viernes, 18 de noviembre de 2011

Carta abierta a los ministrables de Sanidad de una médico cabreada - DiarioMedico.com

TRIBUNA: mónica Lalanda, médico de urgencias

Carta abierta a los ministrables de Sanidad de una médico cabreada

Mónica Lalanda (@medico_cabreado), médico de Urgencias, escribe a los futuros ministros de Sanidad para darles un toque de atención y que bajen de la "torre de marfil en la que viven fuera de la realidad". Asegura que el SNS necesita Cuidados Intensivos.
Mónica Lalanda. Médico de Urgencias   |  18/11/2011 11:48

Déjenme que me presente: soy médico y estoy cabreada. Estar indignado está mucho más de moda pero cabrearse es más real, más sobrio y más nuestro.
 
- Tengo la mala costumbre de enviar cartas a Ministros de Sanidad, ya lo hice con la gripe A, porque ustedes políticos viven en torres de marfil alejadas de la realidad humana y científica de la Medicina y a veces necesitan un toque de atención. Tras leer sus programas electorales en temas de sanidad no me queda otra que escribirles otra vez. Está claro que ustedes no tienen ni idea de los problemas estructurales gravísimos de nuestro SNS y se quedan tan contentos ofreciendo cambios tontorrones o hablando de temas futuristas, filosóficos y tecnológicos que en campaña quedan muy estéticos pero que nada tienen que ver con lo que necesita nuestra Sanidad.

- Los políticos, ayudados por el eco de los periodistas, continúan con el sofisma de "tenemos una de las mejores sanidades del mundo" y mientras, los que estamos dentro, contenemos la risa por no decir las lágrimas. Nuestro SNS es un despropósito obsoleto que no necesita tiritas de colorines sino Cuidados Intensivos. Por partes:

- Miren la cantera de nuestra sanidad. El ingreso actual a las Universidades de medicina permanece anclado exclusivamente en la excelencia académica, despreciando vocaciones. Paralelamente la universidad privada crece de forma descontrolada. Además el número de plazas total no tiene justificación demográfica, se hace al tuntún. Preveo un futuro de médicos cerebritos, en exceso o en defecto, que eligen Medicina porque es un honor o de privilegiados que simplemente se lo han podido pagar, y me cabrea.

- Y me cabrea el sistema de acceso a la especialidad. Un sombrero seleccionador como el de Harry Potter, con un número de plazas aleatorio porque, miren ustedes, a siglo XXI nadie tiene ni idea del número exacto de médicos en España ni sus especialidades. Y si visitan cualquier hospital español en mitad de la noche podrían comprobar que una enorme proporción de residentes son extranjeros. El sistema les forma y luego les da una patada porque la mayoría no tienen contratos de trabajo.

- Nos movemos en un sistema sanitario deconstruido en 17 sistemas no equitativos y con fronteras reales. Les reto a que encuentren en cualquiera de ellas un solo médico de a pie que le vea alguna ventaja. Fue una maniobra política, que en su momento histórico tuvo sentido pero que ha demostrado ser no solo ineficiente sino totalmente absurda. Me cabrea que, para nosotros, sea tan obvio y ustedes sigan con él erre que erre.

- Bájense de su torre y hablen con los médicos de Atención Primaria, la base de una buena sanidad. Excelentes profesionales con muchas obligaciones y pocos derechos, recargados de burocracia, sin acceso a pruebas diagnósticas y con cinco minutos por paciente. Médicos de familia a miles maltratados laboralmente, haciendo sustituciones y rellenando huecos a veces de horas. Los pacientes son las víctimas.

- Vean la medicina hospitalaria liderada por Gestores no profesionales, con poder de quita y pon, a dedo, despreciando méritos o valías. Médicos hospitalarios con canas  y contratos precarios. Oposiciones médicas viciadas, incluso corruptas, con exámenes que se filtran y tribunales no equitativos; oposiciones indefinidamente impugnadas. Y nadie protesta porque el que se mueve, no sale en la foto. Me cabrea que las decisiones de gestión no sean por consenso científico, sino solo político o burocrático para detrimento del paciente. Con la salud no se juega así. Basta ya también de conciertos externos que están atrayendo a los mercenarios de la Medicina.

-Tenemos una Medicina que no invierte en la investigación o en la formación continuada y que permite que sus médicos se formen bajo el ala oscura de las compañías farmacéuticas. ¡Qué cabreo!

Y dejen todos de cantar alabanzas de lo barata que es nuestra sanidad; es barata porque los profesionales de la Sanidad en España somos de los peores pagados de Europa. Pero fíjense que ahora, que no cuadran los presupuestos sanitarios, los recortes van directos a nuestra yugular colectiva y la sangre que se vierte es la de los pacientes.

Los profesionales de la salud somos un colectivo conformista que empieza a despertar de su letargo. Pedimos participación y liderazgo, queremos un sistema sanitario que se corresponda con la calidad de sus profesionales. Cuando recoja su cartera puede elegir,  nos guía a un cambio real por un sistema mejor o acaba de hundir la Sanidad. Quedamos a la espera, están con nosotros o en contra, se acaba el tiempo.
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