ENCUESTA | En función de la renta
El 60% de los españoles aceptaría el copago sanitario
- El 86% cree que los problemas de la Sanidad son 'muy graves'
- La mayoría aceptaría ciertos pagos en el servicio 'en función de las rentas'
- También se reclama que el Estado vuelva a asumir la gestión del sistema
La situación del Sistema Nacional de Salud preocupa, y mucho, a los ciudadanos. Según una encuesta impulsada por el Consejo General de Enfermería, el 86,6% de la población entiende que los problemas económicos por los que atraviesa la sanidad pública "son graves o muy graves" y hasta un 64,2% cree que la situación irá a peor, si bien sólo un 31,4% ha percibido deficiencias en la atención sanitaria que recibe.
A la hora de salvar un servicio que la población sigue valorando altamente y que considera básico, la gran mayoría considera que es el Estado quien debe asumir la gestión y el coste de la sostenibilidad de la
Sanidad, aunque los ciudadanos también están dispuestos a añadir otros granitos de arena de su bolsillo.
Así, el 54,8% de la población vería adecuada la posibilidad de establecer un ticket disuasorio (un pequeño pago cada vez que se utiliza un servicio) y el 63,5% aceptaría el establecimiento de un copago en función de la renta. En ese sentido, el 50,8% considera que el copago será necesario en los próximos años y el 48,6% lo considera una medida justa, si bien el 73% cree que no es una opción que esté todavía socialmente aceptada.
Al margen de la posibilidad del copago o el ticket sanitario, el 68,3% también estaría dispuesto a que se redujeran algunas prestaciones o medicamentos y el 66,8% ve adecuado que se introdujeran fórmulas de gestión privada siempre y cuando se siguiera manteniendo la gratuidad de la sanidad.
Este Observatorio Sanitario del Consejo General de Enfermería, que lleva por título 'El futuro de la Sanidad Pública', se ha realizado a partir de 1.200 entrevistas telefónicas a una población mayor de 16 años procedente de todo el país.
"Hemos hecho preguntas valientes que están ahora mismo en el debate público", ha señalado en la presentación del trabajo el presidente del Consejo General de Enfermería, Máximo González, que ha estado acompañado del director del estudio, José María Sansegundo.
Para los encuestados, las dificultades que padece el Sistema Nacional de Salud se deben, principalmente -y de mayor a menor medida- a la crisis económica general, el abuso de algunos pacientes, la mala gestión de la sanidad pública, el envejecimiento de la población y la subida del coste de algunos tratamientos.
Respecto al modelo, hasta un 69,8% de la muestra preferiría que el Estado recuperase todas las competencias sanitarias, lo que según se ha sugerido durante la presentación del estudio, podría reflejar el descontento con los problemas de gestión del modelo autonómico. "Existe la percepción de que algo está pasando con las fronteras artificiales que se están creando en el sistema sanitario", ha señalado al respecto González.
El 71,6% de la muestra ha señalado disponer sólo de sanidad pública, mientras que el 23,4% combina la atención pública con un seguro privado (un 4,9% utiliza sólo lo atención privada).
Ante la pregunta de qué atención eligiría si se enfrentase a determinadas situaciones, la mayoría optó por el problema público. El procentaje era especialmente elevado en el supuesto de una emergencia (72,7%) y una operación grave (75,8%), aunque hasta en el caso de las consultas habituales, el 59,6% confesó preferir la pública frente al 39,3% que eligió la privada.
En los últimos meses, hasta el 75,6% de la muestra ha utilizado algún tipo de servicio de la Sanidad pública, ya sea como paciente o como acompañante de algún familiar.
Un porcentaje similar también considera una buena opción que la enfermería asuma competencias como la atención del niño sano, el seguimiento del paciente crónico o la solicitud de determinadas pruebas.
"Si algo deja claro esta encuesta es que estamos en un proceso de cambio. La población valora enormemente el servicio, reconoce que tiene problemas y está dispuesto a tomar algunas medidas, si bien cree que el mayor peso debe asumirlo el Estado", ha señalado Sansegundo a modo de colofón de la rueda de prensa.
