viernes, 24 de abril de 2009
evaluación de la efectividad relativa
Diariomedico.com
ESPAÑA
La prescripción adecuada, más efectiva para optimizar costes
La evaluación de la efectividad relativa de los nuevos fármacos es un punto de debate que aparece cuando se habla de gasto público en farmacia, pero la correcta gestión de la prescripción tiene un impacto similar y mantenido en el tiempo, según el estudio Epimed.
Karla Islas Pieck. Barcelona - Viernes, 24 de Abril de 2009 - Actualizado a las 00:00h.
llaves
1. La evaluación de la eficacia relativa de los medicamentos debería estar en manos de un órgano independiente y no de la industria o la administración
2. La participación de los pacientes en la toma de decisiones es importante porque pueden aportar su propia experiencia con los tratamientos
La gestión de la prescripción es un elemento imprescindible para la evaluación del uso del medicamento en el entorno hospitalario, según ha explicado Josep Monterde, jefe del Servicio de Farmacia del Hospital del Valle de Hebrón, de Barcelona.
Durante el Encuentro sobre Evaluación de la Efectividad Relativa de los Medicamentos, organizado por la Fundación Gaspar Casal con el apoyo de la empresa Chiesi, ha indicado que la utilización adecuada de los fármacos en los hospitales puede conseguir un impacto económico mantenido en el tiempo que es similar o superior al que se conseguiría restringiendo el gasto en farmacia.
Según el estudio Epimed, que evalúa el uso de medicamentos a partir de la casuística, sólo con la indicación adecuada del tratamiento antibacteriano para la apendicitis se podría ahorrar hasta un 10 por ciento del coste por episodio de esta patología. Este ejemplo se puede extrapolar a otras intervenciones.
Financiación pública
La efectividad relativa de un medicamento, entendida como el beneficio adicional frente a las alternativas terapéuticas existentes en la práctica clínica, es uno de los parámetros que se consideran para decidir si un nuevo preparado debe incorporarse a la financiación pública.
Salvador Peiró, del Centro Superior de Investigación en Salud Pública, de Valencia, ha comentado que las decisiones de autorización y comercialización de los nuevos medicamentos "deberían ser independientes de las de financiación pública", ya que debería distinguirse el tratamiento regulatorio de las innovaciones con una elevada efectividad marginal.
A su juicio, "basar la financiación en el valor añadido ofrece señales inequívocas sobre qué innovaciones son más valoradas y qué tipo de nuevos medicamentos se espera de la industria farmacéutica".
Una de las principales discusiones es quién debe evaluar los nuevos productos, ya que por una parte están los intereses propios de la industria, -"yo no he visto ni uno sólo estudio de un laboratorio que concluya que un medicamento no es coste-efectivo-", pero la administración pública tampoco está exenta de intereses políticos, "y hay muchos casos en los que se incorporan tratamientos con mucha premura por no querer ser menos que el otro".
La propuesta de varios de los ponentes es que los órganos evaluadores deben ser independientes y protegidos contra los intereses momentáneos, "para que puedan decir que no cuando sea no", ha indicado Peiró.
Albert Jovell, presidente del Foro Europeo de Pacientes, ha incidido sobre la importancia de la participación de los propios usuarios del sistema sanitario en estas decisiones por medio de los órganos de evaluación. En su opinión, el paciente puede aportar la experiencia sobre su propio tratamiento y los fármacos que recibe, pero también debe estar adecuadamente informado sobre los procesos de valoración, "para que, si quiere, pueda apelar".
El modelo inglés de la NICE, uno de los más conocidos en todo el mundo, aporta cosas interesantes, pero, la opinión de Jovell, no se debería importar, ya que deja de lado aspectos muy importantes como las patologías poco frecuentes. Además, este sistema se basa en los años de vida ajustados por calidad, "y yo creo que ése es un criterio muy discutible".
El ejemplo de Escocia
Jan Jones, presidenta del Comité de Nuevos Medicamentos de Escocia, ha expuesto el modelo que se sigue en ese país, en el que los medicamentos se evalúan en función de su efectividad relativa y su coste-efectividad.
El consorcio, establecido en el año 2001, ha evaluado hasta ahora más de 600 compuestos, de los cuales un 38 por ciento de no han sido recomendados, casi la mitad de ellos por motivos tanto clínicos como económicos.
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