domingo, 4 de octubre de 2009
El etiquetado nutricional, instrucciones para comer sano
Diariomedico.com
ESPAÑA
HERRAMIENTA PARA LA ESTRATEGIA NAOS
El etiquetado nutricional, instrucciones para comer sano
Ante la inminente normativa del Parlamento Europeo sobre etiquetado nutricional, varios expertos han debatido su influencia en la salud, su grado de penetración, y las directrices que ha de incluir, ya que permiten guiar al consumidor en la elección de una dieta saludable.
Isabel Gallardo Ponce - Viernes, 2 de Octubre de 2009 - Actualizado a las 00:00h.
"El etiquetado es una forma de comunicación directa, no es una campaña concreta, sino un hecho habitual al hacer la compra. Es por tanto, una herramienta fundamental para la salud, de la que se obtiene una clara información de lo qué vamos a comprar y consumir, y por tanto de la estrategia NAOS (Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad)" ha explicado Roberto Sabrido, presidente de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), durante el I Encuentro de Salud y Nutrición, celebrado en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y promovido por Eroski.
Actualmente el Parlamento Europeo está estudiando una nueva normativa para unificar el etiquetado nutricional, que se espera sea aprobada este año. Sabrido aboga por establecer un modelo de etiquetado único en toda Europa, aunque algunos países ya son de la opinión de que al estar ya instaurados sus etiquetados, un nuevo cambio podría provocar confusión en el consumidor.
Sin embargo, aún hay que establecer qué información debe incluirse en estas etiquetas y cuáles no, así como hacerlo de una forma clara y sencilla. "Creo que no debemos renunciar a que en el etiquetado conste claramente el contenido en ácidos grasos trans y se especifique cuando se dice aceite vegetal, qué tipo de aceite es, entre otras cosas", concluye Sabrido.
Ascensión Marcos, del Grupo de Inmunonutrición del Departamento de Metabolismo y Nutrición del Instituto del Frío del CSIC, resalta "la importancia de la educación nutricional para poder entender adecuadamente el etiquetado, así como la necesidad de llevar a cabo más estudios de investigación para confirmar los ingredientes de los alimentos y sus posibles propiedades beneficiosas".
Esta formación debe ir dirigida no sólo a los escolares, sino también al resto de la sociedad. Asimismo, la información que aparece en los etiquetados debe incluir el valor energético y los nutrientes: proteínas, hidratos de carbono, grasas, fibra, sodio, azúcar, ciertas vitaminas y sales minerales. Por otro lado, no deben inducir a engaños ni atribuir cualidades que no posee, ni otras terapéuticas o preventivas, ni sugerir características especiales cuando éstas son comunes a otros productos.
Según Jordi Salas, catedrático de la Universidad Rovira y Virgili, en Tarragona, es necesario que la población esté informada de los peligros en la salud de una mala alimentación, y que no interpreten que determinados alimentos son perjudiciales, sino que unas opciones son más saludables que otras.
Además, un estudio realizado por el Consejo Europeo de Información sobre Alimentación, en 37.000 productos europeos de cinco tipos diferentes constata que el etiquetado tiene una penetración del 84 por ciento. "Puesto que aún no es obligatorio, se trata de un esquema voluntarista que funciona", explica Stefan Storcksdieck, del consejo.
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