A la hora de salvar un servicio que la población sigue valorando altamente y que considera básico, la gran mayoría considera que es el Estado quien debe asumir la gestión y el coste de la sostenibilidad de la
Sanidad, aunque los ciudadanos también están dispuestos a añadir otros granitos de arena de su bolsillo.
Así, el 54,8% de la población vería adecuada la posibilidad de establecer un ticket disuasorio (un pequeño pago cada vez que se utiliza un servicio) y el 63,5% aceptaría el establecimiento de un copago en función de la renta. En ese sentido, el 50,8% considera que el copago será necesario en los próximos años y el 48,6% lo considera una medida justa, si bien el 73% cree que no es una opción que esté todavía socialmente aceptada.
Al margen de la posibilidad del copago o el ticket sanitario, el 68,3% también estaría dispuesto a que se redujeran algunas prestaciones o medicamentos y el 66,8% ve adecuado que se introdujeran fórmulas de gestión privada siempre y cuando se siguiera manteniendo la gratuidad de la sanidad.
Este Observatorio Sanitario del Consejo General de Enfermería, que lleva por título 'El futuro de la Sanidad Pública', se ha realizado a partir de 1.200 entrevistas telefónicas a una población mayor de 16 años procedente de todo el país.
"Hemos hecho preguntas valientes que están ahora mismo en el debate público", ha señalado en la presentación del trabajo el presidente del Consejo General de Enfermería, Máximo González, que ha estado acompañado del director del estudio, José María Sansegundo.
Para los encuestados, las dificultades que padece el Sistema Nacional de Salud se deben, principalmente -y de mayor a menor medida- a la crisis económica general, el abuso de algunos pacientes, la mala gestión de la sanidad pública, el envejecimiento de la población y la subida del coste de algunos tratamientos.
Respecto al modelo, hasta un 69,8% de la muestra preferiría que el Estado recuperase todas las competencias sanitarias, lo que según se ha sugerido durante la presentación del estudio, podría reflejar el descontento con los problemas de gestión del modelo autonómico. "Existe la percepción de que algo está pasando con las fronteras artificiales que se están creando en el sistema sanitario", ha señalado al respecto González.
Un servicio clave
Pese a la crisis, los ciudadanos tienen, en general, una buena valoración de la evolución de la sanidad en los últimos años. De hecho, dan un claro aprobado a la mejora la preparación de los profesionales, los medios disponibles o la atención recibida. En cambio, se lleva un varapalo la evolución de la financiación del sistema, las listas de espera y la gestión general.El 71,6% de la muestra ha señalado disponer sólo de sanidad pública, mientras que el 23,4% combina la atención pública con un seguro privado (un 4,9% utiliza sólo lo atención privada).
Ante la pregunta de qué atención eligiría si se enfrentase a determinadas situaciones, la mayoría optó por el problema público. El procentaje era especialmente elevado en el supuesto de una emergencia (72,7%) y una operación grave (75,8%), aunque hasta en el caso de las consultas habituales, el 59,6% confesó preferir la pública frente al 39,3% que eligió la privada.
En los últimos meses, hasta el 75,6% de la muestra ha utilizado algún tipo de servicio de la Sanidad pública, ya sea como paciente o como acompañante de algún familiar.
El papel de la enfermería
La encuesta también ha abordado la percepción de la población sobre el papel que deben tener las enfermeras en la atención sanitaria. Según los datos del trabajo, el 72,7% de la población considera que la posibilidad de que estos profesionales prescriban recetas es una buena medida. De hecho, en torno al 70% cree que supondrá un ahorro y agilizará considerablemente la atención sanitaria.Un porcentaje similar también considera una buena opción que la enfermería asuma competencias como la atención del niño sano, el seguimiento del paciente crónico o la solicitud de determinadas pruebas.
"Si algo deja claro esta encuesta es que estamos en un proceso de cambio. La población valora enormemente el servicio, reconoce que tiene problemas y está dispuesto a tomar algunas medidas, si bien cree que el mayor peso debe asumirlo el Estado", ha señalado Sansegundo a modo de colofón de la rueda de prensa.
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