Las consultas al médico de Primaria caen un 15 por ciento en La Rioja y suben el 5 por ciento las tarjetas pediátricas
Logroño (05-07/11/2011) - Nerea Garay
Las nuevas tecnologías y el retorno de población inmigrante son las razones del descenso
Desde el inicio de la crisis, las visitas al médico de cabecera en La Rioja han caído un 15 por ciento, mientras ha ascendido en un 5 por ciento las tarjetas sanitarias pediátricas. Ésta es una de las conclusiones –en la que se excluye la asistencia a los servicios de urgencias- de la estadística de la actividad sanitaria de la Comunidad tras la que se esconde una batería de razones más técnicas y sociológicas que puramente sanitarias.
Este descenso obedece a una serie de circunstancias anexas. La más inmediata, el retorno de parte de la población inmigrante por razones económicas reflejada en un descenso del número de tarjetas sanitarias, que han pasado de 278.050 en el 2008 a 273.968 tres años más tarde. O lo que es igual: un descenso, similar al registrado en el conjunto del país, que en La Rioja se cifra casi en el 1,5 por ciento y que se conjuga con un incremento de las tarjetas de Pediatría (5,3 por ciento) en consonancia también con el ligero pero constante aumento de la natalidad. De forma paralela la actividad en Atención Primaria ha decrecido en el mismo periodo el 15 por ciento, con una caída también de las atenciones en enfermería (-12 por ciento) y un alza de las pediátricas (9,6 por ciento).
El envejecimiento de la población riojana explica parcialmente, por otra parte, la tendencia experimentada en Atención Especializada, donde el total de consultas ha pasado de 424.335 hace tres años a 450.823 el pasado ejercicio. Un incremento del 6,24 por ciento que en las primeras consultas alcanza casi el 2,6 y en las sucesivas llega al 8,8 por ciento. El índice de veces que cada paciente acude al especialista desde la primera vez que debe recurrir al médico ha pasado así del 1,41 al 1,49, con una previsión de que el 2011 concluya con un ratio del 1,31 gracias a la optimización de recursos.
En opinión de la directora del Área de Salud de La Rioja, María Luz de los Mártires, la respuesta de esta evolución es múltiple. Por un lado, está una paulatina concienciación ciudadana sobre cómo y cuándo deben utilizarse preferentemente los servicios sanitarios. Igualmente, añade la responsable sanitaria, se advierte el impacto de las campañas de prevención que eliminan por sí mismas visitas innecesarias a los centros de salud. Junto a ello toman peso los avances en materia tecnológica tanto a nivel administrativo como sanitario.
Historia clínica
En el primer caso, la implantación de la historia clínica electrónica "ha permitido acortar y en algunos casos suprimir muchos actos administrativos", advierte de De los Mártires. En otras palabras: visitas burocráticas para la tramitación de bajas laborales o la expedición de recetas que venían engrosando la estadística ahora se sacan de ella gracias a procedimientos técnicos como el Selene.
En el segundo caso, el despliegue de herramientas de diagnóstico y tratamiento más avanzadas tecnológicamente consigue conjugar la mayor necesidad de asistencia a las instalaciones hospitalarias de una población más envejecida que presenta pluripatologías.
Este descenso obedece a una serie de circunstancias anexas. La más inmediata, el retorno de parte de la población inmigrante por razones económicas reflejada en un descenso del número de tarjetas sanitarias, que han pasado de 278.050 en el 2008 a 273.968 tres años más tarde. O lo que es igual: un descenso, similar al registrado en el conjunto del país, que en La Rioja se cifra casi en el 1,5 por ciento y que se conjuga con un incremento de las tarjetas de Pediatría (5,3 por ciento) en consonancia también con el ligero pero constante aumento de la natalidad. De forma paralela la actividad en Atención Primaria ha decrecido en el mismo periodo el 15 por ciento, con una caída también de las atenciones en enfermería (-12 por ciento) y un alza de las pediátricas (9,6 por ciento).
El envejecimiento de la población riojana explica parcialmente, por otra parte, la tendencia experimentada en Atención Especializada, donde el total de consultas ha pasado de 424.335 hace tres años a 450.823 el pasado ejercicio. Un incremento del 6,24 por ciento que en las primeras consultas alcanza casi el 2,6 y en las sucesivas llega al 8,8 por ciento. El índice de veces que cada paciente acude al especialista desde la primera vez que debe recurrir al médico ha pasado así del 1,41 al 1,49, con una previsión de que el 2011 concluya con un ratio del 1,31 gracias a la optimización de recursos.
En opinión de la directora del Área de Salud de La Rioja, María Luz de los Mártires, la respuesta de esta evolución es múltiple. Por un lado, está una paulatina concienciación ciudadana sobre cómo y cuándo deben utilizarse preferentemente los servicios sanitarios. Igualmente, añade la responsable sanitaria, se advierte el impacto de las campañas de prevención que eliminan por sí mismas visitas innecesarias a los centros de salud. Junto a ello toman peso los avances en materia tecnológica tanto a nivel administrativo como sanitario.
Historia clínica
En el primer caso, la implantación de la historia clínica electrónica "ha permitido acortar y en algunos casos suprimir muchos actos administrativos", advierte de De los Mártires. En otras palabras: visitas burocráticas para la tramitación de bajas laborales o la expedición de recetas que venían engrosando la estadística ahora se sacan de ella gracias a procedimientos técnicos como el Selene.
En el segundo caso, el despliegue de herramientas de diagnóstico y tratamiento más avanzadas tecnológicamente consigue conjugar la mayor necesidad de asistencia a las instalaciones hospitalarias de una población más envejecida que presenta pluripatologías.
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