RECLAMAN LA UNIÓN DE FUERZAS DE GOBIERNOS, COMPAÑÍAS E INSTITUCIONES
El estudio Framingham de 1948, modelo para Alzheimer
El envejecimiento de la población señala al Alzheimer como un eventual futuro problema de salud pública. Ante el fracaso de los esfuerzos aislados, el responsable de I+D de GSK propone volver a un modelo de estudio implantado en la postguerra mundial.
Redacción | 13/09/2011 00:00
Más de 35 millones de personas en todo el mundo padecen demencia, cifra que prácticamente se duplicará cada 20 años hasta los 65,7 millones en 2030 y los 115,4 millones en 2050, según las estimaciones de Naciones Unidas. Un grupo de investigación del Instituto Karolinska, de Suecia, intentó calcular el coste mundial de la demencia en 2005, y lo cifró en 315.000 millones de dólares al año. Sólo en Estados Unidos 4,5 millones de personas tienen Alzheimer, es decir, uno de cada 10 mayores de 65 años y casi la mitad de los mayores de 85. Cuidar de estos enfermos cuesta en el citado país 100.000 millones de dólares al año. Los expertos creen que la patología anegará los sistemas sanitarios.
La Federación Internacional de Alzheimer pide el reconocimiento de la enfermedad por la OMS como un problema de salud pública -igual que el que tienen tabaquismo y obesidad, por ejemplo-, y la evolución de la pirámide poblacional revela la importancia de un plan de acción como el que reclamó Moncef Slaoui, responsable mundial de I+D de la británica GlaxoSmithKline y miembro de su junta directiva, en una reunión con líderes biotecnológicos organizada por el fondo de inversión americano Index Ventures la semana pasada.
Aún no se han descubierto las causas de la enfermedad ni se han desarrollado tratamientos efectivos, y para muchos pacientes los fármacos disponibles producen efectos modestos sobre los síntomas, pero no combaten la causa subyacente del deterioro cerebral. Incluso el diagnóstico es difícil. Es más, los investigadores no ven ninguna gran promesa en un horizonte cercano y no es fácil que antes de una década llegue al mercado nada que realmente marque la diferencia.
Precisamente por esa falta de entendimiento del Alzheimer es por lo que Slaoui propuso un ambicioso esfuerzo investigador en el que gobiernos, instituciones académicas y empresas unan fuerzas para comprender y combatir la enfermedad. "Necesitamos alianzas para encontrar vías que realmente tengan un impacto sobre la enfermedad". Abogó por la puesta en marcha de un estudio a largo plazo entre miles de personas mayores de 45 años para identificar características y potenciales biomarcadores que permitan identificar las mejores vías para tratar el Alzheimer.
Hasta ahora la enfermedad está siendo un hueso duro de roer para las farmacéuticas, y aunque hay compañías como la irlandesa Elan que siguen investigando nuevos productos y vacunas, otras como Pfizer, AstraZeneca y la propia GSK han interrumpido líneas de investigación en Alzheimer y otras patologías cerebrales.
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La Federación Internacional de Alzheimer pide el reconocimiento de la enfermedad por la OMS como un problema de salud pública -igual que el que tienen tabaquismo y obesidad, por ejemplo-, y la evolución de la pirámide poblacional revela la importancia de un plan de acción como el que reclamó Moncef Slaoui, responsable mundial de I+D de la británica GlaxoSmithKline y miembro de su junta directiva, en una reunión con líderes biotecnológicos organizada por el fondo de inversión americano Index Ventures la semana pasada.
- La Federación Internacional de Alzheimer pide el reconocimiento de la enfermedad por la OMS como un problema de salud pública
Aún no se han descubierto las causas de la enfermedad ni se han desarrollado tratamientos efectivos, y para muchos pacientes los fármacos disponibles producen efectos modestos sobre los síntomas, pero no combaten la causa subyacente del deterioro cerebral. Incluso el diagnóstico es difícil. Es más, los investigadores no ven ninguna gran promesa en un horizonte cercano y no es fácil que antes de una década llegue al mercado nada que realmente marque la diferencia.
Precisamente por esa falta de entendimiento del Alzheimer es por lo que Slaoui propuso un ambicioso esfuerzo investigador en el que gobiernos, instituciones académicas y empresas unan fuerzas para comprender y combatir la enfermedad. "Necesitamos alianzas para encontrar vías que realmente tengan un impacto sobre la enfermedad". Abogó por la puesta en marcha de un estudio a largo plazo entre miles de personas mayores de 45 años para identificar características y potenciales biomarcadores que permitan identificar las mejores vías para tratar el Alzheimer.
Hasta ahora la enfermedad está siendo un hueso duro de roer para las farmacéuticas, y aunque hay compañías como la irlandesa Elan que siguen investigando nuevos productos y vacunas, otras como Pfizer, AstraZeneca y la propia GSK han interrumpido líneas de investigación en Alzheimer y otras patologías cerebrales.
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