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Un total de 451 médicos han sido agredidos en nuestro país a lo largo de 2010

Ana Montero

El 65 por ciento de las agresiones a médicos se producen en el ámbito de la Atención Primaria, según datos obtenidos del registro nacional elaborado por el Observatorio de Agresiones de la Organización Médica Colegial


Madrid (18-1-11).- El Observatorio de Agresiones de la Organización Médica Colegial, en colaboración con todos los Colegios de Médicos, ha presentando esta mañana a los medios, el primer registro nacional sobre agresiones a médicos, del que se desprende que el sector de Atención Primaria es el más castigado por las agresiones contra el personal médico.

Según los datos obtenidos de dicho registro nacional correspondientes a 2010 se contabilizan un total de 451 agresiones a médicos colegiados, o lo que es lo mismo 2,07 agresiones por cada 1.000 profesionales, un dato que equivale al “iceberg” del problema porque las denuncias todavía son mínimas.

Se trata de una iniciativa pionera a nivel de todo el territorio nacional que parte de la voluntad de contribuir a dar respuesta y soluciones a esta lacra de violencia contra el personal médico, que se ha ido incrementando en los últimos años hasta convertirse en un grave problema social, para el que desde la profesión médica se pide “tolerancia cero”, tal y como ha asegurado Serafín Romero, Secretario General de la OMC.

A tenor de lo ocurrido al consejero de Cultura de Murcia, el doctor Alberto Becerra, coordinador del Observatorio de Agresiones de la Organización Médica Colegial y secretario, a su vez, del Colegio de Médicos de Badajoz, ha manifestado que “un médico agredido es igual que un político agredido”, confirmado que “una de nuestras aspiraciones es lograr que la agresión tenga consideración de atentado contra la autoridad, en este caso sanitaria, en todo el territorio”.

Por su parte, Juan José Rodríguez Sendín, presidente de la OMC, ha remarcado que las agresiones al personal sanitario son un reflejo de la sociedad en general, que “deterioran de forma seria la calidad del servicio”, concluyendo que “es necesario abordar el tema desde la educación incluso desde edades muy tempranas”.

Al hilo, Fernández Torrente, vicesecretario de la OMC, ha asegurado que “no existe un acto médico de calidad sin una relación de empatía, confianza y respeto entre el profesional y el paciente”.

En cuanto a los datos, el mayor porcentaje de los actos violentos contra el personal médico se registraron en el primer nivel asistencial. En este sentido, un 57 por ciento se produjeron en las consultas de Atención Primaria, más otro 8 por ciento en los Servicios de Urgencias Extrahospitalarias, lo que equivale a que prácticamente el 65 por ciento de las agresiones se acumulan en dicho nivel asistencial, siendo el sector público más castigado que el privado.

Si bien no hay diferencias acuciantes en cuanto al género del médico agredido, si se ha detectado que el grupo etáreo más afectado es el comprendido entre los 46 a los 55 años, en cambio se observa un menor número de casos entre los mayores de 66 años y los médicos más jóvenes.

Con respecto a la tipología del agresor no hay un perfil claramente establecido, dada su heterogeneidad, pero sí es destacable el hecho de que una de cada tres agresiones es realizada por un familiar del paciente.

De los datos obtenidos sobre las causas que motivan este tipo de agresiones, la discrepancia con la atención médica es la que figura como principal desencadenante del acto violento contra los facultativos, con una proporción de tres de cada diez; seguida de la negativa a recetar el fármaco demandado por el paciente, y de discrepancias personales con el facultativo.

Del total de agresiones, el 18,5 por ciento tuvieron como consecuencia lesiones, mientras que el resto fueron verbales: amenazas, coacciones o insultos. Al respecto, Rodríguez Sendín ha señalado que “con los insultos y las amenazas el médico pasa miedo, a veces más que el que supone la agresión física”.

De la información extraída cabe destacar otros datos, tales como que el pico más alto del número de agresiones se produjo en verano, concretamente, en el mes de julio, que más de un 18 por ciento de las mismas terminaron en lesiones y que más de un 13 por ciento de los agredidos tuvieron que solicitar la baja laboral. Un hecho que Sendín ha justificado por la “mayor movilidad de los pacientes y por las sustituciones de los médicos titulares que hace que el médico no conozca al paciente y viceversa y se pierda esa relación de respeto”.

Por Comunidades Autónomas, Andalucía y La Rioja figuran entre las autonomías donde se han registrado un mayor número de casos, y, por el contrario, otras comunidades, como Aragón, Baleares y Navarra, han arrojado unos índices más bajos de agresiones.

Con estos datos sobre la mesa, Serafín Romero ha hecho hincapié en que “el médico o médica que recibe amenazas o que es agredido psíquica o físicamente tiene que tener presente la importancia de denunciar el hecho”.

Tal y como ha informado Romero, el próximo día 12 de marzo se celebrará el Día Contra las Agresiones en el Ámbito Sanitario.
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