INVESTIGADORES POR EL MUNDO | Emilio Fernández-Egea
'No todo es tan idílico fuera ni tan malo en España'
- Experto en Psiquiatría, se mudó a Cambridge (Reino Unido) por su pareja
- No entiende que se pague a doctores para que investiguen en otros países
Con 34 años decidió dar un portazo al presente, cambiar su trabajo en el Hospital Clínic de Barcelona por un futuro incierto en Inglaterra y viajar de la mano de su hijo de tres meses. Este era el panorama al que se lanzó Emilio Fernández-Egea cuando hizo las maletas para seguir a la que, por aquel entonces -hace ya cuatro años- era su pareja.
"Estudié Medicina en la Universidad Autónoma de Barcelona y trabajé como médico especialista en Psiquiatría en el Hospital Clínic durante cuatro años. En este tiempo conseguí dos becas pagadas por EEUU para investigar en mi campo en Barcelona", explica recordando su 'etapa española'.
Pero, haciendo gala de que el amor puede rebasar fronteras, Fernández-Egea tuvo dos motivos de peso para cambiar el estilo urbanita catalán por las verdes villas de la apartada Cambridge: su novia -también investigadora y a la que ofrecieron una beca- y sus ganas de conocer mundo. "Sentí que era el momento de ver otras cosas y, aunque cuando llegué no tenía trabajo, confié en mis posibilidades", comenta.
Unas posibilidades que se centraban en una brillante trayectoria y los contactos derivados de ella: "Con las becas de EEUU conocí a gente que valoró mi trabajo. Con su ayuda y mi experiencia, conseguí entrar en el Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Cambridge", comenta.
Abriéndose camino
Lo que es seguro es que, en estos últimos cuatro años, Fernández-Egea no ha parado. Intenta comprender las alteraciones moleculares asociadas a la esquizofrenia, y ha publicado diversas investigaciones sobre esta enfermedad mental y otros trastornos psicóticos con el proceso de envejecimiento."Me interesa investigar, por ejemplo, por qué las personas con esquizofrenia tienen mayor riesgo cardiovascular que la población general y, además, suelen tener una esperanza de vida de 20 años menor", comenta.
A raíz de esto, Fernández-Egea aclara que la esquizofrenía es todavía una enfermedad desconocida, y explica que, normalmente, aparecen sus primeros síntomas como muy tarde a los 21 años en hombres y a los 24 en mujeres. Son muy raros los casos primerizos en cualquier persona con 35 o más años.
Luego está la parte práctica. Este investigador tiene un equipo especializado en el tratamiento de la esquizofrenia, en el Servicio Público de Salud británicoñ y hace pocas semanas ha comenzado su trabajo como director clínico asociado del Instituto de Neurociencias Clínicas y de la Conducta (BCNI), en Cambridge.
"En realidad, buena parte de toda esta investigación la realicé en España, pero ahora tengo la oportunidad de reproducirla aquí", comenta. "El nivel de los investigadores en España es muy alto, por lo menos en mi campo; y Barcelona es de los mejores sitios".
Entonces, ¿por qué hay tanto investigador fuera de nuestras fronteras? "Simplemente, porque hay más dinero", asegura. "En Inglaterra hay más financiación para investigar y, además, las condiciones laborales suelen ser mucho mejores. Nunca he entendido por qué para investigar tienes que reducir tu calidad de vida y familia. Aquí se trabaja de 9 de la mañana hasta las 17 horas, y puedes compaginarlo con tu vida personal", explica.
Pero, para Fernández- Egea, la mayor 'pega' proviene de la financiación de las becas en España. "Me parece increíble que se paguen tantos estudios postdoctorales en el extranjero. Se forma gente muy brillante para luego pagar a otro país para que reciban a estos estudiantes, en vez de formarlos nosotros. Por lo que, si son buenos, al acabar el posdoctorado les suelen ofrecer un buen trabajo y ya no vuelven. O, si lo hacen, quieren regresar como investigadores senior", indica.
A parte de esto, Fernández-Egea intenta buscar el lado positivo. "Tendemos a autoflagelarnos cuando ni todo es tan idílico fuera, ni tan malo en España", comenta. "Es cierto que falta apoyo en cuanto a la investigación a alto nivel, pero el modo para subir peldaños en la escala social es relativamente sencillo. Hay muchas ayudas públicas y oportunidades para ello. Y, en cuanto al estudio, es un proceso muy limpio, a través de exámenes, no hay más. Aquí, en Inglaterra, las diferencias están más marcadas", asegura.
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