OPINIÓN
No inventemos de nuevo la rueda
El autor insta a poner en marcha un sistema basado en procesos de reacreditación elaborados por los colegios y sociedades, el Servicio Andaluz de Salud y el Ministerio de Sanidad.
Arcadi Gual Sala. Responsable del área profesional de la Organización Médica Colegial (OMC) | 05/09/2016 00:00
"Proceso periódico para renovar una credencial conseguida y que garantiza su cualificación para el ejercicio profesional. Habitualmente es atribuida a la renovación de las competencias específicas de una especialidad médica". Esta definición sobre la recertificación de los médicos nos enmarca en un proceso que finalmente ha logrado introducirse en nuestra estructura intelectual sin demasiado alboroto, si bien sin entusiasmo.
Desarrollar este proceso es absolutamente necesario por varias razones. Primero, es una obligación deontológica de los colegios profesionales, con la concurrencia de las sociedades científicas. Segundo, es una prioridad de la Administración sanitaria para asegurar el mejor sistema sanitario posible y, además, cumplir con las normativas de la Unión Europea. Finalmente,y la más importante, porque la ciudadanía del siglo XXI exige transparencia en los procesos que aseguren la calidad y las competencias de los recursos humanos del sistema sanitario.
En diversas ocasiones se comenta que debemos mirar a otras instancias para no tener que inventar la rueda. Efectivamente, de forma exponencial varios países, liderados por los anglosajones, han puesto en marcha sistemas de recertificación de los profesionales sanitarios y especialmente de los médicos; por tanto toca hacerlo. Pero no hay dos países con procesos de recertificación iguales, lo que no ha de sorprender, dado que no hay dos países con sistemas sanitarios iguales. Por tanto, hay que desarrollar el proceso de recertificación que mejor se adapte al sistema sanitario español.
En España hay algunas experiencias interesantes. Aunque algunas sociedades científicas han desarrollado meritorios programas de certificación periódica de las competencias, propias de su especialidad, no son procesos universales. En cambio, hay tres experiencias sí lo son: el de la Administración andaluza, el del Consejo General de los Colegios Oficiales de Médicos y el de la Dirección General de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad.
El Sistema Andaluz de Salud (SAS) ha desarrollado un sistema de Desarrollo Profesional (DP) en base a competencias para todos los profesionales del SAS que, además, es conditio sine qua non para acceder a la carrera profesional. Defendería donde hiciese falta la objetividad de dicho proceso y especialmente de sus evaluadores pero, formalmente, debe objetarse desde el plano teórico que el DP debe estar al margen del empleador, lo que no es el caso.
Por su parte, los colegios de médicos y el Consejo General han desarrollado dos procesos complementarios, la Validación Periódica de la Colegiación (VPC) y la Validación Periódica de la Colegiación-Recertificación (VPC-R), dirigidos ambos a médicos con ejercicio clínico, que mucho se acercan a un completo proceso de recertificación, especialmente la VPC-R. La VPC cumple con los deberes deontológicos colegiales y la VPC-R añade la evaluación de las competencias específicas de cada especialidad, contrastada por las sociedades científicas correspondientes.
Finalmente, el Ministerio de Sanidad elaboró dos documentos técnicos , aprobados por el Consejo Interterritorial de Sanidad, que debían ser la base para una futura ordenación de la reacreditación en España, que ha quedado pendiente en estas últimas legislaturas.
Debe desarrollarse cuanto antes una credencial universal que permita asegurar a la ciudadanía la competencia de los profesionales y que, además, facilite su movilidad entre CC.AA. y entre países de la UE. Es necesario y urgente que no inventemos de nuevo la rueda. Únanse los tres actores necesarios -Administración, colegios y sociedades.- y establezcan las sinergias necesarias para desarrollar un programa de recertificación en España. La VPC-R incluye todos los requisitos especificados en los documentos técnicos del ministerio y no es incompatible con el programa del SAS; es una base ya operativa que no debería desaprovecharse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario