El veinte por ciento de los residuos generados por actividades sanitarias son peligrosos
Madrid (12-14 /11/ 2011) - E.P.
Falta de concienciación, escasa formación para manejarlos adecuadamente, financiación y recursos humanos insuficientes son, según la OMS, los problemas más comunes en el manejo de materiales que pueden ser infecciosos, tóxicos e incluso radiactivos
El 80 por ciento de los desechos generados por las actividades sanitarias son residuos generales, similares a los que se producen en el ámbito doméstico. Sin embargo, el 20 por ciento restante corresponde a desechos peligrosos, que pueden ser infecciosos, tóxicos e incluso radiactivos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recuerda que es necesario mejorar el manejo de estos residuos, una tarea que requiere el compromiso firme de gobiernos y autoridades locales.
Cada año se administran unos 16.000 millones de inyecciones en todo el mundo, pero no todas las agujas y jeringuillas no se manejan después de forma adecuada. Los residuos sanitarios contienen microorganismos potencialmente dañinos, que podrían infectar a los pacientes de los hospitales, los trabajadores sanitarios y a la población en general, han señalado expertos de la OMS.
La mayoría de los desechos sanitarios peligrosos (15 por ciento) son residuos infecciosos y anatómicos, es decir, restos de materiales contaminados con sangre o sus subproductos, cultivos o agentes infecciosos, entre otras sustancias, muestras para el diagnóstico que contienen sangre u otros fluidos corporales, animales de laboratorio infectados y materiales o equipamientos contaminados.
El instrumental representa cerca del uno por ciento de los residuos totales, pero son la mayor fuente de transmisión de enfermedades, si no se maneja adecuadamente. El tres por ciento de los desechos sanitarios contienen productos químicos y fármacos, mientras que el uno por ciento de los desechos sanitarios totales presenta residuos genotóxicos, materiales radioactivos y metales pesados.
Según la OMS, las mayores fuentes de residuos sanitarios son los hospitales y otros centros de atención sanitaria, laboratorios e instituciones de investigación, centros mortuorios y de autopsias, bancos de sangre y enfermeras que atienden en casa a pacientes ancianos.
Los países de ingresos más altos generan una media de 0,5 kilogramos de residuos sanitarios peligrosos por cama al día, mientras que los de ingresos más bajos producen unos 0,2 kilogramos de media. "Sin embargo , apuntan desde la OMS, los residuos sanitarios en los países de ingresos bajos no suelen separarse entre peligrosos y no peligrosos, lo que hace que la cantidad real de desechos peligros sea mucho mayor".
Otros potenciales riesgos infecciosos pueden incluir la expansión de microorganismos multirresistentes desde el ámbito sanitario al ambiente. Estos residuos y sus subproductos pueden causar otros daños, como envenenamiento y contaminación a través de la liberación de productos farmacéuticos, sobre todo antibióticos y fármacos citotóxicos; envenenamiento a través del agua y mediante compuestos, como el mercurio o las dioxinas que se liberan durante la incineración.
Es el caso del manejo de las agujas y jeringuillas, creando riesgo de herirse con ellas, infectarse y dar la oportunidad a su posible reutilización. Según la OMS, en el año 2000, las inyecciones administradas con jeringuillas contaminadas causaron unos 21 millones de infecciones por el virus de la hepatitis B, dos millones de infecciones con el virus de la hepatitis C y 260.000 infecciones de VIH en todo el mundo.
"Muchas de estas infecciones se podrían haber evitado si las jeringuillas se hubieran manejado de forma segura. La reutilización de jeringuillas desechables y agujas para administrar inyecciones es particularmente común en ciertos países de África, Asia y Europa Central y del Este", anotan.
También es peligrosa la exposición ocasional a residuos radiactivos, originados a partir de los tratamientos con radioterapia que no han sido manejados de forma apropiada. Dice la OMS que se han documentado "accidentes graves durante 1988 en Brasil, donde murieron cuatro personas y 28 sufrieron serias quemaduras por radiación". "También se registraron en México y Marruecos en 1983, en Argelia en 1978 y en México en 1962", añaden.
Los riesgos asociados con otros tipos de residuos sanitarios, sobre todo los residuos de sangre y químicos, podrían ser significativos, pero aún no han sido valorados en su totalidad. La falta de concienciación sobre los peligros relacionados con los residuos sanitarios, la escasa formación para manejar adecuadamente estos desechos, la falta de sistemas para el manejo de estos materiales, la financiación y los recursos humanos insuficientes y la escasa prioridad que se le da a estos temas son, según la OMS, "los problemas más comunes" en el manejo de este asunto.
