biología, entorno y estilos de vida
La salud es mucho más que Sanidad
La biología, el entorno y los estilos de vida definen hasta el 90 por ciento del estado de salud de una persona, quedando la responsabilidad del sistema sanitario en torno al 10-11 por ciento. Teniendo esto en cuenta, justo ahora que la sanidad se enfrenta a un grave problema de sostenibilidad, ¿no sería un buen momento para incidir en políticas que mejoren el resto de determinantes? Lo es, pero ni tan fácil. diario médico recoge las visiones de cuatro expertos que detallan qué es, de dónde viene y hacia dónde va el estado de salud de la población.
Rosalía Sierra | 28/11/2011 00:00
La biología, el entorno, los estilos de vida y la sanidad. (DM)
El conocido como Informe Lalonde describe cuatro: biología, estilo de vida, medio ambiente y sistema sanitario, siendo éste el que menos influencia (apenas un 11 por ciento) tiene en el estado de salud de las personas. Es decir, que somos lo que comemos, lo que respiramos, lo que hacemos, lo que nos hacen y lo que llevamos escrito en los genes.
Además, es imposible obviar la influencia que la genética y el entorno tienen en el estilo de vida, y la de la situación socioeconómica en el sistema sanitario, y la de la educación en el autocuidado... Por ello, casi veinte años después, en 1991, Göran Dahlgren y Margaret Whitehead, del Centro de Investigación en Determinantes Sociales de la Salud de la Universidad de Liverpool, diseñaron para la Organización Mundial de la Salud (OMS) un modelo mucho más completo que muestra las interrelaciones entre los cuatro tipos de determinantes, que ha servido a la OMS para diseñar sus estrategias sanitarias y de reducción de las inequidades en este sentido.
Al hilo de estas ideas y de la situación actual surgen varias preguntas: ¿Cómo puede influir la financiación sanitaria en la mejora de la salud? ¿Qué impacto tendrá la crisis económica en la salud de los ciudadanos? ¿De qué servirá toda la investigación sobre marcadores genéticos? La Fundación Gaspar Casal y la Fundación Ramón Areces han tratado de darles respuesta reuniendo a cuatro expertos en sendos determinantes en una conferencia debate.
- Una secuenciación completa a edad temprana puede ahorrar enfermedades y costes
DETERMINANTES BIOLÓGICOS
Difieren los porcentajes según a quién se le pregunte; para los genetistas, la biología supone en torno a la mitad de las condiciones que determinan la salud, por lo que "resulta fundamental recurrir a ella para la prevención. No hay soluciones únicas, ni aisladas, ni para todos", afirma José María Ordovás, director del Laboratorio de Nutrición y Genética de la Universidad de Tufts (Boston).
El uso de biomarcadores en la detección y diagnóstico de enfermedades se ha multiplicado durante los últimos años, pero aún falta el paso definitivo: "Hasta el momento, se están usando en edades en que la progresión preclínica de la dolencia ya está avanzada, lo que resulta menos efectivo y, sobre todo, mucho más caro que su detección a edades tempranas".
Mil dólares
Así, mientras que un paciente con insuficiencia cardiaca cuesta al sistema sanitario unos 18.000 euros al año, "dentro de poco tiempo, quizá unos meses, llegaremos al genoma de los mil dólares", es decir, una secuenciación completa por el mismo precio que muchas pruebas diagnósticas que se realizan cada día en los hospitales.
- Una cuarta parte de las enfermedades derivan de riesgos ambientales
DETERMINANTES MEDIOAMBIENTALES
El mismísimo Hipócrates decía en su tratado De aires, aguas y lugares que aspectos como el clima, el agua, la alimentación y la situación geográfica son elementos que pueden ayudar al médico a evaluar la salud de los habitantes de una población. Tuvieron que pasar muchos siglos para que se tomaran cartas políticas en el asunto a la vista de investigaciones que, sobre todo en Inglaterra a mediados del siglo XIX, sentaran evidencia de la diferente posibilidad de contraer enfermedades como cólera y tuberculosis entre poblaciones con mejores o peores condiciones de higiene y calidad del agua.
