lunes, 26 de abril de 2010
El estudio de las radiaciones en la salud tiene una fundación - Diariomedico.com - ESPAÑA
Ezequiel Cabado, Director General de la Fundación y detrás Fernando Pérez, su Vicepresidente (Lenda)
Diariomedico.com
ESPAÑA
SU OBJETIVO ES INVESTIGAR SU POSIBLE EFECTO Y PROPONER SOLUCIONES
El estudio de las radiaciones en la salud tiene una fundación
Se ha presentado en Madrid la Fundación para la Salud Geoambiental para investigar y crear conciencia sobre la posible influencia de las radiaciones, campos electromagnéticos y ondas en la salud, así como proponer soluciones para vivir en un entorno más sano.
Isabel Gallardo Ponce - Lunes, 26 de Abril de 2010 - Actualizado a las 00:00h.
llaves conceptuales:
1. La sobreexposición a radiaciones y campos electromagnéticos puede causar desde cansancio inexplicable e insomnio a graves alteraciones
2. El informe Bioinitiative recomienda limitar la radiación máxima en todas las altas frecuencias a 10 microvatios/cm2 y a 0,1 en las de móviles
Para investigar la influencia sobre la salud de la sobreexposición a ondas, a campos electromagnéticos y a radiaciones y qué límites son admisibles se ha creado la Fundación para la Salud Geoambiental, entidad sin ánimo de lucro cuya puesta de largo se ha realizado en Madrid. Según explica Fernando Pérez, vicepresidente de la fundación, las radiaciones pueden tener un origen natural y proceder del subsuelo, como las alteraciones geofísicas, las redes geomagnéticas naturales, la radiactividad ambiental..., y un origen artificial, como las antenas de telefonía, redes wifi, teléfonos inalámbricos, instalaciones eléctricas mal realizadas, suelos y techos técnicos... Así, la misión de la fundación tiene varios matices: "queremos profundizar en los estudios que ya existen sobre los riesgos que implican las ondas y radiaciones de todo tipo; no sólo las artificiales, sino sobre todo las naturales, que son más desconocidas", explica Ezequiel Cabado, director general. Las radiaciones naturales se producen en el subsuelo, lo que influye en la superficie, en los campos magnéticos del entorno y, a su vez, en el funcionamiento electromagnético del cuerpo humano.
"Nuestros órganos vitales funcionan mediante impulsos eléctricos y vivimos en un océano electromagnético. Por tanto, estar sobreexpuesto a radiaciones naturales y artificiales interfiere con los ritmos biológicos y tiene consecuencias para nuestra salud". Según Pérez, los síntomas pueden variar desde cansancio inexplicable y dolores de cabeza que terminan por englobarse como manifestaciones psicosomáticas, hasta manifestaciones más graves, como disfunciones en el sistema endocrino, reproductor o inmunológico, que pueden derivar en tumores. "Algunas son molestias relativamente llevaderas, como insomnio o dificultades de concentración. Pero cada día se registran más casos de cánceres. La mayoría de las personas desconocen el origen del problema. Es necesario empezar a plantearse seriamente qué papel juegan las radiaciones en la salud y definir soluciones a nivel social".
Legislación
Por otra parte, la Convención de Salzburgo de 2002 recomendaba limitar la radiación máxima en todas las altas frecuencias a 10 microvatios/cm2, y a 0,1 en las frecuencias de telefonía móvil. En 2007 el Informe Bioinitiative, tras revisar 1.500 investigaciones, hizo un llamamiento a las autoridades públicas y sanitarias para reducir los niveles de exposición por debajo del 0,1 en los lugares donde la gente vive, trabaja o estudia. Sin embargo, según Pérez y Cabado, la legislación es dispar en función de los países. "En España la legislación data de 2001 y establece unos límites máximos que son 4.000 veces superiores a los recomendados por la Convención de Salzburgo. La tecnología avanza a pasos agigantados y cada vez estamos más expuestos a fuentes de radiación pero las leyes no se están adaptando a la realidad"; por eso desde la fundación piden que los poderes públicos modifiquen la legislación atendiendo a las nuevas evidencias científicas que se refieren a la influencia de las radiaciones sobre la salud. Un metaestudio de 2002 sobre el informe Karolinska del 92, comparando los resultados con otras investigaciones, "comprobó que la exposición a radiaciones de campos electromagnéticos por encima de los 400 nanoteslas en los niños se asocia con el doble de riesgo de padecer leucemia infantil".
Además, para elevar la concienciación social sobre los riesgos de radiaciones y campos electromagnéticos, la fundación ha editado un libro dirigido a niños con los conceptos más básicos de salud medioambiental.
RECOMENDACIONES Y SEGURIDAD
Desde la Fundación para la Salud Geoambiental dictan sencillas medidas para evitar las radiaciones y campos magnéticos en el domicilio, sobre todo por la noche cuando el cuerpo descansa. Así recomiendan mantener los teléfonos inalámbricos y móviles -la frecuencia de ambos es la misma- alejados de la cabecera de la cama, al igual que radiodespertadores conectados a la red eléctrica -emiten menos radiaciones mantenerlos encendidos con pilas- y lámparas. El desgaste de los muelles o estructuras metálicas de colchones y camas también puede producir un campo electromagnético que afecte al descanso y a los órganos. Asimismo, desde la fundación recomiendan apagar el wifi durante la noche y mantenerlo alejado de los dormitorios.
En cuanto a los electrodomésticos, se aconseja que no estén junto a una pared que linde con un dormitorio, especialmente si coincide con la cabecera de la cama, ya que son una fuente importante de ondas electromagnéticas de baja frecuencia. Las cocinas de inducción producen potentes campos y las vitrocerámicas por resistencia los generan de menor nivel. Asimismo, las antenas de telefonía emiten ondas en frecuencias entre 900 y 2.000 mHZ, y aunque importa la distancia a la que se encuentren, es más importante su orientación.
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