INVESTIGADORES POR EL MUNDO | Mikel Prieto
'La Sanidad es un derecho, pero no tiene por qué ser todo gratis'
- Afincado en Minnesota, realiza trasplantes en la la prestigiosa clínica Mayo
- 'Nadie debería arruinarse por pagar facturas médicas', afirma sobre EEUU
Recién nombrado jefe de la Oficina Internacional de la Clínica Mayo, el doctor Mikel Prieto recuerda que siempre quiso ser, al menos desde los nueve años, cirujano o astronauta. A finales de los años sesenta, mientras él desarrollaba eso que entonces se llamaba el 'uso de razón', se realizaba en el mundo el primer trasplante de corazón y se conquistaba la Luna, dos acontecimientos que marcaron la infancia y despertaron la vocación científica de este médico donostiarra.
"Cuando me pusieron gafas, me di cuenta de que ser astronauta iba a ser difícil...", recuerda Prieto desde Rochester, en Minnesota (EEUU), donde realiza trasplantes de riñón y páncreas desde hace 12 años. Tras estudiar Medicina en la Universidad del País Vasco, donde reconoce que no fue un alumno modelo -"acabé la carrera con aprobados"-, comenzó a especializarse en el Hospital Clínic de Barcelona, y fue allí donde se le abrieron las puertas para viajar aotros países: el Reino Unido y EEUU. Desde entonces, no ha vuelto.
La carrera del doctor Prieto ejemplifica una circunstancia cada vez más extendida entre las jóvenes generaciones de científicos: muchos ven más posibilidades de triunfar en el extranjero de las que tienen en España de -simplemente- sobrevivir en su profesión. "Hacer el MIR (Médico Interno Residente) y conseguir una buena plaza era difícil, siendo un estudiante bastante mediano, pero tuve ocasión de ir la 'la Meca' del trasplante", admite este cirujano. Aunque lo cierto es que enseguida lograría formarse junto al "mejor del mundo" en trasplante de páncreas: David Sutherland.
Durante sus primeros años en EEUU, fue también becario Fulbright, investigador en la Universidad de Minnesota -"puntera" en trasplantes, asegura-, residente en la clínica Lahey de Boston y profesor adjunto en la Universidad de Harvard. En total, nueve años formándose para poder convertirse en cirujano de trasplantes. "Hice en Minnesota tres años de investigación sobre el diagnóstico de páncreas y fui al Royal Liverpool Hospital, en Inglaterra, otros dos años. Después me volví definitivamente a EEUU y llevo aquí más de la mitad de mi vida", recuerda.
"En el año 99 acabé ya todo [el periodo de residencia] y me vine de 'staff' [profesional contratado] a la clínica Mayo, en Rochester, a sólo una hora y media de la Universidad de Minnesota". Ese mismo año realizó la primera nefrectomía laparoscópica [sacando el riñón de un donante vivo para implantarlo en el paciente] que se hizo en la clínica: "Ahora llevamos más de 2.000", indica. Las cuentas salen porque su equipo hace más de 200 trasplantes de riñón al año, más otros 20 de páncreas.
De EEUU, país en el que ha desarrollado la práctica totalidad de su carrera, le gustan muchas cosas y le disgustan otras: "Siempre se dice que en EEUU se abren muchas puertas y eso es verdad. Cuando vine aquí, el dinero que había para investigar era muy superior al del resto del mundo". Ahora, con la crisis, en todas partes cuecen habas, reconoce. "Hoy en día la diferencia no es tanta, porque todos escatiman los euros, o los dólares...".
Ventajas y desventajas
Preguntado por los dos sistemas (español y americano) de cobertura sanitaria, a menudo considerados opuestos, el doctor Prieto cree que ambos "tienen sus ventajas y sus desventajas". "El problema no es que no se trate a la gente en EEUU", aclara. "Aquí si vienes a Urgencias te tratan siempre. Pero luego te mandan la factura y, si no tienes seguro, contraes una deuda con el hospital". Y esa deuda puede ser, directamente, inasumible. "Eso es inaceptable", defiende el cirujano. "Nadie debería irse a la bancarrota por no poder pagar facturas médicas".Dicho lo cual: "Eso tampoco quiere decir que todo deba ser gratis, como en España: la gente debería aportar en la medida de sus posibilidades mediante alguna forma de copago", propone Prieto. En resumen, este doctor considera que hay una importante diferencia entre perder la casa para poder pagar al médico y tener que abonar unos euros -aquellos que puedan permitírselo- para evitar abusos del sistema. Así resume su postura: "Creo que habría que mejorar los dos sistemas, el americano y el español".
En EEUU, las asociaciones de médicos y hospitales se han posicionado, en general, a favor de las reformas propuestas por Obama, explica Prieto. En España y Europa, los cambios de los que se viene hablando van en la dirección contraria: recortar -o cofinanciar- la cobertura sanitaria para garantizar su sostenibilidad. En todo caso, ambos sistemas no son tan distintos en la práctica diaria de un cirujano de trasplantes: "Las cosas básicas son muy parecidas", afirma.
"La mayoría de mis pacientes son gente normal: empleados, granjeros... que tienen su seguro médico. Además, el trasplante renal está cubierto por Mediacare [el seguro público estadounidense]. Casi nadie paga de su bolsillo la intervención", comenta el doctor Prieto, en contra de la percepción que suele tenerse en Europa de una clínica de prestigio en EEUU.
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