Marcha contra el aborto en París al grito de “Viva España”

Este lunes el Parlamento francés debate la ampliación del derecho a la interrupción del embarazo

ANA TERUEL Paris 19 ENE 2014 - 18:16 CET

Manifestantes antiabortistas este domingo en París. / IAN LANGSDON (EFE)

Miles de personas —16.000 según la policía, 40.000 según los organizadores— se manifestaron este domingo en el centro de París en contra del aborto, con la reforma española de modelo. Convocados por la plataforma En marcha por la vida, que agrupa a decenas de asociaciones cristianas y provida, los manifestantes, que desfilaron a gritos de “¡Viva España!”, “¡Sí a la vida!” y entre banderas españolas y francesas, denuncian la iniciativa del Gobierno francés que este lunes se debate en la Asamblea Nacional de ampliar el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo. Esperan que el caso español sirva de “punta de lanza” para una revisión europea.

“Hoy es un día histórico por el contexto en el que nos encontramos”, señalaban los organizadores por megáfono al inicio de la marcha, que se celebra cada año desde 2005 —entonces se cumplían 30 años de la legalización del aborto en Francia— y en la que participaron en primera fila los diputados españoles del PP José Eugenio Azpiroz Villar y Javier Puente y el senador popular Luis Peral. Tras referirse al proyecto de reforma español, señalaban que, “sin embargo, en Francia, en el extremo opuesto, pesa una gran amenaza sobre nuestro país”.

Dentro del marco de la ley de igualdad entre mujeres y hombres de la ministra de Derechos de la Mujer, Najat Vallaud-Belkacem, el Parlamento francés se dispone a debatir este lunes dos enmiendas sobre el derecho al aborto. La primera, más simbólica que práctica, propone eliminar la necesidad de que la mujer se encuentre en “situación de desamparo” que prevé la ley Veil, aprobada en 1975. El nuevo texto indica que cualquier “mujer embarazada que no desee seguir adelante con su embarazo” puede acudir al médico para su interrupción, eliminando así la necesidad de justificación. Para los manifestantes se trata de una “banalización del aborto”.

La segunda modificación, denunciada como una imposición de la “visión única” y un atentado contra la libertad de opinión, propone ampliar el delito ya existente de “trabar” el acceso al aborto —destinado principalmente a los comandos que invaden clínicas donde se practican estas operaciones para evitarlas— al simple hecho de impedir “informarse” sobre el derecho al aborto. La iniciativa está claramente dirigida a las páginas web de asociaciones provida, que, escondidas tras nombres aparentemente neutros, difunden según el Ejecutivo informaciones “engañosas u orientadas”.