Amyts denuncia un reparto de la variable injusto y arbitrario
Amyts denuncia que dificultades generadas con el nuevo programa informático de primaria han provocado retrasos en el pago de la variable de 2010 y el establecimiento de criterios "unilaterales e injustos" para su reparto. La consejería alega que, pese a los retrasos, "se va a pagar".
F. Goiri | 15/09/2011 00:00
Según Giménez, ese programa carece de la herramienta necesaria para explotar, gestionar y evaluar los datos contenidos en el pacto de cumplimiento de cartera acordado en 2010, datos que, entre otras cosas, servirían para fijar los criterios del reparto de la variable.
A falta de esos datos, Giménez afirma que la consejería, y concretamente el director general de Atención Primaria, Antonio Alemany, "ha fijado unilateralmente unos criterios arbitrarios, o al menos no los ha pactado con el sindicato más representativo entre los médicos de la comunidad".
- La responsable sindical de Primaria pide que se consensúe un nuevo acuerdo "para que sea un complemento verdaderamente incentivador"
Entre esos criterios, la representante de Amyts cita algunos "inalcanzables para muchos médicos, como tener residentes cuando están ejerciendo en el turno de tarde", y otros, en materia docente e investigadora, "de muy difícil cumplimiento en un contexto de sobrecarga asistencial y sobredimensionadísima cartera de servicios como el que padece la atención primaria madrileña".
Añade, además, que los ítems de valoración no son homogéneos en todas las direcciones asistenciales, "con lo que dos profesionales pueden cobrar una productividad variable distinta aunque su grado de cumplimiento de los objetivos haya sido parejo".
Problema de competencias
Giménez personaliza sus críticas en Alemany, "que ha tomado la iniciativa excediéndose un tanto de sus atribuciones, porque se trata de un tema de reparto retributivo que, en teoría, compete a la Dirección General de Recursos Humanos".
De hecho, la representante de Amyts añade que el director de Personal de la consejería, Armando Resino, "ha escuchado nuestras quejas por teléfono, las ha entendido y nos ha convocado a una mesa sectorial, que previsiblemente se celebrará esta semana y en la que esperemos que se busque una solución más acorde con las necesidades de los médicos".
- La consejería ha convocado una mesa sectorial para hoy, se reunirá mañana con Amyts y dice que, pese al retraso, "pagarse, se va a pagar"
Fuentes de la consejería han confirmado que la Dirección de Recursos Humanos ha convocado a las centrales a una mesa sectorial para hoy mismo, y que mañana mantendrá una reunión con los representantes de Amyts para abordar de forma monográfica las discrepancias entre Administración y sindicato sobre la productividad variable.
La responsable de Atención Primaria de Amyts teme que "un retraso en el pago de la variable acabe traduciéndose en un definitivo impago de las cantidades correspondientes a 2010, máxime en un contexto de recortes como el que estamos viviendo".
No obstante, las fuentes de la consejería dejan muy claro que, independientemente de los retrasos, "pagarse, se va a pagar".Un nuevo acuerdoGiménez recuerda que el último acuerdo de productividad variable se firmó hace más de 7 años y que los pactos anuales sucesivos son el resultado de prorrogar ese acuerdo.
"Lo que hay que hacer es negociar un nuevo acuerdo y, si queremos que la variable sea verdaderamente incentivadora, establecer criterios comunes y consensuados entre ambas partes. De entrada, esos criterios no se pueden fijar con rigor medio año después de que finalice el ejercicio".
UN COMPLEMENTO QUE ES FUENTE PERMANENTE DE CONFLICTOS
Las diferencias entre Administración y sindicatos por el pago de la variable no son exclusivas de Madrid. En mayor o menor medida, el reparto de la productividad -que, en algunos casos, representa un importante porcentaje de la nómina- genera problemas en muchas mesas sectoriales.
En teoría, es un complemento destinado a incentivar la eficacia del profesional y, por ende, los buenos resultados de su equipo y/o servicio. Esa eficacia debería medirse con arreglo a unos criterios objetivos que, sobre el papel, deberían pactar en cada comunidad la Administración y los sindicatos con representación en la mesa sectorial.
Los acuerdos de productividad variable deberían renovarse cada año, en teoría al principio del ejercicio o, idealmente, al final del ejercicio anterior, y aquí surge el primer problema. La mayoría de los acuerdos de productividad se firman -cuando se firman- al menos seis meses después de que haya finalizado el ejercicio correspondiente, con el consiguiente retraso en el abono.
El segundo problema suele ser la diferencia de criterio entre Administración y sindicatos a la hora de fijar los criterios para su reparto. Además de Madrid, últimamente Galicia y Extremadura han registrado problemas con sus respectivas variables.
En Galicia, la coalición CESM-Omega denuncia el incumplimiento del pacto firmado en 2010 (ver DM del 9-IX-2011), mientras CESM-Extremadura lleva meses quejándose de un reparto "arbitrario y oscurantista" de este complemento salarial (ver DM del 11-VII-2011).
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