lunes, 28 de septiembre de 2009
El Movimiento por la Salud Mental Global cobra impulso
Pacientes internados en un psiquiátrico albanés.
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JANO.es
El Movimiento por la Salud Mental Global cobra impulso
25 Septiembre 2009 · Redacción. Atenas
Los países en desarrollo dedican menos de un 1% de su gasto sanitario al diagnóstico y tratamiento de estas enfermedades
Recientemente se celebró en Atenas una cumbre mundial sobre salud mental, pieza clave del esfuerzo que ha realizado el Movimiento por la Salud Mental Global por mejorar la atención a las personas con estas enfermedades en todo el mundo, especialmente en los países en desarrollo.
La salud mental es una disciplina de importancia creciente en los países con recursos; por ejemplo, estas enfermedades representan más de una tercera parte de la carga de enfermedad en Reino Unido y un 40% de todas las discapacidades.
Pero es en los países en desarrollo donde se acentúa la enorme diferencia entre las necesidades de los pacientes y los servicios disponibles. La mayoría de estos estados dedica menos de un 1% de su gasto sanitario al diagnóstico y tratamiento de estas enfermedades. Por ejemplo, la psiquiatría en China, como profesión, está en sus inicios. Tan solo 14.000 psiquiatras y psicólogos dan servicio a una población de 1.300 millones de personas, estimándose que un 17,5% de ellas sufre algún tipo de problema mental.
Frente al estigma
Esta Movimiento pretende también hacer frente al estigma y la discriminación que aún se asocian a estas enfermedades, especialmente en los grupos marginales y vulnerables. También considera que la salud mental debe ser una de las principales prioridades en la agenda de salud de cualquier país y, como ejemplo de progreso, señala el Programa Mundial de Acción de Salud Mental (mhGAP) de la OMS, que está elaborando unas recomendaciones para el tratamiento de 8 trastornos mentales, neurológicos y por abuso de sustancias.
En definitiva, los miembros del Movimiento creen que a la salud mental se le debe prestar la misma atención que a programas globales como el del sida o la malaria.
Un ejemplo, la depresión
El desarrollo de una adecuada asistencia exige la puesta en juego de importantes recursos profesionales y económicos. Un buen ejemplo es el de la depresión. El Informe de la Depresión que publicó Richard Layard en el Reino Unido en 2006 sugería que, en las personas con esta enfermedad, la terapia cognitivo-conductual era clínicamente más eficaz y más rentable que la medicación por sí sola. Sin embargo, y aunque el NICE (The National Institute for Clinical Excellence) recomendó que todas las personas con depresión, ansiedad crónica y esquizofrenia recibieran esta terapia psicológica, con frecuencia el tratamiento no está disponible debido a la escasez de terapeutas.
Sociedad Española de Psiquiatría
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