VIDEOBLOG | La evolución de la Sanidad
Cohesión y sentido común
El gobierno que salga de las urnas el próximo 20 de Noviembre tiene una larga lista de tareas por delante, muchas de ellas, complejas. Se trata de reflotar un país con una inmensa deuda -y un paro insoportable- pero sin renunciar a alguna de las grandes conquistas conseguidas tras años de esfuerzo y buen hacer. La sanidad pública es uno de esos logros que no deben perderse y a los que la crisis puede que hasta le vengan bien.
Lo dijeron expertos en gestión sanitaria en un reciente foro sobre la calidad de la asistencia oncológica en España. Hay cierta preocupación entre los especialistas, que a veces se transmite también a los pacientes y a sus familiares, sobre el coste elevado de las nuevas terapias contra el cáncer. Los fármacos que llegan son caros, muy caros, y las autonomías –todas con déficit sanitarios muy altos- se plantean racionalizar los costes en lo que sea posible, y los de la farmacia son los más controlables.
El mantenimiento de una sanidad del nivel como la que tenemos pasa por la armonización de muchas de sus áreas. Lo que va a hacer la crisis es acelerar indefectiblemente los cambios que habría que haber hecho hace ya mucho tiempo. Cualquier sistema –el sanitario entre ellos- debe evolucionar, independientemente de lo mucho o lo poco que aprieten los mercados.
Perseguir la eficiencia y la eficacia de todas las acciones que supongan un coste es algo que cualquier profesional –el médico por supuesto también- debe tener en cuenta siempre.
Si eso es algo que no puede olvidarse ni en tiempos de máxima bonanza, en épocas de vacas tan famélicas como los que ahora vivimos es un imperativo. El sentido común, el buen juicio, el objetivo claro, el no dilapidar, el buscar resultados, el primar la promoción y la prevención de la salud para no tener que parchear -o chapucear- luego a un precio elevadísimo es algo que tendrá que lograr el próximo Ministerio de Sanidad que tengamos.
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