Las crisis humanitarias, cada vez más prolongadas por falta de soluciones políticas
40 países se encuentran en crisis por motivos de conflictos y desastres naturales. 125,3 millones de personas necesitan ayuda y 65 millones son desplazados forzados, de los que el 50% son menores
09 - Septiembre - 2016 12:05 h.
| El perfil actual de las crisis humanitarias es el de crisis cada vez más prolongadas por falta de soluciones políticas. Unas crisis en las que los conflictos armados son el principal detonante y suelen ser olvidadas, ya que solo se pone el foco en ciertos países. Iraq, Siria, Sudán del Sur y Yemen son los lugares donde se sitúan las cuatro grandes crisis humanitarias, según diversos expertos en el tema que se han reunido, durante el curso Periodismo en situaciones de Crisis, Emergencias y Desastres, celebrado en Santander y organizado por la Cátedra Extraordinaria UIMP-MSD Salud, Crecimiento y Sostenibilidad e Indagando Televisión, para mostrar la realidad de la magnitud de las crisis humanitarias.
Además, "cada día existe mayor brecha para la ayuda. Los sitios en crisis han recibido un 25 por ciento de la financiación, es decir, 16,1 miles de millones de requerimientos no han sido satisfechos", destaca Daniel López Acuña, ex asesor a la dirección de la Organización Mundial de la Salud.
Según el informe de Acnur de 2015, existe un incremento sin precedentes en el número de desplazados forzados, llegando a 65 millones de personas -20 millones son refugiados, 38 millones son desplazados internos y 1,8 millones, solicitantes de asilo-. "De 2014 a 2015, ha habido un incremento de 5,2 millones de desplazados forzados, y el número de personas obligadas a abandonar sus casas debido a conflictos se ha cuadriplicado en cuatro años", incide Acuña, que ha recordado que las regiones en desarrollo, como Turquía, Pakistán, Líbano o Jordania, acogen al 86 por ciento de los refugiados.
En el caso de España, "me parece pasmosa la caída en cooperación internacional que se ha hecho. Hoy prácticamente no existe", ha denunciado Acuña. "Creo que tenemos un sistema obsoleto del desplazamiento forzado. El gran problema en Europa tiene que ver con la falta de política sensata y la imposibilidad de buscar políticas más humanitarias", añade.
"En la medida en que la sociedad no reaccione respecto a los refugiados, los políticos no van a cambiar. No han cambiado sus políticas en este tema porque saben que por ahora no se traducen en votos", comenta José Antonio Guardiola, director de 'En Portada', de TVE.
Agentes infecciosos
Las enfermedades infecciosas son enfermedades que se transmiten de animal a humano o de humano a humano o de humano a animal porque hay desequilibrio de tres elementos: el agente causal -virus, bacteria-, mecanismo de transmisión -cambio climático, subdesarrollo- y sujeto susceptible -demografía y conductas humanas, susceptibilidad a la infección, etc.-. Además, el 60 por ciento de los nuevos agentes proceden de animales y el 40 por ciento de resistencia a fármacos.
"El factor de riesgo que más impacto va a tener en el futuro es el cambio climático. La tendencia es al aumento de los desastres climatológicos y las emergencias complejas", resalta Pedro Arcos, director de la Unidad de Investigación en Emergencia y Desastre (UIED), de la Universidad de Oviedo. Por ejemplo, existirán zonas de Europa que sufrirán Dengue, señala.
A pesar de que las emergencias epidémicas continuarán siendo un reto para la salud pública, añade el especialista, existen avances, como las herramientas de predicción de riesgo, la capacidad de desarrollo de vacunas, la mejora en la coordinación de las intervenciones, el mayor interés de los medios y un nuevo reglamento sanitario internacional.
