ATENCIÓN DEL MENOR
"El médico debería formarse para valorar la madurez del menor"
Expertos en asuntos de menores defendieron durante un curso sobre Modificaciones legales en la atención del menor que debería ser competencia del clínico determinar la madurez del niño.
Diego Carrasco. Madrid | diego.carrasco@diariomedico.com | 23/01/2017 00:00
Diego Carrasco, periodista de la sección de Normativa de DM; Pilar Sánchez, delegada de la Fiscalía de Menores de Jaén; Ángel Hernández Gil, jefe de servicio de Clínica Forense del Instituto de Medicina Legal de Jaén, y María Teresa Carrasco, magistrada de menores de Jaén. (DM)
"Resulta necesario que los profesionales sanitarios se formen en la valoración del grado de madurez del menor con el fin de prestar una mejor asistencia y evitar algunos de los problemas que se pueden plantear a la hora de prestar el consentimiento ante situaciones de riesgo vital", señaló Ángel Hernández Gil, jefe de servicio Clínica Forense del Instituto de Medicina Legal de Jaén y vocal de la Comisión Central de Deontología de la Organización Médica Colegial.
El experto, que participó en el curso sobre Modificaciones legales en la atención del menor, celebrado el jueves pasado en el Colegio de Médicos de Jaén, explicó que la formación del médico debería realizarse de modo reglado, empezando con la preparación de la información relevante, que debe ser trasladada de modo "adecuado y comprensible" al menor. De ahí que es conveniente que incluya siempre la "finalidad y circunstancias que rodean el acto médico".
Buena comunicación
Hernández Gil resaltó la importancia de realizar una valoración de las habilidades necesarias para la toma de decisiones; es decir, comprensión de la información trasladada, apreciación del acto médico, considerando los pros y los contras junto con las repercusiones a corto, medio y largo plazo y la capacidad de expresar su elección.
Hernández Gil resaltó la importancia de realizar una valoración de las habilidades necesarias para la toma de decisiones; es decir, comprensión de la información trasladada, apreciación del acto médico, considerando los pros y los contras junto con las repercusiones a corto, medio y largo plazo y la capacidad de expresar su elección.
Ahora bien, "no existen reglas universales porque cada situación concreta exige un nivel diferente de habilidades, pues hay que considerar el riesgo vital del acto clínico y el nivel intelectual del menor". Por tanto, "el médico siempre deberá adoptar el papel de garante de los derechos del menor", subrayó.
El curso, organizado por el colegio jienense, con más de un centenar de inscripciones, también contó con la intervención de María Teresa Carrasco Montoro, magistrada del Juzgado de Menores de Jaén, que insistió en que los profesionales sanitarios deben estudiar caso por caso, porque no se puede generalizar por la edad ni por el sexo.
Carrasco, que analizó las recientes modificaciones legales que afectan a los menores y sus distintas escalas de edad (menor de 12, entre 12 y 16, y entre 16 y 18), resaltó la necesidad imperiosa de "escuchar siempre al menor" para valorar su grado de madurez, aunque finalmente en algunas situaciones de riesgo vital consientan los padres o representantes legales.
Pilar Sánchez Alcaraz, vocal del Consejo Fiscal y delegada de la Fiscalía de Menores de Jaén, se refirió al Registro Central de Delincuentes Sexuales y su impacto en la actividad de los profesionales sanitarios que tienen un contacto habitual con menores, ya que deben presentar un certificado negativo de antecedentes penales por delitos sexuales.
En su opinión, el legislador español ha ido más allá de lo que exige la normativa internacional.
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