Muchos países no tienen la normativa apropiada o no la han reforzado. Un tema clave es la atribución clara de responsabilidades en el manejo de estos residuos. Según el principio de 'quien contamina paga', la responsabilidad recae sobre el productor de los residuos, que suele ser el proveedor de los servicios sanitarios, o sobre el centro en el que se realizaban las actividades", concluye.
Cada año se administran unos 16.000 millones de inyecciones en todo el mundo, pero no todas las agujas y jeringuillas no se manejan después de forma adecuada. Los residuos sanitarios contienen microorganismos potencialmente dañinos, que podrían infectar a los pacientes de los hospitales, los trabajadores sanitarios y a la población en general, han señalado expertos de la OMS.
La mayoría de los desechos sanitarios peligrosos (15 por ciento) son residuos infecciosos y anatómicos, es decir, restos de materiales contaminados con sangre o sus subproductos, cultivos o agentes infecciosos, entre otras sustancias, muestras para el diagnóstico que contienen sangre u otros fluidos corporales, animales de laboratorio infectados y materiales o equipamientos contaminados.
El instrumental representa cerca del uno por ciento de los residuos totales, pero son la mayor fuente de transmisión de enfermedades, si no se maneja adecuadamente. El tres por ciento de los desechos sanitarios contienen productos químicos y fármacos, mientras que el uno por ciento de los desechos sanitarios totales presenta residuos genotóxicos, materiales radioactivos y metales pesados.
Según la OMS, las mayores fuentes de residuos sanitarios son los hospitales y otros centros de atención sanitaria, laboratorios e instituciones de investigación, centros mortuorios y de autopsias, bancos de sangre y enfermeras que atienden en casa a pacientes ancianos.
Los países de ingresos más altos generan una media de 0,5 kilogramos de residuos sanitarios peligrosos por cama al día, mientras que los de ingresos más bajos producen unos 0,2 kilogramos de media. "Sin embargo , apuntan desde la OMS, los residuos sanitarios en los países de ingresos bajos no suelen separarse entre peligrosos y no peligrosos, lo que hace que la cantidad real de desechos peligros sea mucho mayor".
Otros potenciales riesgos infecciosos pueden incluir la expansión de microorganismos multirresistentes desde el ámbito sanitario al ambiente. Estos residuos y sus subproductos pueden causar otros daños, como envenenamiento y contaminación a través de la liberación de productos farmacéuticos, sobre todo antibióticos y fármacos citotóxicos; envenenamiento a través del agua y mediante compuestos, como el mercurio o las dioxinas que se liberan durante la incineración.
Es el caso del manejo de las agujas y jeringuillas, creando riesgo de herirse con ellas, infectarse y dar la oportunidad a su posible reutilización. Según la OMS, en el año 2000, las inyecciones administradas con jeringuillas contaminadas causaron unos 21 millones de infecciones por el virus de la hepatitis B, dos millones de infecciones con el virus de la hepatitis C y 260.000 infecciones de VIH en todo el mundo.
"Muchas de estas infecciones se podrían haber evitado si las jeringuillas se hubieran manejado de forma segura. La reutilización de jeringuillas desechables y agujas para administrar inyecciones es particularmente común en ciertos países de África, Asia y Europa Central y del Este", anotan.
También es peligrosa la exposición ocasional a residuos radiactivos, originados a partir de los tratamientos con radioterapia que no han sido manejados de forma apropiada. Dice la OMS que se han documentado "accidentes graves durante 1988 en Brasil, donde murieron cuatro personas y 28 sufrieron serias quemaduras por radiación". "También se registraron en México y Marruecos en 1983, en Argelia en 1978 y en México en 1962", añaden.
Los riesgos asociados con otros tipos de residuos sanitarios, sobre todo los residuos de sangre y químicos, podrían ser significativos, pero aún no han sido valorados en su totalidad. La falta de concienciación sobre los peligros relacionados con los residuos sanitarios, la escasa formación para manejar adecuadamente estos desechos, la falta de sistemas para el manejo de estos materiales, la financiación y los recursos humanos insuficientes y la escasa prioridad que se le da a estos temas son, según la OMS, "los problemas más comunes" en el manejo de este asunto.
Muchos países no tienen la normativa apropiada o no la han reforzado. Un tema clave es la atribución clara de responsabilidades en el manejo de estos residuos. Según el principio de 'quien contamina paga', la responsabilidad recae sobre el productor de los residuos, que suele ser el proveedor de los servicios sanitarios, o sobre el centro en el que se realizaban las actividades", concluye.
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