La OMS cree que la salud digital puede reducir las desigualdades y hacer sostenibles los sistemas sanitarios
La Oficina Regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que el concepto de 'salud digital', que implica la incorporación de las nuevas tecnologías al ámbito sanitario, puede reducir las desigualdades en el acceso a asistencia y tratamiento y, además, hacer más sostenibles y eficientes los sistemas sanitarios.
El término 'salud digital' abarca salud electrónica (información relacionada con la salud, recursos y servicios compartidos electrónicamente), así como áreas en desarrollo como la informática avanzada (por ejemplo, 'Big Data') e inteligencia artificial (IA), donde los sistemas informáticos realizan tareas que normalmente requieren capacidades humanas, como la toma de decisiones.
Las tecnologías en las que se basa la 'salud digital' incluyen telemedicina, teléfonos móviles y aplicaciones, dispositivos portátiles, robótica, realidad virtual, inteligencia artificial y genómica, una disciplina que utiliza los datos de secuenciación del genoma del paciente para diagnosticar enfermedades.
Según apunta la OMS, por ejemplo, las prótesis impresas en 3D, la medicina personalizada, las terapias que utilizan realidad virtual y los relojes inteligentes que controlan los signos vitales pueden incorporarse a los sistemas de salud para ayudarles a "trabajar de manera más eficiente y efectiva, y para proporcionar un mayor acceso a los servicios de salud para las personas a las que sirven". "Con las nuevas soluciones de hardware y software que cambian constantemente la forma en que vivimos, es justo decir que el futuro de la salud es digital", resumen.
La OMS señala que las esperanzas de vida más prolongadas, el número creciente de personas que viven con enfermedades crónicas y los costes crecientes de la atención médica están "ejerciendo presión sobre los sistemas de salud de todo el mundo". En este sentido, consideran que la digitalización "puede ayudar a que los sistemas de salud sean receptivos y sostenibles".
"Las tecnologías digitales de salud pueden mejorar el acceso a los servicios de salud, reducir costes, mejorar la calidad de la atención y mejorar la eficiencia de los sistemas de salud. También pueden proporcionar oportunidades para el cuidado personal. Por ejemplo, los dispositivos de monitoreo remoto y dispositivos portátiles ayudan a administrar mejor la salud, reduciendo así la carga sobre los sistemas sanitarios y ayudándolos a ser más sostenibles", añaden.
En este sentido, aseguran que las nuevas tecnologías pueden ofrecer un enfoque de prevención de enfermedades, en lugar de simplemente tratarlas. "Los dispositivos digitales ya están ayudando a controlar el ritmo cardíaco y el azúcar en la sangre. Al alertar a una persona si deben visitar a su médico, pueden reducir las costosas visitas a Urgencias. Al proporcionar formas de capturar y usar información relacionada con la salud, estos dispositivos ayudan a las personas a llevar vidas más saludables", agregan.
Reducir desigualdades y hacer los sistemas más efectivos
Igualmente, destacan que los sistemas de salud que se apoyan en esas tecnologías digitales pueden ayudar a reducir las desigualdades. Ponen como ejemplo la telemedicina, que ya ofrecer servicios médicos a distancia. "Puede ser útil para personas en áreas aisladas, que de otra manera no tendrían acceso a la asistencia sanitaria. También pueden hacer que la información sanitaria de calidad sea más accesible, promover el conocimiento, fomentar comportamientos saludables y proporcionar acceso a las redes de apoyo para los pacientes", explican.
Por otra parte, apuntan que las innovaciones de salud digital, "particularmente la IA", pueden hacer que los sistemas de salud sean "más efectivos y personalizados". "Desde la detección temprana de los cánceres de piel al analizar los lunares, hasta evaluar la predisposición de una persona a ciertas enfermedades o al desarrollo de medicamentos adaptados a las personas, la IA puede tener un impacto de gran alcance", avanzan.
En cualquier caso, recuerdan que los profesionales sanitarios "deberán tener las habilidades para usar herramientas de salud digitales y para guiar a los pacientes a entender y usar soluciones digitales para mejorar su salud". "Los sistemas de salud digitales pueden capacitar e involucrar a los pacientes. Esta toma de decisiones compartida entre los profesionales y los pacientes exige confianza, un sentido de asociación y transparencia en sus interacciones", remarcan.
Fuente: Europa Press
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