TAMBIÉN MEJORA LA CALIDAD
Unidades específicas en CMA para reducir costes
Con el paso de los años, la extensión de la cirugía mayor ambulatoria (CMA) y el conocimiento de sus beneficios ha ido en aumento. Entre sus ventajas figuran la mejora de la calidad y la reducción de costes.
DM Oviedo | 21/11/2011 00:00
Cipriano Fernández, presidente del X Congreso de la Asociación Española de CMA. (C.D.)
Los inicios de la cirugía mayor ambulatoria en España se remontan a 1988. Desde entonces ha ido en expansión y actualmente el índice de ambulatorización en el sector público supera el 33 por ciento, si bien las cifras son muy dispares entre comunidades autónomas. Los expertos afirman que se tiende a la organización de la cirugía mayor ambulatoria (CMA) mediante unidades específicas, porque se certifica el funcionamiento siguiendo protocolos específicos, se reducen costes y mejora la calidad.
Así lo ha señalado Cipriano Fernández, anestesista y presidente del X Congreso de la Asociación Española de Cirugía Mayor Ambulatoria, que se ha celebrado en Oviedo. Desde su punto de vista, la cirugía sin ingreso se ha convertido en los últimos tiempos en uno de los protagonistas del nuevo estilo de la gestión asistencial. De hecho, "se ha planteado como una de las mejores alternativas para la mejora de la gestión en el Sistema Nacional de Salud por su aportación al control de la escalada del gasto sanitario -sin disminuir la calidad-, por su contribución a la reducción de las listas de espera quirúrgicas y por mejorar la relación entre atención primaria y especializada, todo ello unido a las ventajas para el paciente, que no se ve obligado a abandonar su entorno familiar". Además, se reduce el riesgo de infección nosocomial, aumenta la calidad percibida y la recuperación del paciente, y su integración de nuevo en la rutina es más rápida.
- Hasta hace poco era impensable que un paciente que se operara de una hernia inguinal o una catarata se fuera a su domicilio el mismo día
El porqué de su expansión
Entre los pilares que han permitido la expansión de la cirugía mayor ambulatoria se incluyen el desarrollo de técnicas quirúrgicas más simples y menos traumáticas y la mejora de los procedimientos anestésicos. "Hasta hace poco era impensable que un paciente que se operara de una hernia inguinal, hallux valgus o una catarata se fuera a su domicilio el mismo día; hoy la CMA se extiende incluso en cirugía vascular y neurocirugía, hasta convertirse en uno de los protagonistas del nuevo estilo de la gestión asistencial".
Para asegurar el éxito, la cirugía mayor ambulatoria ha de ser multidisciplinar. Otros dos pilares son la valoración inicial preoperatoria del paciente y la selección de los candidatos y de los procedimientos quirúrgicos.
Fernández ha dejado claro que la CMA "no es una técnica quirúrgica o anestésica sino que consiste en organizar la asistencia del paciente de modo que esté en su domicilio el mismo día de la intervención y con las mismas garantías que si estuviera hospitalizado". Para ello es fundamental establecer una vía de comunicación "fácil y directa -normalmente telefónica- entre el paciente y la unidad o el cirujano. En la mayor parte de las unidades está protocolizada la llamada al día siguiente de la cirugía con el fin de conocer el estado general del paciente, la aparición de posibles complicaciones y el cumplimiento de las instrucciones".
Sobre el futuro de la cirugía mayor ambulatoria, Fernández ha recordado que ya se está produciendo un cambio de filosofía: "Hace unos años hablábamos de la necesidad de ver qué paciente era susceptible de ser operado por CMA; ahora la pregunta es por qué un determinado paciente que precisa una intervención incluida en los protocolos de cirugía mayor ambulatoria debe operarse con ingreso".
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