Las prepagas piden un análisis de costos
Impulsa el Gobierno una ley que permite el cambio de sexo
Lo propio y lo ajeno
SANTIAGO.- Suena paradójico, pero Chile, país que aún no ha regulado el matrimonio gay y que cuenta desde hace sólo 7 años con ley de divorcio, es uno de los más avanzados de la región en operaciones de cambio de sexo.
"Es parte de las paradojas de este país. Los chilenos debemos irnos a casar a Mendoza, porque acá no se permite el matrimonio gay y los argentinos se operan en Chile porque en su país no tienen la opción de hacerlo", reflexionó ante La Nacion el presidente del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), Rolando Jiménez. "Quedan muy contentos con los resultados físicos y la sensibilidad de sus nuevas partes", agregó.
Si bien los expertos son pocos (sólo tres o cuatro), los dos más reconocidos, los doctores Guillermo MacMillan y Antonio Salas Vieyra, registran una experiencia única en este tipo de intervenciones. Las estadísticas establecen que de cada 100 operaciones sólo 10 responden a mujeres que buscan llegar a ser hombres.
Precisamente fue Salas Vieyra quien realizó la primera cirugía de cambio de sexo, en 1973, cuando Manuel Antonio, un atribulado transexual oriundo de Antofagasta, pasó a llamarse Marcia Alejandra.
"En aquel tiempo, era insospechado que un equipo pudiera hacer semejante intervención y, mucho menos, que se hiciera pública la noticia. Sin embargo, nosotros atendimos el llamado de esta persona, que estaba sufriendo un grave conflicto por causa de su transexualidad", recordó Salas Vieyra.
"Las cirugías de cambio de sexo no se hacen en cualquier parte, porque no siempre existe la preparación médica necesaria [?]. Por eso, yo recibo muchos casos en la consulta, aunque no todos son operables. Es muy importante que haya una evaluación previa, hecha por algún especialista que diagnostique el problema de identificación de género", dijo Salas.
Las operaciones más comunes en Chile son la vaginoplastia con sigmoides en agenesia vaginal y la genitoplastia feminizante, aun cuando también se practica la faloplastia en un tiempo con colgajo cutáneo.
Jiménez también explicó a La Nacion que hoy se discute la regulación de este tipo de operaciones como una política de salud pública.
Una de las dirigentes de Movilh, Isabella Aguayo, se sometió a una intervención en el hospital Van Buren de Valparaíso, con el doctor Mac Millan. El costo de la intervención alcanzó a los US$ 12.000 y los requisitos solicitados fueron tener diagnosticada la transexualidad por un psiquiatra y contar con apoyo terapéutico y endocrinológico.
La operación de Isabella requirió un posoperatorio de cinco días. Si bien no hay estadísticas oficiales, se estima que medio centenar de personas, procedentes de la Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y latinos que viven en Europa, viajan todos los años a operarse en Chile.
Aún se recuerda por estas tierras el caso del transexual argentino que se operó en Chile en 2003, y a quien la justicia de la Argentina reconoció en 2009 su derecho a modificar sus documentos y a obtener un DNI femenino..
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