda. Ahora, la eliminación es un campo activo, desde el plan de acción hasta su puesta en práctica. Actualmente, 39 países (más de una tercera parte de todos los países donde es endémica) se han fijado metas ambiciosas, aunque alcanzables, para librarse de la enfermedad en un futuro próximo. Entre estos países se han establecido varias colaboraciones regionales, como la colaboración E8 (Eliminación 8) en el Sur de África y la Red para Eliminación de la Malaria de Asia Pacífico.

En este sentido, el Grupo para Eliminación de la Malaria (MEG) fue convocado por el Global Health Group en la Universidad de California (San Francisco) para ayudar a los países que persiguen o se plantean la eliminación. El MEG publicó recientemente dos documentos sobre eliminación que ayudarán a los responsables políticos, inversores y ejecutores a la hora de tomar decisiones relacionadas con la segunda parte de la estrategia.

La tercera parte, la investigación (fármacos, vacunas y diagnósticos), sigue prosperando. Recientemente se ha puesto en marcha la Agenda de Investigación para la Erradicación de la Malaria (MalERA) que está desarrollando una extensa agenda científica para garantizar la tecnología adecuada para librar al mundo de la enfermedad.

Además, la sociedad civil y las organizaciones no gubernamentales han incrementado notablemente sus actividades y han nacido nuevas organizaciones contra la malaria. Malaria No More ha recaudado ya más de 37 millones de dólares y pretende crear un fondo de 100 millones.

Por último, en la escena política, hemos visto el nombramiento de Ray Chambers como enviado especial del Secretario General de las Naciones Unidas para la Malaria. Estados Unidos ha seguido también al Reino Unido creando un grupo parlamentario bicameral y bipartito conocido como Comité del Congreso para la Malaria.

¿A dónde nos lleva todo esto? El compromiso político difícilmente podría ser mayor. Actualmente, fluyen grandes sumas de dinero, aunque es discutible si estas sumas sobrevivirán a la recesión. Es esperanzador que algunos países ricos se hayan comprometido a no dejar que la crisis reduzca sus compromisos financieros en salud y desarrollo. El reto ahora es el intervalo de implementación entre el compromiso político, el objetivo y la disponibilidad de fondos y la capacidad en el día a día de hacer el trabajo que hay que hacer.

Es muy importante que haya una dirección sólida, una coordinación eficaz entre todos los partícipes de los sectores público y privado, una cultura de responsabilidad de ejecución y resultados, y que exista un compromiso a largo plazo de las instituciones financieras.

En general, hay muchas razones para sentirse optimista. Excepto las naciones que están funcionando políticamente mal o están sufriendo conflictos importantes, los 61 países en los que se pretende disminuir la transmisión y la mortalidad harán grandes progresos en los próximos diez años. Mientras tanto, muchos de los 39 países en los que se persigue la eliminación se librarán de la enfermedad, encogiéndose sustancialmente el mapa de la malaria. Si continuamos a este ritmo, también podemos esperar una vacuna, importantes avances terapéuticos y otros avances en el desarrollo de pruebas de diagnóstico sensibles y que orienten específicamente el tratamiento. Todo ello nos hará avanzar hacia un mundo sin malaria a mediados del siglo XXI.

* El Dr. Feachem dirige el Global Health Group de la University of California, parcialmente dedicado a la eliminación de la malaria y financiado por la Bill & Melinda Gates Foundation y ExxonMobil.
Publicado en www.thelancet.com , vol. 373, 25 de abril de 2009.

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