La artrosis, protagonista de una de cada siete consultas de Atención Primaria
Madrid (18/11/2011) - Redacción
• Afecta al 24 por ciento de los españoles con más de 45 años y se estima que en el 2020 se convierta en la cuarta causa de discapacidad debido al aumento de la esperanza de vida y al envejecimiento de la población
• El papel del médico de AP en su detección precoz es fundamental, según semFYC
Se estima que más de 7 millones de españoles sufren artrosis, la enfermedad reumática más frecuente que tiene el dolor como principal síntoma y que motiva una de cada siete visitas al médico de familia. "Todo esto supone una gran limitación para la vida cotidiana del paciente. Incluso, en los casos más graves puede llegar a causar incapacidad temporal y hasta permanente", señala el doctor Alejandro Tejedor, coordinador del Grupo de Reumatología de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC).
Un 24 por ciento de los españoles la padece a partir de los 40-45 años en cualquier localización del cuerpo (rodilla, columna, manos y cadera). De manera que el alto grado de comorbilidad y la escasa calidad de vida de los pacientes son para el doctor Tejedor motivos más que suficientes para que distintas especialidades aúnen esfuerzos para mejorar la atención de la artrosis y, en general, de las patologías reumáticas. "Como médicos de familia tenemos una posición privilegiada a la hora de conocer al paciente con enfermedades reumáticas, así como para atenderlo en su entorno. La colaboración entre médicos de familia y reumatólogos se va a traducir en una mejor atención al paciente. Un resultado que será aún mejor si se conciencia a la población y se dan a conocer las necesidades de los afectados", asegura.
Se prevé que en los próximos años se pueda duplicar el número de personas que padecen esta patología, y que en año 2020 se convierta en la cuarta causa de discapacidad debido al incremento de la esperanza de vida y al progresivo envejecimiento de la población.
Si bien la artrosis es una enfermedad que hasta el momento no tiene cura, con un buen tratamiento se pueden obtener grandes beneficios, permitiéndoles a los pacientes llevar una vida prácticamente normal. Por este motivo, la comunicación entre el médico de Atención Primaria (AP) y el reumatólogo es fundamental para el diagnóstico definitivo y el establecimiento de las líneas de tratamiento adecuadas a cada paciente, ya que se estima que la mitad de las personas con síntomas de artrosis necesitará tratamiento farmacológico.
Hoy en día, el diagnóstico está basado en criterios clínicos apoyándose en técnicas de imagen como la radiología, la ecografía o la resonancia, "lo que supone un retraso en identificar la enfermedad ya que puede llevar años de desarrollo a nivel molecular y metabólico cuando la detectamos", explica el doctor Tejedor.
Para evitarlo, ya se está trabajando en identificar marcadores biológicos que permitan lograr un diagnóstico precoz, al mismo tiempo que establecer un mejor pronóstico y evaluación de las medidas terapéuticas aplicadas.
Un 24 por ciento de los españoles la padece a partir de los 40-45 años en cualquier localización del cuerpo (rodilla, columna, manos y cadera). De manera que el alto grado de comorbilidad y la escasa calidad de vida de los pacientes son para el doctor Tejedor motivos más que suficientes para que distintas especialidades aúnen esfuerzos para mejorar la atención de la artrosis y, en general, de las patologías reumáticas. "Como médicos de familia tenemos una posición privilegiada a la hora de conocer al paciente con enfermedades reumáticas, así como para atenderlo en su entorno. La colaboración entre médicos de familia y reumatólogos se va a traducir en una mejor atención al paciente. Un resultado que será aún mejor si se conciencia a la población y se dan a conocer las necesidades de los afectados", asegura.
Se prevé que en los próximos años se pueda duplicar el número de personas que padecen esta patología, y que en año 2020 se convierta en la cuarta causa de discapacidad debido al incremento de la esperanza de vida y al progresivo envejecimiento de la población.
Si bien la artrosis es una enfermedad que hasta el momento no tiene cura, con un buen tratamiento se pueden obtener grandes beneficios, permitiéndoles a los pacientes llevar una vida prácticamente normal. Por este motivo, la comunicación entre el médico de Atención Primaria (AP) y el reumatólogo es fundamental para el diagnóstico definitivo y el establecimiento de las líneas de tratamiento adecuadas a cada paciente, ya que se estima que la mitad de las personas con síntomas de artrosis necesitará tratamiento farmacológico.
Hoy en día, el diagnóstico está basado en criterios clínicos apoyándose en técnicas de imagen como la radiología, la ecografía o la resonancia, "lo que supone un retraso en identificar la enfermedad ya que puede llevar años de desarrollo a nivel molecular y metabólico cuando la detectamos", explica el doctor Tejedor.
Para evitarlo, ya se está trabajando en identificar marcadores biológicos que permitan lograr un diagnóstico precoz, al mismo tiempo que establecer un mejor pronóstico y evaluación de las medidas terapéuticas aplicadas.
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