martes, 22 de septiembre de 2009
Imagen, diagnóstico y futuro
Opinión. Editorial
JANO.es
Imagen, diagnóstico y futuro
18 Septiembre 2009
Como es bien sabido, se entiende por imagen médica el conjunto de técnicas que producen imágenes del interior del cuerpo de forma no invasiva, con el fin de aportar información sobre su estructura y funcionamiento.
Tales técnicas, que desde sus primeras aplicaciones sólo un año después del descubrimiento de los rayos X revolucionaron el ámbito de la medicina, tratan en definitiva de responder a preguntas tan elementales como: ¿cómo es el cuerpo por dentro? Las respuestas vienen dadas por el modo como el organismo se observa y varían en función del medio físico que se emplee (iluminando desde fuera o desde dentro, utilizando ondas sonoras, etc.), el tipo de sensor usado para transformar la señal obtenida en información útil para el especialista, y las características o procesos de interés en cada caso, dado que, como es obvio, no todas las técnicas son adecuadas para la totalidad de los procesos y no todas ellas tienen la misma relación coste-beneficio.
La historia de la tecnología de imagen médica muestra que las técnicas nuevas que van surgiendo no eliminan a las anteriores, sino que se añaden a las existentes aportando aspectos diferentes que confirman, matizan y, en determinados casos, modifican el diagnóstico. El diagnóstico por imagen va a continuar en permanente desarrollo con imágenes más precisas y menos invasivas. De cara al futuro, tenderá a ser cada vez más precoz, con incidencia incluso en estadios preclínicos. Los grandes retos que se plantean en este campo de la ciencia y la tecnología se relacionan con la digitalización de las imágenes y la compatibilidad entre sistemas, de cara a que todos los profesionales que lo precisen puedan utilizarlas y compartir información.
El estudio prospectivo “Diagnóstico por imagen”, realizado por iniciativa de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (FENIN) y el Observatorio de Prospectiva Tecnológica Industrial (Fundación OPTI), se marcó entre sus objetivos abordar el impacto de los progresos científicos y tecnológicos en esta área; buscar encuadres y estrategias de futuro; ofrecer una herramienta de consulta válida para la toma de decisiones relacionadas con las políticas de I+D por parte de la Administración y las empresas; identificar las necesidades de innovación y tecnologías críticas para la mejora del diagnóstico por imagen en el sector sanitario, y dotarlo de mayor peso como piedra angular en el futuro de los procesos de diagnóstico en medicina.
La conclusión global de este trabajo apunta a un futuro en el que las técnicas aludidas serán más precisas, menos invasivas para el paciente, más seguras y requerirán menos tiempo de estudio para llegar al diagnóstico.
Para alcanzar estas metas, el informe apunta que se desarrollarán nuevos agentes de contraste y trazadores más eficaces e inocuos. Se extenderá el uso de instrumentos híbridos (PET-TC, SPECT/TC, PET/RM) para estudios preclínicos en fisiopatología del cáncer, neurología, cardiología y fármacos y, entre otros avances, se obtendrán imágenes en 3D en técnicas (radiografías, fluorografías, mamografías, etc.) que hasta ahora sólo se obtienen en 2D.
En el ámbito quirúrgico se generalizará y se sofisticará el uso de técnicas de imagen para guiar las intervenciones, se generalizará el acceso a las imágenes previas en el mismo quirófano, se desarrollarán técnicas que permitan visualizar en 3D los resultados diagnósticos sobre la imagen real y se utilizarán técnicas de imagen para activar fármacos y terapia locales (como microburbujas en el flujo sanguíneo), de cara a la destrucción de lesiones de manera no invasiva.
La aplicación de estas técnicas aumentará la seguridad y la precisión quirúrgica, reducirá las complicaciones y acortará la recuperación del paciente, además de incrementar la productividad de los profesionales.
Para poder trasladar estas tendencias a la realidad, se requiere una transformación del modelo sanitario a todos los niveles y entre todos los agentes implicados: paciente, profesional sanitario, administración e industria.
Respecto al profesional sanitario, se considera vital un viraje hacia un concepto nuevo de atención y diagnóstico del paciente. Las nuevas tecnologías aplicadas al diagnóstico por imagen, concluye el estudio, conllevan una difícil absorción por el colectivo hospitalario y profesional a causa de la escasez de recursos humanos, la dificultad de incorporar nuevas fórmulas de trabajo de carácter multidisciplinario y la falta de comunicación entre los diferentes agentes del sector.
La creación de equipos multidisciplinarios en los centros hospitalarios, apostilla, permitiría un mejor aprovechamiento de los recursos en la práctica clínica diaria de un futuro que está ya llamando a la puerta.
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