Las condiciones de vida son los parámetros que predicen el riesgo de enfermedad infecciosa, explica Natasha Howard, directora de la London School of Hygiene & Tropical Medicine (LSHTM) Security, Conflict and Health Research programme. Entre ellos, señala el desplazamiento masivo en campos y en comunidades de acogida, la crisis alimentaria y el cambio ambiental repentino por desastres naturales.
Los factores de riesgo son la superpoblación, los refugios inadecuados, la insuficiente ingesta de nutrientes, la insuficiente vacunación, poca agua y las condiciones sanitarias, la alta exposición a la proliferación de vectores de enfermedad y la falta de tratamiento. "No hay que forzar a la gente a campos para evitar enfermedades infecciosas", incide Howard, a lo que añade: "las crisis nutricionales pueden precipitar epidemias".
Desastres naturales
En los terremotos, en dos-seis horas menos del 50 por ciento de los atrapados continúa con vida. "Es el desastre que más heridos con lesiones graves ocasiona. La proporción esperada tras un terremoto son tres lesionados por cada muerto, siendo la patología traumática la más frecuente, aunque solo un 10-15 por ciento de los afectados necesita cirugía. Otras patologías comunes tras un terromoto son los problemas respiratorios, la psiquiátrica y las anginas de pecho e infartos aumentan un 50 por ciento su frecuencia", apunta María Carmen Limiñana Asensi, médica de Urgencias y experta en Emergencias y Desastres.
En los tsunamis, "más del 70 por ciento de los que murieron en 2014 fueron mujeres. Es un desastre con una mortalidad muy elevada. El 33 por ciento sufre patología respiratoria y traumática, el 10 por ciento dermatológica e, incluso, otitis y lesión del tímpano. Con el tiempo, aumentan las malas condiciones higiénicas", explica la especialista. En ciclones e inundaciones, "los traumatismos se complican con las infecciones locales y la patología infecciosa aparece 48 horas después", añade.
Mitos y realidades
Los conflictos y los desastres naturales no afectan por igual a hombres y mujeres. "Las mujeres y los niños están 14 veces más expuestos a morir en catástrofes. Dos de cada tres personas muertas en el tsunami fueron mujeres", hace hincapié Alfonso Antona, antropólogo y enfermero especialista en Salud Pública, que considera que el enfoque de género es la asignatura pendiente en la ayuda internacional.
Por su parte, Javier Tena, médico cooperante y del Comité Internacional de la Cruz Roja, recuerda: "no es cierto que después de un desastre halla un brote de cólera. En Haití sucedió porque una persona lo trajo de fuera del país".
Instrumentos preventivos
Por último, Jesús Núñez, del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH), expone la explicación geopolítica de las crisis humanitarias. La creación de estados artificiales y la imposición de líderes son algunos de los motivos que, en opinión de Núñez, provocan la inestabilidad permanente de estos lugares.
"No hay un factor tan provocador de violencia como son las desigualdades", afirma y propone: "habría que hacer una reducción de desigualdades. El modelo neoliberal lleva en el núcleo la desigualdad".
Núñez considera que habría que establecer instrumentos preventivos para reducir los desastres. "Deberíamos ir más allá del enfoque actual que es de parcheo y pasajero. Creamos redes sanitarias para que no se extiendan los conflictos. No hay que gestionar problemas y sí resolverlos. Gestionar los problemas es solo un parcheo con una visión cortoplacista. El 40 por ciento de los conflictos son repetición de conflictos mal cerrados. La prevención es lo único para ir más allá, por lo que los instrumentos preventivos son la asignatura pendiente. Hay que pensar en reducir el riesgo de desastres", apostilla.
Enfermedades emergentes graves
- Fiebre hemorrágica de Crimea - Congo
- Enfermedad por filovirus hemorrágicos (Ébola, Marburgo)
- Coronavirus muy patógenos en humanos
- Fiebre de Lassa
- Virus Nipah
- Fiebre del Valle del Rift
- Virus Chikungunya
- Virus síndrome febril grave con trombocitopenia
- Virus Zika
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