ENFERMEDADES PREVENIBLES POR VACUNAS - ECUADOR: DESCENSO EN COBERTURAS
DE INMUNIZACIÓN
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Un comunicado de ProMED-mail
<http://www.promedmail.org>
ProMED-mail es un programa de la
Sociedad Internacional de Enfermedades Infecciosas
<http://www.isid.org>
Fecha: 31 de octubre del 2019
Fuente: El Universo, Ecuador
<https://www.eluniverso.com/no
[editado por Jaime Torres y Jorge González]
La Evaluación de la Estrategia Nacional de Inmunizaciones del
Ministerio de Salud Pública (MSP) con el aval de la Organización
Panamericana de la Salud (OPS) indica que “las coberturas de
vacunación en Ecuador sufren un descenso paulatino desde el 2013”.
La publicación incluye ejemplos como la aplicación de la tercera
dosis que previene la difteria, tétanos y tosferina (DPT) que
cubrió al 82% del grupo poblacional objetivo en el 2016.
Si bien hay coberturas de vacunación en menores de edad que han
mejorado hasta el 2018, estas no superan el 90%.
La que es para evitar la transmisión vertical (de la madre al bebé)
de la hepatitis B, que se coloca dentro de las primeras 24 horas de
nacido, llegó al 70% el año pasado.
Una situación particular es la vacuna SRP que previene el
sarampión, rubéola y paperas. La cobertura de la primera dosis que
se coloca a los 12 meses de edad bajó al 83% del total de personas de
un año y la segunda, que se aplica seis meses después, al 74% en
2018.
La cobertura de la primera dosis de SRP en el 2010 abarcó al 93%.
Tamara Rosales, especialista en infectología pediátrica, indica que
hay umbrales establecidos según el nivel de contagio de las
enfermedades que se pueden prevenir con vacunas, conocidas como
inmunoprevenibles. “Sería como el límite mínimo de cobertura
vacunal que debemos tener. Son rangos porque es difícil tener una
cobertura exacta, pero en el caso de las muy contagiosas como
sarampión y tosferina este debe estar entre el 90% y el 95% para
prevenir potenciales brotes”.
A ello se suma la efectividad, dice María Gabriela Graña, directora
médica de Vacunas regional de una compañía internacional productora
de vacunas. “Queda un grupo de vacunados susceptible, es por eso que
siempre en sarampión se recomiendan dos dosis en toda la vida... Y
si se pone una tercera no pasa nada”, refiere.
Entre las causas de la reducción del número de dosis aplicadas de
las vacunas están, dice el estudio, la eliminación de competencias
del programa ampliado de inmunizaciones (PAI) y la disminución del
personal. El documento indica que hubo desabastecimientos temporales
de las dosis en 2014 y 2015 y menos presupuesto.
Lo asignado para inmunizaciones tiene recortes desde que en 2014 se
asignaron $69 millones. Este año bordea los $50 millones, según
Yajaira Vásquez, gerente institucional del PAI.
El balance general de la funcionaria es positivo, porque el resultado
final es que hay menos niños hospitalizados y casos de mortalidad
debido a las enfermedades inmunoprevenibles”. Vásquez afirma que
cada año que pasa se desajusta más la proyección poblacional
realizada en base al censo del 2010, indicador que se usa para el
cálculo de las coberturas. El último caso de sarampión autóctono
fue en 1996, de rubéola en 2004 y de poliomielitis en 1990.
Pero la incidencia de ciertas dolencias inmunoprevenibles evidencia al
menos que no se colocan las dosis completas. Desde enero hasta el 15
de septiembre últimos se registran 10,529 casos de varicela, 2227 de
paperas, 234 de hepatitis B, 56 de tosferina, 13 de tétanos y 7 de
meningitis meningocócica, incluyendo a un bebé de 4 meses de edad.
La vacuna para prevenir esta última no es parte del esquema nacional
y solo se aplica para contener brotes. La infectóloga Joyce Andrade
señala que hay un 50 % de probabilidad que deje secuelas cognitivas y
físicas.
La que sí está dentro de las 19 dosis biológicas que adquiere el
país cada año a través de un convenio con la OPS es la del
neumococo, que previene los problemas respiratorios en los menores de
un año.
Un estudio que compara la frecuencia de enfermedad neumocócica antes
y después de la introducción de la vacunación contra esta bacteria
en Chile, Brasil y Ecuador señala una reducción en la mortalidad y
frecuencia de hospitalizaciones por neumonía y meningitis.
“La mortalidad por enfermedad neumocócica se ha reducido un 50%, es
más difícil medir la eficacia debido a que las estadísticas
reportan las enfermedades respiratorias de forma conjunta sin
diagnóstico específico”, asegura Rosales.
El problema es que una parte de la población no cumple con los
esquemas completos en los casos que se requiere reforzar con más de
una dosis. “Se sabe que las vacunas son dirigidas para evitar la
mortalidad, y si no se aplican las dos dosis lamentablemente vamos a
tener casos”, reconoce Vásquez. En la varicela hay el riesgo de
adquirirla, pero la enfermedad es más leve en el vacunado.
Entre 2011 y 2012 hubo un brote de sarampión con 329 casos. El
contagio empezó con un caso importado en las parroquias Quisapincha y
Atahualpa, en Tungurahua, que tienen población mayoritariamente
indígena. “En esas comunidades sí hemos tenido un poco de rechazo
más por un tema de creencias, de religión”, asegura.
El brote del 2011 se dio cuando la cobertura contra la SRP llegó al
79% ese año y recién en 2012 subió al 92%, según las cifras
oficiales del MSP.
Comunicado por: Jaime R. Torres <torresj@email.com>
-- ProMED-ESP
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.................jt, jg
[No se necesita ser el Premio Nóbel de Medicina para saber que una
buena cobertura de vacunaciones evita diversas enfermedades.
Adicionalmente, si no se logra una cobertura muy cercana al 100 por
ciento, no se logrará la denominada inmunidad de rebaño y por tanto,
se pondrá en riesgo la protección de la población. En consecuencia,
deben intensificarse las campañas de vacunación y fortalecerse los
programas de inmunicación, a la vez que educar a la población - y
sobre todo a las autoridades - acerca de la urgente necesidad de
proteger al más valioso bien, el capital humano. Moderador Jorge
González]
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