Hasta el 80 por ciento de los pacientes de Atención Primaria citan el dolor como motivo de consulta
Madrid (25/11/2011) - Ainhoa Iriberri
El manejo del dolor sigue siendo la asignatura pendiente de la biomedicina. A pesar de los avances registrados, y de la entrada en el mercado de más opciones terapéuticas, los pacientes siguen sufriendo dolor y muchos profesionales sanitarios no están preparados para aliviárselo, tal y como ha quedado de manifiesto en la IV Reunión Nacional Dolor y Sociedad, celebrada en Madrid
Esta conferencia, organizada por la Fundación para la Investigación en Salud (FUINSA) y la Fundación Grunenthal, dependiente del laboratorio del mismo nombre, fabricante de fármacos para el dolor, ha estado centrada en el paciente, pero desde distintos puntos de vista: el médico de Atención Primaria, el propio enfermo, los medios de comunicación, el psicólogo, la formación del paciente y la calidad asistencial.
Todos han coincidido en que el tratamiento del dolor debe ser multidisciplinar y que hay que acabar con dogmas muy implantados en la sociedad española, sobre todo los referidos a la resignación y la culpa, como destacaron varios de los participantes.
El coordinador del Área de Tratamiento del Dolor de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), Emilio Blanco, fue uno de los que ofreció la perspectiva del médico de AP, el primer receptor de los pacientes con dolor. Blanco recordó que entre el 40 y el 80 por ciento de sus enfermos citan el dolor como motivo de consulta, una cifra que varía según diversos factores, incluyendo la época del año.
Cito la artrosis, la fibromialgia, los procesos neuropáticos, como los asociados a la diabetes y la lumbalgia inespecífica como principales causas de dolor crónico, que también puede enmascarar una depresión.
Según su experiencia en la práctica clínica, en los últimos años el paciente se ha hecho más vulnerable y menos tolerante y es el médico de familia el que tiene el papel privilegiado de dar a tención longitudinal (a lo largo del tiempo) a los que sufren dolor.
Para Blanco, existe una carencia de formación específica sobre el dolor tanto en el grado de Medicina como en la especialidad de Atención Primaria, algo en lo que también coincidió el otro médico de AP presente en el debate, el especialista del Servicio Canario de Salud Pedro Martín.
Este experto habló de que hay ciertas barreras que impiden un tratamiento adecuado del dolor, sobre todo el miedo al tratamiento y la creencia de que "esto es así", es decir, que el dolor es un síntoma inherente a las enfermedades y que hay que aguantarse.
Sin embargo, si el dolor se valida y reconoce y se trata al paciente con respeto, así como si se le da especial valor al seguimiento de este síntoma a lo largo de la enfermedad "dichas barreras se pueden levantar".
La voz del paciente también se escuchó en la jornada. La presidenta de la Liga Reumatológica Gallega, que lleva más de 30 años con dolores por artritis reumatoide, abogó porque "no falten los tratamientos" y por buscar "soluciones con sentido común para evitar las crisis de dolor, como alternar ciclos de reposo y actividad". Los equipos multidisciplinares son básicos para esta paciente, que afirmó que "no hay que buscar culpables externos" al dolor que se padece.
Por su parte, la presidenta de la Fundación Fibromialgia y Fatiga Crónica, Emilia Altarriba, destacó el impacto que el dolor tiene en los que sufren su dolencia. "El médico no te cree, piensa que magnificas el dolor; la familia te recrimina que no estés contenta, en el trabajo piensan que eres una vaga; una se sienta estafadora y ciudadana de segunda", resumión.
Por su parte, la presidente del Grupo Español de Pacientes con Cáncer, Begoña Barragán, habló de cómo el dolor es la principal causa de pérdida de calidad de vida en los pacientes con cáncer, de los que el 30% considera "que hay que aceptarlo". Además, señaló una peculiaridad del dolor asociado a las enfermedades oncológicas: "Mucha gente no comunica la existencia de dolor, porque temen escuchar como respuesta que la enfermedad ha avanzado".
Los representantes de los medios de comunicación hicieron hincapié en la importancia de los mismos a la hora de no menospreciar este síntoma.
A continuación, el médico y psicólogo Manuel Jiménez habló de la necesidad de no distinguir entre dolor físico y psicológico, así como de la importancia de que estos profesionales trabajen al mismo tiempo que los médicos. La psicóloga de la Sociedad Española de Reumatología Milena Gobbo, afirmó que "hay que dejar de pensar en factores (psicológicos y biológicos), y pasar a pensar en niveles de dolor".