"Los riesgos ambientales han evolucionado pero siguen muy presentes. Ahora se plantean problemas por contaminación, radiación, ruidos, cambio climático, etc. El problema es que en algunas poblaciones se combinan los riesgos tradicionales con los actuales", afirma Ferrán Ballester, coordinador del Área de Ambiente y Salud del Centro Superior de Investigación en Salud Pública de la Comunidad Valenciana.
Una cuarta parte
Aunque la mayoría de las enfermedades tiene un componente multifactorial, según el primer informe de la OMS centrado en estos determinantes (2002), "el 23 por ciento de las defunciones y el 24 por ciento de las enfermedades -hasta un 36 por ciento en niños- se atribuyen a riesgos ambientales sobre los que se puede intervenir". Muchos de ellos, como la contaminación de interiores causada por la combustión de distintos materiales para producir calor, son más frecuentes en el Tercer Mundo, pero otros son propios de Occidente. Tal es el caso de la contaminación atmosférica. Según los resultados del proyecto Aphekom, red de investigación en el que participan 25 ciudades europeas, vivir en una ciudad altamente contaminada como Bucarest resta de media hasta 22 meses de vida.
ESTILOS DE VIDA
Lo que el Informe Lalonde puso de manifiesto es que "no todo depende de los servicios sanitarios; en gran parte, la salud es una responsabilidad de los propios individuos y de las Administraciones", lo que hace pensar en el gran valor que deberían tener la prevención y la promoción de la salud, según apunta Fernando Rodríguez-Artalejo, director del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid. Sin embargo, esta obviedad choca con la naturaleza humana: "Tenemos mentalidad de rescate. Una persona gastaría todo su dinero para sacar a un niño que se ha caído a un pozo, pero se lo pensaría mucho antes de poner un euro para llenar el campo de brocales".
- El ser humano tiene mentalidad de rescate; es muy difícil hacer prevención
Por ello, cuando se trata de incidir sobre estilos de vida saludable, hay que diseñar estrategias que resulten realmente efectivas, teniendo en cuenta "si es preferible que sean para toda la población o sólo para grupos de alto riesgo". Y es que no hay estrategias todoterreno, aunque sí deben encaminarse al 4x4: "Cuatro estilos de vida -tabaquismo, abuso de alcohol, sedentarismo y dieta inadecuada- son los grandes determinantes de las cuatro dolencias más prevalentes: cáncer, patologías cardiovasculares, diabetes y EPOC".
Modificar formas de vida
Los mayores problemas son dos: es difícil definir "hasta dónde puede llegar la intervención de los poderes públicos en la modificación de estilos de vida", y la triste paradoja de lo políticamente correcto: "Las políticas más populares son inefectivas, y las efectivas suelen ser impopulares".
SISTEMA SANITARIO
El sistema sanitario es el último de los determinantes en incorporarse a la ecuación, dado que su influencia en la salud de los ciudadanos "siguiendo una relación de coste-beneficio es muy reciente, apenas medio siglo", dice Vicente Ortún, decano de la Facultad de Económicas y Empresariales de la Universidad Pompeu Fabra, de Barcelona.
- Los sistemas sanitarios valen lo que cuestan, aunque queda mucha iatrogenia
Por ello defiende que, "en promedio, los sistemas sanitarios valen lo que cuestan. El problema es que sigue habiendo mucha iatrogenia y muchas buenas prácticas que no se aplican".
A pesar de su valor, el sistema sanitario se convierte en víctima de recortes cuando, como ahora, se atraviesa una dura crisis económica. Pero no es una víctima inocente: "En España el gasto sanitario entre 2002 y 2009 se incrementó un 40 por ciento, del que apenas el 10 es atribuible al envejecimiento. Y tampoco estábamos tan mal en 2002, por lo que margen de ahorro debe de haber".
Contexto económico
Ortún reconoce que en la salud tienen mucha más influencia el resto de determinantes, "porque durante la gran crisis de China en los años 50 la gente no moría por falta de medicinas, sino por falta de democracia", mientras que una crisis similar a la española vivida por Finlandia a principios de los 90 "incrementó la esperanza de vida por la confianza de la población en la estructura del Estado del Bienestar". Así, afirma, "las condiciones socioeconómicas son el marcador biológico más importante".
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