El mundo tiene que prepararse para la próxima gran pandemia letal
Un comité de expertos entrega a la ONU un análisis sobre el riesgo de una emergencia sanitaria global y qué hay que hacer para prevenirla. ¿La mayor amenaza? Una gripe masiva y mortal
Nueva York
Si un brote de un nuevo y agresivo tipo de gripe estallara mañana, el mundo no tendría herramientas para evitar la devastación. Morirían entre 50 y 80 millones de personas y liquidaría el 5% de la economía global. No contamos con las estructuras suficientes para hacer frente a la próxima pandemia letal. Esta es la cruda realidad sobre la que alerta un grupo de expertos de la OMS y el Banco Mundial, reunidos en una junta recién creada y llamada The Global Preparedness Monitoring Board (GPMB), a los que la ONU encargó una evaluación tras la última epidemia de ébola en África subsahariana, con el objetivo de aprender de los errores del pasado.
Dos trabajadores sanitarios contra el ébola en RDC. UNICEF
Los especialistas han analizado las infraestructuras, el dinero disponible para emergencias, el número de profesionales capacitados para solucionarlas y los mecanismos de coordinación entre países. Según las conclusiones de su primer Informe anual sobre Preparación Mundial de Emergencias Sanitarias, "el espectro de una urgencia sanitaria global se vislumbra en el horizonte". "Sería genial decir que estamos preparados para lo que puede venir, pero no es así. Tenemos que hacer una serie de cambios y vamos a controlar que se lleven a cabo", explica la supervisora de este análisis, Harlem Brundtland, que fue primera ministra de Noruega (1981, 1986-1989 y 1990-1996) y directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) entre 1998 y 2003. El documentó se presentó en Nueva York la última semana de septiembre coincidiendo con la cumbre de la ONU de cobertura sanitaria global.
La junta que ha elaborado este informe está compuesta por 15 miembros entre los que hay técnicos, políticos y altos representantes de diferentes organismos. "Durante mucho tiempo hemos permitido que se suceda un ciclo de pánico y abandono: prodigamos los esfuerzos cuando surge una amenaza grave y nos olvidamos rápidamente cuando remite", reza el documento entregado a la ONU. ¿Qué hay que cambiar? "El escollo principal es la financiación. Sigue sin invertirse lo suficiente, aun siendo lo más inteligente desde el punto de vista económico. Por cada dólar invertido en vigilancia, ahorras 10 en servicios médicos", apunta Elhadj As Sy, secretario general de Cruz y Media Luna Roja, y otro de los responsables del estudio. Los expertos señalan acciones muy concretas que adoptar por parte de los países más ricos, como por ejemplo destinar cantidades significativas a fondos destinados a la salud global, el Fondo Mundial de lucha contra la malaria, el sida y la tuberculosis, la alianza Gavi (destinada a promover la vacunación), y la Asociación Internacional de Fomento, que ofrece préstamos asequibles a países en desarrollo. España, por ejemplo, acaba de anunciar que volverá a aportar dinero al Fondo Mundial después de ocho años.
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