lunes, 7 de diciembre de 2015

Vacunar de la gripe exige informar de riesgos graves - DiarioMedico.com

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TSJ DE CASTILLA Y LEÓN

Vacunar de la gripe exige informar de riesgos graves

Un TSJ condena a Sacyl por "faltar a la verdad" y no contar todos los efectos. El fallo subraya que "no por ser raros [los riesgos] deben ser silenciados".
Diego Carrasco. Madrid | diego.carrasco@diariomedico.com   |  07/12/2015 00:00
 
 

La campaña contra la gripe se encuentra en su punto culminante. Cientos de miles de personas que se encuentran en el grupo de riesgo se han inmunizado o están inmunizándose contra el virus gripal. A la mayoría de ellos se les informa de que entre los riesgos de la vacuna se encuentran tener algunas décimas de fiebre o que el brazo de la punción esté un poco dolorido. Pero, ¿reciben la misma información sobre todos los efectos adversos, aunque sean raros?
Puede que no. Al menos eso se desprende de la sentencia dictada por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Castilla y León que ha condenado al Sacyl por los daños y perjuicios a un paciente derivados de la falta de información sobre los efectos adversos en la vacuna de la gripe. Y es que el enfermo sufrió una "paresia facial bilateral con incapacidad para ocluir los ojos".
  • Un paciente sufrió el síndrome de Guillain Barré, que se estabilizó como una paresia facial bilateral con incapacidad para ocluir los ojos e insuficiencia respiratoria secundaria
Según se desprende de la demanda por responsabilidad patrimonial presentada por el paciente contra la entidad gestora, en octubre de 2010 fue vacunado contra la gripe en un centro de salud de la provincia de Salamanca. Se le administró en dos dosis, en vez de lo habitual, que es unidosis. Ocho días después el enfermo sufrió parestesias en miembros superiores y mialgias. Fue ingresado urgentemente en un hospital del Sacyl donde se le diagnosticó un síndrome de Guillain Barré, que se estabilizó como una paresia facial bilateral con incapacidad para ocluir los ojos. Además, sufrió una insuficiencia respiratoria secundaria, úlcera corneal e infección urinaria. El reclamante consideró que la Administración incurrió en mala praxis por no informarle de los posibles efectos adversos.
Tanto la entidad gestora como su compañía aseguradora argumentaron que el síndrome de Guillain Barré era una reacción muy rara (1/100.000 casos) y las neuralgias y parestesias son recciones raras (1/10.000 casos), por lo que no era necesario recabar el consentimiento informado para este tipo de vacunaciones. 
El tribunal autonómico otorga veracidad como hecho probado que es "práctica habitual" de los facultativos del Sacyl no informar de los efectos adversos de la vacuna de la gripe calificados como raros o muy raros, pues sólo advierten de posibles reacciones frecuentes de levedad, como acontenció en este caso.
Los magistrados dan por sentado que la vacunación de la población o de un determinado grupo de riesgo es "objetivamente beneficiosa para la salud pública" y por tanto es necesaria su realización porque produce "inequívocamente" una mejora para la salud pública general y poblacional.
Ahora bien, el TSJ advierte de que "se trata de unas actuaciones no exentas de riesgos". Es más, los propios laboratorios que producen las vacunas ya lo apuntan en sus prospectos. Unos riesgos que son individuales. La sentencia subraya que existe "obligación de la Administración sanitaria" tanto de realizar campañas de vacunación generales o de grupos de riesgo como de advertir personalmente a cada paciente de las consecuencias que pueden derivarse de tales campañas de vacunación.
minimizaron el riesgoLa Sala de lo Contencioso-administrativo considera que, tanto "el Sacyl como su personal, minimizaron los posibles efectos adversos de la administración de la vacuna de la gripe, hasta el punto de faltar a la verdad, por omisión, de la totalidad de sus efectos".
Francisco Javier Zataraín y Valdemoro, magistrado que ha expresado el parecer de la Sala, subraya que "no por ser estos raros o muy raros deben silenciarse, máxime si la vacunación era en este caso voluntaria". Por tanto, existe una suficiente información de los riesgos de las vacunas como también "la constatación escrita del consentimiento del paciente" al respecto, lo que se traduce en "mala praxis" del Sacyl.
La sentencia, que es firme, establece una cantidad indemnizatoria actualizada a la fecha y que asciende a 70.000 euros. Las costas procesales se imponen expresamente a la Admnistración demandada.

Más secuelas de las que se advierten

El TSJ castellanoleonés hace hincapié en lo primordial que es informar de todos los riesgos, aunque sean muy raros (síndrome de Guillain Barré) y de escasa incidencia. De la información que remitió Sacyl al tribunal se comprueba que es superior a las cifras de 1/100.000 casos. La sentencia explica que "los pacientes ingresados en los centros sanitarios de Castilla y León por el síndrome de Guillain Barré sólo en el periodo de vacunación del mes de noviembre del año 2010 ofreció una incidencia "muy superior al 1/100.000 casos".

La información es capital

El TSJ de Castilla y León ya advirtió de la importancia de informar de los riesgos en la vacuna de la triple vírica a los padres de un bebé. El fallo condenó al Sacyl por no haber informado de un riesgo típico de la vacuna del sarampión por ser "grave" (ver DM del 13-I-2012).

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