Polémica en Reino Unido por la venta de datos clínicos del NHS

A finales de año, las compañías aseguradoras y farmacéuticas podrán adquirir información adiccional sobre pacientes y en marzo comenzará la incorporación de datos que se nutrirá de la información procedente de hospitales y de centros de atención primaria.

G.E. Madrid | 21/01/2014 00:00

A partir de finales de año, las compañías aseguradoras y farmacéuticas podrán adquirir información sobre pacientes -que incluirá aspectos de salud mental, enfermedades como el cáncer o estilo de vida como el consumo de alcohol y tabaco- una vez que esté lista la base de datos centralizada única para todo el sistema público de salud (NHS, según sus siglas en inglés).

En marzo comenzará la incorporación de datos a este repositorio único, que se nutrirá de la información procedente tanto de hospitales como de centros de atención primaria. Es la primera vez que la historia clínica de todo el país se digitaliza y almacena en un único soporte.

Los defensores de la iniciativa afirman -según The Guardian- que compartir los datos hará más sencillo lograr avances médicos y salvar vidas, pues será posible analizar de forma más fiable los efectos secundarios de los medicamentos o la calidad de los servicios quirúrgicos.

Sin embargo, expertos en derecho a la intimidad advierten de que para los ciudadanos será imposible saber quién tiene sus datos o qué uso se les está dando. La información extraída de esta base de datos contendrá número de afiliación, fecha de nacimiento, código postal, raza y sexo.

El acceso a la base de datos, denominada care.data, será de pago y requerirá de aprobación para cada caso. Los datos se someterán a una limpieza de información personal que no será, con todo, suficiente para hacerla completamente anónima, un proceso denominado pseudoanimización.

Riesgos
Mark Davies, director del centro público responsable de la base de datos, ha explicado que existe un "pequeño riesgo" de que ciertos pacientes puedan ser "reidentificados" si el adquirente de los datos -una aseguradora, por ejemplo- tiene información propia que pueda encajar con los psedoanimizados.