Osakidetza renovará y extenderá todas las tarjetas sanitarias en 2012
Vitoria (10/11/2011) - Nerea Garay
Bengoa presenta los presupuestos de Sanidad que ascenderán a 3.403 millones de euros,un 0'5 por ciento menos con respecto al de 2011
A lo largo del próximo año, Osakidetza espera tener renovadas las tarjetas individuales sanitarias (TIS) de todos los ciudadanos vascos. El consejero de Sanidad Rafael Bengoa ha anunciado esta medida en el Parlamento Vasco, donde acudió para explicar el proyecto de presupuestos de su departamento del próximo año, que ascenderá a 3.403 millones de euros, un tercio de las cuentas del Gobierno.
La nueva tarjeta anunciada por Bengoa contará con un chip que permitirá el acceso a la información sanitaria del paciente y una banda magnética que facilitará la interoperabilidad con otros sistemas -para acceder a los datos desde otras comunidades, por ejemplo-. También contará con una antena de proximidad que identificará a un paciente cuando entre en un edificio de Osakidetza y códigos de letras y números para comprobar su identidad en situaciones como las consultas telefónicas que se hacen vía Osarean.
Este cambio en las TIS busca facilitar la implantación de la receta electrónica, un proyecto que acaba de echar a andar la semana pasada con la puesta en marcha del nuevo Sistema Universal de Prescripción (Supre), que utilizan ya los médicos de familia. El siguiente paso es la consecución de un único modelo de TIS, ya que en la actualidad hay al menos tres. "Una vez que ya tenemos la firma electrónica para los profesionales, ahora toca renovar las tarjetas de los usuarios", detalló el viceconsejero Jesús María Fernández, al tiempo que añadió que que cada TIS costará 2,2 euros. El dinero reservado en 2012 a este proyecto es tres millones de euros.
La sustitución de las actuales tarjetas por el nuevo modelo se hará de forma progresiva. Si los planes del Gobierno vasco se cumplen, las primeras estarán en circulación en el segundo trimestre de 2012, con lo que será entonces cuando se estrenará la receta electrónica.
Desciende el presupuesto
En un nuevo año de crisis económica, Sanidad contará en 2012 con un presupuesto de 3.403 millones de euros, un tercio de las cuentas del Gobierno. La reducción, de un 0'5 por ciento -Osakidetza sube un 1'17 por ciento-, es la más baja de todos los departamentos, aunque Bengoa defendió sus actuaciones para crear una estructura con la suficiente capacidad gestora. "Este es el escenario en que va a estar quien esté en el Gobierno más allá de 2012". El consejero aseguró que otras comunidades emplean una "lógica absolutamente reduccionista", centrada en superar la crisis, mientras que Euskadi avanza en su estrategia de crónicos.
Para 2012 apuntó que seguirá aumentando la actividad de Osakidetza -2.289 altas hospitalarias más, 141.146 consultas más en atención primaria-, crecerá el ahorro farmacéutico hasta llegar a los 26,4 millones, y las concertaciones privadas seguirán bajando, con un 1,8 por ciento menos de presupuesto, 250 millones. Entre 2009 y 2011 Sanidad ha logrado dejar de derivar pacientes para operar en un 66 por ciento.
El ajuste afectará al gasto en farmacia. Pese a suponer un desembolso de 566,4 millones de euros, baja un 7,3 por ciento gracias a la introducción de los genéricos. El coste por derivación de pacientes a centros privados disminuirá el 1,8 por ciento y en el apartado de drogodependencias se ahorrará un 11 por ciento, ya que se eliminarán programas preventivos de tipo universal para subvencionar acciones concretas de asociaciones y ayuntamientos.
La nueva tarjeta anunciada por Bengoa contará con un chip que permitirá el acceso a la información sanitaria del paciente y una banda magnética que facilitará la interoperabilidad con otros sistemas -para acceder a los datos desde otras comunidades, por ejemplo-. También contará con una antena de proximidad que identificará a un paciente cuando entre en un edificio de Osakidetza y códigos de letras y números para comprobar su identidad en situaciones como las consultas telefónicas que se hacen vía Osarean.
Este cambio en las TIS busca facilitar la implantación de la receta electrónica, un proyecto que acaba de echar a andar la semana pasada con la puesta en marcha del nuevo Sistema Universal de Prescripción (Supre), que utilizan ya los médicos de familia. El siguiente paso es la consecución de un único modelo de TIS, ya que en la actualidad hay al menos tres. "Una vez que ya tenemos la firma electrónica para los profesionales, ahora toca renovar las tarjetas de los usuarios", detalló el viceconsejero Jesús María Fernández, al tiempo que añadió que que cada TIS costará 2,2 euros. El dinero reservado en 2012 a este proyecto es tres millones de euros.
La sustitución de las actuales tarjetas por el nuevo modelo se hará de forma progresiva. Si los planes del Gobierno vasco se cumplen, las primeras estarán en circulación en el segundo trimestre de 2012, con lo que será entonces cuando se estrenará la receta electrónica.
Desciende el presupuesto
En un nuevo año de crisis económica, Sanidad contará en 2012 con un presupuesto de 3.403 millones de euros, un tercio de las cuentas del Gobierno. La reducción, de un 0'5 por ciento -Osakidetza sube un 1'17 por ciento-, es la más baja de todos los departamentos, aunque Bengoa defendió sus actuaciones para crear una estructura con la suficiente capacidad gestora. "Este es el escenario en que va a estar quien esté en el Gobierno más allá de 2012". El consejero aseguró que otras comunidades emplean una "lógica absolutamente reduccionista", centrada en superar la crisis, mientras que Euskadi avanza en su estrategia de crónicos.
Para 2012 apuntó que seguirá aumentando la actividad de Osakidetza -2.289 altas hospitalarias más, 141.146 consultas más en atención primaria-, crecerá el ahorro farmacéutico hasta llegar a los 26,4 millones, y las concertaciones privadas seguirán bajando, con un 1,8 por ciento menos de presupuesto, 250 millones. Entre 2009 y 2011 Sanidad ha logrado dejar de derivar pacientes para operar en un 66 por ciento.
El ajuste afectará al gasto en farmacia. Pese a suponer un desembolso de 566,4 millones de euros, baja un 7,3 por ciento gracias a la introducción de los genéricos. El coste por derivación de pacientes a centros privados disminuirá el 1,8 por ciento y en el apartado de drogodependencias se ahorrará un 11 por ciento, ya que se eliminarán programas preventivos de tipo universal para subvencionar acciones concretas de asociaciones y ayuntamientos.
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