SEFAC plantea cómo lograr una participación efectiva del farmacéutico en el SNS en el libro “Un sanitario por descubrir”
Madrid (25/11/2011) - Redacción
Este trabajo ofrece propuestas concretas para sacar más partido al farmacéutico en beneficio del paciente y del propio sistema, entre las que destaca su inclusión en los equipos sanitarios de cada área de salud
La Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC) ha querido dar un paso adelante con la elaboración, con el patrocinio de STADA, del libro "Un sanitario por descubrir. Situación actual y perspectivas de futuro del farmacéutico comunitario: propuestas para su integración real en el sistema sanitario", cuya presentación ha tenido lugar en el acto conmemorativo del décimo aniversario de esta Sociedad celebrado el 23 de noviembre en la Real Academia Nacional de Farmacia.
Esta obra es una reflexión profunda del camino recorrido y por recorrer del farmacéutico comunitario en el Sistema Nacional de Salud (SNS) en base a sus posibilidades, responsabilidades y límites. Sus contenidos presentan una fotografía certera y constructiva de la situación actual e incluyen propuestas concretas para sacar más partido a este profesional. Lejos de ser una simple declaración de intenciones, este trabajo elaborado por la Comisión de Bioética de SEFAC debe ser visto como "una sugerencia hecha con conocimiento de causa que se presenta en el momento más adecuado para ello", tal como recordó Vicente Javier Baixauli, vicepresidente de SEFAC y uno de los autores de este trabajo, durante la presentación de esta obra en la sede madrileña de la RANF.
La primera parte de este libro refleja un detallado resumen de aquellos servicios profesionales (como el seguimiento farmacoterapéutico, pruebas rápidas del VIH, sistemas personalizados de dosificación, pruebas de cáncer de colon, etc.) que se están afianzando en las farmacias comunitarias y que siguen demostrando el papel del farmacéutico como agente de salud. Un nuevo abanico de prestaciones sanitarias que avalarían el reconocimiento y establecimiento generalizado de nuevas funciones a este profesional en beneficio de la población. Sin embargo, Un sanitario por descubrir refleja la existencia de diversos obstáculos con los que choca esta onda expansiva competencial del farmacéutico, entre los que destacan las reticencias que todavía muestran Administraciones y otros profesionales sanitarios en colaborar con él. Esta falta de confianza es posiblemente el factor clave que explica por qué no se puede hablar a día de hoy de una integración efectiva del farmacéutico en el SNS.
La hoja de ruta que señala esta obra para conseguir dicha integración parte, en primera instancia, por su progresiva inclusión como un miembro más de los equipos sanitarios de cada área de salud. En este sentido, sus propuestas pasan por el desarrollo de una estrategia en la que los farmacéuticos estén perfecta y precisamente coordinados con el resto de profesionales de su área sanitaria: a través de su asistencia a las reuniones y sesiones clínicas de su centro de salud, con un intercambio fluido de información, formando parte activa de aquellas campañas sanitarias que se realicen en su zona, etc. Con el fin de mejorar esta integración, el texto realiza una serie de propuestas detalladas de las distintas actividades que trata.
De este trabajo de la Comisión de Bioética de SEFAC se desprende la gran potencialidad del farmacéutico como agente de salud que, en gran parte, es desconocida para la población y no tenida en cuenta en su justa medida por parte de la Administración sanitaria. Lejos de limitarse a identificar los problemas, este libro habla en positivo y mira de frente al futuro, poniendo negro sobre blanco, de forma clara y con ejemplos, el papel que juega y puede jugar el farmacéutico comunitario en el SNS y de su importante rol como integrante activo de los equipos sanitarios. En definitiva, una obra con la que descubrir a un sanitario al que el sistema necesita tener en primera línea.
Esta obra es una reflexión profunda del camino recorrido y por recorrer del farmacéutico comunitario en el Sistema Nacional de Salud (SNS) en base a sus posibilidades, responsabilidades y límites. Sus contenidos presentan una fotografía certera y constructiva de la situación actual e incluyen propuestas concretas para sacar más partido a este profesional. Lejos de ser una simple declaración de intenciones, este trabajo elaborado por la Comisión de Bioética de SEFAC debe ser visto como "una sugerencia hecha con conocimiento de causa que se presenta en el momento más adecuado para ello", tal como recordó Vicente Javier Baixauli, vicepresidente de SEFAC y uno de los autores de este trabajo, durante la presentación de esta obra en la sede madrileña de la RANF.
La primera parte de este libro refleja un detallado resumen de aquellos servicios profesionales (como el seguimiento farmacoterapéutico, pruebas rápidas del VIH, sistemas personalizados de dosificación, pruebas de cáncer de colon, etc.) que se están afianzando en las farmacias comunitarias y que siguen demostrando el papel del farmacéutico como agente de salud. Un nuevo abanico de prestaciones sanitarias que avalarían el reconocimiento y establecimiento generalizado de nuevas funciones a este profesional en beneficio de la población. Sin embargo, Un sanitario por descubrir refleja la existencia de diversos obstáculos con los que choca esta onda expansiva competencial del farmacéutico, entre los que destacan las reticencias que todavía muestran Administraciones y otros profesionales sanitarios en colaborar con él. Esta falta de confianza es posiblemente el factor clave que explica por qué no se puede hablar a día de hoy de una integración efectiva del farmacéutico en el SNS.
La hoja de ruta que señala esta obra para conseguir dicha integración parte, en primera instancia, por su progresiva inclusión como un miembro más de los equipos sanitarios de cada área de salud. En este sentido, sus propuestas pasan por el desarrollo de una estrategia en la que los farmacéuticos estén perfecta y precisamente coordinados con el resto de profesionales de su área sanitaria: a través de su asistencia a las reuniones y sesiones clínicas de su centro de salud, con un intercambio fluido de información, formando parte activa de aquellas campañas sanitarias que se realicen en su zona, etc. Con el fin de mejorar esta integración, el texto realiza una serie de propuestas detalladas de las distintas actividades que trata.
De este trabajo de la Comisión de Bioética de SEFAC se desprende la gran potencialidad del farmacéutico como agente de salud que, en gran parte, es desconocida para la población y no tenida en cuenta en su justa medida por parte de la Administración sanitaria. Lejos de limitarse a identificar los problemas, este libro habla en positivo y mira de frente al futuro, poniendo negro sobre blanco, de forma clara y con ejemplos, el papel que juega y puede jugar el farmacéutico comunitario en el SNS y de su importante rol como integrante activo de los equipos sanitarios. En definitiva, una obra con la que descubrir a un sanitario al que el sistema necesita tener en primera línea.
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