La Fundación contra la Hipertensión Pulmonar pone en marcha nuevas becas de investigación dotadas de 36.000 euros
Madrid (12-14/11/2011) - Silvia C.Carpallo
Fatiga para esfuerzos cada vez más pequeños, mareos, incluso en ocasiones con pérdida de conciencia, y miembros hinchados son algunos de los síntomas de los 800 españoles que padecen hipertensión pulmonar, una enfermedad respiratoria minoritaria, que al no tener cura puede llegar a ser mortal, y para la que se reclama una mayor investigación
Tiene una incidencia de entre 15 y 25 pacientes por cada millón de habitantes, y en España afecta a un total de 800 personas, que a día de hoy, tienen tratamiento, pero no tienen cura. Se trata de la hipertensión pulmonar, y tanto como para darla a conocer, como para servir de foro de encuentro entre médicos, pacientes y laboratorios, la Fundación contra la Hipertensión Pulmonar (FCHP) ha celebrado su aniversario, acompañados de sus socios de honor, entre ellos el grupo musical Melocos. Uno de los motivos de celebración de esta gala era anunciar que "vamos a poner en marcha unas becas de investigación, por 36.000 euros, para conseguir nuestro objetivo primordial, que es empujar esa investigación que aún no existe, y que tanto necesitamos", anunciaba a EL MÉDICO, Elena González, vicepresidenta de la FCHP. González quería dejar claro lo importante de esta necesidad ya que "es una enfermedad que no tiene cura, y por eso mata, todos los años tenemos bajas". Estas becas, que estarán respaldadas por diferentes laboratorios farmacéuticos, no eran la única novedad en la gala de aniversario, ya que también se anunciaba que la hipertensión pulmonar formará parte del Año 2012 SEPAR, de las enfermedades raras respiratorias
La Fundación ya ha puesto en marcha anteriormente otros proyectos, "hay un proyecto de investigación genética, en colaboración con el Hospital La Paz- explicaba González- les hemos facilitado una serie de kits de saliva, para que puedan coger esas pruebas genéticas en niños, para no tener que pincharlos, y que los padres puedan saber si los niños pequeños o los hermanos podrían desarrollar la enfermedad". Aunque en realidad, según aporta la vicepresidenta, esta enfermedad suele darse más predominantemente en mujeres jóvenes en edad fértil.
Retos de la Hipertensión Pulmonar
"Se van cerrando poco a poco las arterias de los pulmones, y la sangre que sale de la parte derecha del corazón y que tiene que atravesar esas arterias tiene menos espacio, y tiene que aumentar la presión, pero llega un momento en el que el corazón ya no tiene fuerza para enviar toda la sangre, y se produce una insuficiencia cardiaca", esa es la descripción que Adolfo Baloira, neumólogo del Complejo Hospitalario de Pontevedra, da sobre la llamada hipertensión pulmonar. Se trata de una enfermedad progresiva, en la que el paciente, si no recibe un tratamiento eficaz, tiene una media de supervivencia de tres años. Para ello, es muy importante hacer un buen trabajo de diagnóstico si se presentan síntomas como la fatiga para esfuerzos cada vez más pequeños, mareos, incluso en ocasiones con pérdida de conciencia. También pueden aparecer reacciones como la hinchazón de piernas, o que "finalmente el paciente pueda llegar a tener dificultad para respirar incluso estando en reposo", según Baloira. En estos casos, "es fundamental primero hacer una ecografía del corazón, y después el realizar un cateterismo cardiaco".
Los primeros tratamientos aparecieron en 2002, ya que antes, el paciente apenas podía hacer vida normal sin abandonar el reposo. Éstos eran de aplicación intravenosa y debían administrase de manera continua al paciente. Hoy "tenemos bastantes tratamientos, incluso en pastillas, que hacen que mejore bastante el paciente", apunta el neumólogo. En realidad, la administración de uno u otro tratamiento, depende de en qué momento de severidad se haya detectado la enfermedad. "si la situación es de grado moderado, se empieza con pastillas, con un solo medicamento, y si no va bien, con dos medicamentos asociados, que actúan de forma distintas. Si todo eso no sirve, hay que poner tratamientos, que bien pueden ser subcutáneos, o directamente en vena, pero obligan a una infusión continua y si se para la infusión porque se para la bomba, el paciente puede morir incluso en 30 minutos, por eso todo paciente ha de llevar otra bomba de repuesto y acceso siempre continuo al hospital".
La Fundación ya ha puesto en marcha anteriormente otros proyectos, "hay un proyecto de investigación genética, en colaboración con el Hospital La Paz- explicaba González- les hemos facilitado una serie de kits de saliva, para que puedan coger esas pruebas genéticas en niños, para no tener que pincharlos, y que los padres puedan saber si los niños pequeños o los hermanos podrían desarrollar la enfermedad". Aunque en realidad, según aporta la vicepresidenta, esta enfermedad suele darse más predominantemente en mujeres jóvenes en edad fértil.
Retos de la Hipertensión Pulmonar
"Se van cerrando poco a poco las arterias de los pulmones, y la sangre que sale de la parte derecha del corazón y que tiene que atravesar esas arterias tiene menos espacio, y tiene que aumentar la presión, pero llega un momento en el que el corazón ya no tiene fuerza para enviar toda la sangre, y se produce una insuficiencia cardiaca", esa es la descripción que Adolfo Baloira, neumólogo del Complejo Hospitalario de Pontevedra, da sobre la llamada hipertensión pulmonar. Se trata de una enfermedad progresiva, en la que el paciente, si no recibe un tratamiento eficaz, tiene una media de supervivencia de tres años. Para ello, es muy importante hacer un buen trabajo de diagnóstico si se presentan síntomas como la fatiga para esfuerzos cada vez más pequeños, mareos, incluso en ocasiones con pérdida de conciencia. También pueden aparecer reacciones como la hinchazón de piernas, o que "finalmente el paciente pueda llegar a tener dificultad para respirar incluso estando en reposo", según Baloira. En estos casos, "es fundamental primero hacer una ecografía del corazón, y después el realizar un cateterismo cardiaco".
Los primeros tratamientos aparecieron en 2002, ya que antes, el paciente apenas podía hacer vida normal sin abandonar el reposo. Éstos eran de aplicación intravenosa y debían administrase de manera continua al paciente. Hoy "tenemos bastantes tratamientos, incluso en pastillas, que hacen que mejore bastante el paciente", apunta el neumólogo. En realidad, la administración de uno u otro tratamiento, depende de en qué momento de severidad se haya detectado la enfermedad. "si la situación es de grado moderado, se empieza con pastillas, con un solo medicamento, y si no va bien, con dos medicamentos asociados, que actúan de forma distintas. Si todo eso no sirve, hay que poner tratamientos, que bien pueden ser subcutáneos, o directamente en vena, pero obligan a una infusión continua y si se para la infusión porque se para la bomba, el paciente puede morir incluso en 30 minutos, por eso todo paciente ha de llevar otra bomba de repuesto y acceso siempre continuo al hospital".
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