El Senado debatirá la necesidad de contar con un baremo de daños sanitarios
Este viernes concluye una animada semana de política sanitaria en la que los senadores del PP y el PSOE han sido los principales protagonistas. A la espera de que la ministra de Sanidad vuelva a hablar de copago farmacéutico, el principal tema de interés es el baremo de daños por causas sanitarias.
Este viernes, 27 de enero, se dio fin a una semana en la que todo el protagonismo sanitario recayó en la comisión del Senado y las declaraciones del senador Jesús Ramón Aguirre, que en esta misma jornada postuló la necesidad de contar con un baremo de daños sanitarios, adecuado a las necesidades del SNS y los criterios de responsabilidad civil de los profesionales sanitarios. Según refirió el veterano senador, se está dando la paradoja de que en casos de litigio por causas sanitarias, se aplica por analogía el baremo de daños causados por accidentes de tráfico, aprobado en septiembre de 2015. Esto tiene un error en su planteamiento de base y es que, a diferencia de los accidentes de circulación, el profesional sanitario presta sus servicios a requerimiento del paciente, y no en los otros casos, donde el daño sobreviene de la actuación de terceros, sin relación previa. Por ello, dicho profesional sanitario no puede ser considerado agente causante del riesgo.
Para Aguirre, la moción presentada por el PP para tener de una vez por todas un baremo para daños relativos a prácticas sanitarias, redundará en beneficio de los profesionales sanitarios, los pacientes y la comunidad judicial. Un baremo de daños sanitarios adecuado, según el senador, reducirá la litigiosidad, acortará los procesos y permitirá a las compañías aseguradoras de responsabilidad social que puedan hacer sus previsiones empresariales de forma mejor fundada. Se evitará así, por ejemplo, la salida de compañías como Zurich, que recientemente abandonó el sector por los graves desequilibrios presupuestarios que le estaban causando las indemnizaciones por actuaciones sanitarias, calculadas sobre el baremo de los accidentes de circulación. Así mismo, el senador entendió que la indefinición que provoca el no tener el referido baremo alimenta la medicina defensiva, siempre muy gravosa en términos sociales y económicos.
Pie de foto: El senador y portavoz de la Comisión Mixta Congreso-Senado, doctor Jesús Ramón Aguirre
Igualmente, y teniendo como horizonte la comparencia parlamentaria de la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Monstserrat, el próximo 6 de febrero, la política sanitaria sigue palpitando en las principales instituciones representativas del país. La Comisión de Sanidad y Servicios Sociales del Senado sirvió para unir a los partidos clásicos, PP y PSOE, en una moción compartida y destinada a auspiciar un pacto de estado por la Sanidad. Paradógicamente, la iniciativa tuvo en frente los votos de los grupos Unidos-Podemos, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y el Partido Nacionalista Vasco (PNV), que con distintos argumentos calificaron de poco sustanciosa la propuesta. Con este reparto, la moción resultó aprobada con 22 votos, suficientes en la Cámara Alta del Parlamento español.
En esencia, el acuerdo propone el concierto de todas las fuerzas políticas para armonizar las políticas autonómicas, poseedoras de las competencias sanitarias, de cara a lograr incrementar los principios de universalidad, calidad, equidad y sostenibilidad de la asistencia sanitaria. En ese sentido, tanto PSOE como PP coincidieron en la necesidad de dar respuesta a ese importante desafío, encauzándolo y alentándolo desde la Comisión General de las Comunidades Autónomas del Senado.
Pie de foto: El portavoz de Sanidad en el Senado por el PSOE, doctor José Martínez Olmos
Por parte del Partido Popular, y portavoz de sanidad, Antoni Alarcó, utilizó la metáfora de un motor que puede griparse, en relación al riesgo de colapso que puede sufrir el SNS. La réplica, aliada en este caso, vino del senador José Martínez Olmos quien, sin demostrar entusiasmo por el planteamiento inicial del PP, sí estimó que expresa una actitud constructiva por parte del principal partido de la cámara. No obstante afirmó que no basta con reivindicar la sostenibilidad, sino que es preciso financiarla presupuestariamente de la forma adecuada.
Por su parte, Unidos-Podemos denominó “brindis al sol” la propuesta y se mantuvo en sus trece al pedir la derogación del RDL 16/2012. También desde los votos negativos, la portavoz del PNV, Nerea Ahedo, sentenció que propuestas como la aprobada parecen más una táctica dilatoria y un intento de invasión de competencias ajenas que una actuación interesada realmente en solucionar un problema concreto.
En otro orden de cosas, el popular Aguirre cifró en el vigor de la economía española, la capacidad del país para asumir el gasto sanitario, y farmacéutico, que se le viene encima. En respuesta al reciente informe de ESADE y Antares Consulting, según el cual la demanda de calidad asistencial y su coste, creceran de forma exponencial en España, el político contrapuso el dato positivo de que en 2017, tras muchos años de no poder hacerlo, las CCAA disponen de presupuestos incrementados para Sanidad.
Foto superior: el senador Jesús Ramón Aguirre (PP) durante su asistencia a la Primera Jornada Nacional sobre Biosimilares (BioSim)
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