Por parte de los especialistas, la directora de la Clínica del Dolor Praxis, María Luisa Franco, denunció que las unidades del dolor "no están llevadas por profesionales involucrados en el proceso del dolor" y alertó sobre el desconocimiento de los propios médicos sobre las alternativas útiles para mitigar este síntoma. "En la última década han salido muchos fármacos que nos permiten hacer un tratamiento a la carta", concluyó la especialista.
Todos han coincidido en que el tratamiento del dolor debe ser multidisciplinar y que hay que acabar con dogmas muy implantados en la sociedad española, sobre todo los referidos a la resignación y la culpa, como destacaron varios de los participantes.
El coordinador del Área de Tratamiento del Dolor de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), Emilio Blanco, fue uno de los que ofreció la perspectiva del médico de AP, el primer receptor de los pacientes con dolor. Blanco recordó que entre el 40 y el 80 por ciento de sus enfermos citan el dolor como motivo de consulta, una cifra que varía según diversos factores, incluyendo la época del año.
Cito la artrosis, la fibromialgia, los procesos neuropáticos, como los asociados a la diabetes y la lumbalgia inespecífica como principales causas de dolor crónico, que también puede enmascarar una depresión.
Según su experiencia en la práctica clínica, en los últimos años el paciente se ha hecho más vulnerable y menos tolerante y es el médico de familia el que tiene el papel privilegiado de dar a tención longitudinal (a lo largo del tiempo) a los que sufren dolor.
Para Blanco, existe una carencia de formación específica sobre el dolor tanto en el grado de Medicina como en la especialidad de Atención Primaria, algo en lo que también coincidió el otro médico de AP presente en el debate, el especialista del Servicio Canario de Salud Pedro Martín.
Este experto habló de que hay ciertas barreras que impiden un tratamiento adecuado del dolor, sobre todo el miedo al tratamiento y la creencia de que "esto es así", es decir, que el dolor es un síntoma inherente a las enfermedades y que hay que aguantarse.
Sin embargo, si el dolor se valida y reconoce y se trata al paciente con respeto, así como si se le da especial valor al seguimiento de este síntoma a lo largo de la enfermedad "dichas barreras se pueden levantar".
La voz del paciente también se escuchó en la jornada. La presidenta de la Liga Reumatológica Gallega, que lleva más de 30 años con dolores por artritis reumatoide, abogó porque "no falten los tratamientos" y por buscar "soluciones con sentido común para evitar las crisis de dolor, como alternar ciclos de reposo y actividad". Los equipos multidisciplinares son básicos para esta paciente, que afirmó que "no hay que buscar culpables externos" al dolor que se padece.
Por su parte, la presidenta de la Fundación Fibromialgia y Fatiga Crónica, Emilia Altarriba, destacó el impacto que el dolor tiene en los que sufren su dolencia. "El médico no te cree, piensa que magnificas el dolor; la familia te recrimina que no estés contenta, en el trabajo piensan que eres una vaga; una se sienta estafadora y ciudadana de segunda", resumión.
Por su parte, la presidente del Grupo Español de Pacientes con Cáncer, Begoña Barragán, habló de cómo el dolor es la principal causa de pérdida de calidad de vida en los pacientes con cáncer, de los que el 30% considera "que hay que aceptarlo". Además, señaló una peculiaridad del dolor asociado a las enfermedades oncológicas: "Mucha gente no comunica la existencia de dolor, porque temen escuchar como respuesta que la enfermedad ha avanzado".
Los representantes de los medios de comunicación hicieron hincapié en la importancia de los mismos a la hora de no menospreciar este síntoma.
A continuación, el médico y psicólogo Manuel Jiménez habló de la necesidad de no distinguir entre dolor físico y psicológico, así como de la importancia de que estos profesionales trabajen al mismo tiempo que los médicos. La psicóloga de la Sociedad Española de Reumatología Milena Gobbo, afirmó que "hay que dejar de pensar en factores (psicológicos y biológicos), y pasar a pensar en niveles de dolor".
Por parte de los especialistas, la directora de la Clínica del Dolor Praxis, María Luisa Franco, denunció que las unidades del dolor "no están llevadas por profesionales involucrados en el proceso del dolor" y alertó sobre el desconocimiento de los propios médicos sobre las alternativas útiles para mitigar este síntoma. "En la última década han salido muchos fármacos que nos permiten hacer un tratamiento a la carta", concluyó la especialista.
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