Obama: "Derogar Obamacare primero para sustituirlo después es irresponsable"

El todavía presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que dejará oficialmente su puesto a Donald Trump el próximo lunes, firma un artículo en el New England Journal of Medicine en el que defiende su reforma sanitaria y critica los planes republicanos de derogar Obamacare.

José A. Plaza | 09/01/2017 10:11

Obama: 'Derogar Obamacare primero para sustituirlo después es irresponsable' - DiarioMedico.com

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en un acto de apoyo a su reforma sanitaria. (DM)

Barack Obama, que dejará el próximo lunes oficialmente el cargo de presidente de Estados Unidos en manos de Donald Trump, ha relacionado la decisión de los republicanos de derogar su reforma sanitaria -Obamacare- con un atentado contra el juramento hipocrático de los médicos: "Primero, no dañar", señala Obama, augurando una pérdida de salud y calidad sanitaria en Estados Unidos.

Obama califica de "irresponsabilidad" que los republicanos quieran tumbar el Obamacare sin tener una alternativa a una reforma sanitaria que ha logrado en los últimos años que 20 millones de estadounidenses hayan accedido a cobertura sanitaria. Además, Estados Unidos ha reducido el crecimiento de su gasto sanitario con la reforma, añade.

Sólo unos días después de los anuncios del propio Trump y de su vicepresidente electo, Mike Pence, de que Trump firmará "una primera orden ejecutiva" contra la reforma sanitaria, Obama se vale de una tribuna en una de las revistas médicas más prestigiosas, el New England Jorunal of Medicine, para defender su gestión y criticar los planes republicanos -más bien, la falta de ellos-.

Obama cree que las compañías de seguros encarecerán servicios y reducirán oferta, y que los hospitales sufrirán recortes

El todavía presidente de Estados Unidos admite que Obamacare es mejorable, pero añade que abolirlo para después pensar alternativas será contraproducente: "Los republicanos deberían estudiar qué funciona antes de eliminar lo existente".

En su opinión, dar marcha atrás afectará negativamente a pacientes, médicos, centros sanitarios, proveedores y a la salud y al sistema sanitario en general.

Obama defiende que, desde que Obamacare está activo, ha mejorado la calidad asistencial y se han reducido los costes sanitarios. Apunta directamente a mejoras en Medicare y Medicaid (los dos principales programas de asistencia sanitaria estadounidenses, dirigidos a la protección sociosanitaria de los más desvaforecidos, mayores y colectivos con discapacidad).

Es más, augura que la decisión republicana provocará costes extra que afectarán a Medicare y Medicaid. También tira de autocrítica al señalar que, por el momento, Obamacare tiene lagunas, "como la falta de libertad de elección en algunos mercados de seguros, servicios inaccesibles para ciertos colectivos y precios muy elevados en novedades terapéuticas".

Consciente de que su reforma precisa de mejoras, solicita trabajar sobre lo ya hecho en vez de derogarlo, y recuerda que "la resistencia de los republicanos ha hecho extremadamente difícil lograr pequeñas y grandes mejoras" en los últimos años.

Obama admite carencias en su reforma: "Falta libertad de elección en algunos seguros, hay servicios inaccesibles para ciertos colectivos y altos precios en fármacos"

A su juicio, Trump debería sugerir un "acta de reemplazo" del Obamacare, hacerla pública, dejar un tiempo de consulta pública, realizar un análisis de costes y permitir un año de debate en torno a posibles novedades, "lo mismo que suc edió con el Affordable Care Act" -nombre oficial de la reforma sanitaria de Obama-. Por el contrario, teme que derogar y luego pensar alternativas sea el camino elegido por los republicanos.

¿Qué irá a peor?
Si esto sucede, Obama cree que las compañías de seguros se mostrarán reticentes a participar en el mercado en 2018, aumentarán precios y plantearán cambios previos su cartera de servicios, curándose en salud ante posibles recortes impopulares en el futuro.

También pronostica recortes hospitalarios (en personal y recursos), previendo posibles cuidados asistenciales sin compensación. Sin los incentivos actuales, las empresas también perderán oferta asistencial y facilidad de trabajar con seguros, añade.

Potro lado, Obama teme que no exista una segunda opinión -segundo voto- en torno a la abolición de la reforma, debido a la falta de previsión, carencia de planes y prioridades imprevistas: "Si este segundo voto no tiene lugar, millones de estadounidenses se verán afectados".

Su conclusión es que "los republicanos deben localizar mejoras y necesidades, y presentar un plan sanitario desde el principio. Los legisladores deben acatar el juramento hipocrático y, en primer lugar, no dañar".