A por el 'aparatito' con nombre español
Si los médicos españoles reconocen que hay mucho espacio en el que innovar y que ideas no faltan, ¿por qué no llegan más productos con copyright español al mercado? La traslación de la investigación no es todo lo buena que debería, pero comienzan a ponerse las primeras piedras para que la situación cambie y la innovación no sea un tema marginal en España. El Nodo de Innovación del Idipaz empieza a mostrar su producción.
David Rodríguez Carenas | 15/09/2011 00:00
El sistema de extracción, que espera que mejore respecto a lo que ya había para así ser mínimamente invasivo. "Al reducir el tamaño de las incisiones bajará el dolor y la recuperación será mejor", según Mario Álvarez Gallego.
¿Y si esta vez los moldes son los adecuados y comienza a cambiar la situación? No es España un país que se caracterice por tener una traslación de la investigación modélica, pero son muchos los que luchan por cambiarlo.
En ello están en el Nodo de Innovación del Instituto de Investigación del Hospital Universitario La Paz (Idipaz), en Madrid, que tras un año de funcionamiento ya cuenta con tres patentes concedidas, además de cerca de una veintena en espera de lograrlo. Dos de ellas ya han sido compradas por empresas, iniciando el camino adecuado para salir al mercado y cerrar así el círculo de la investigación traslacional.
Una de esas dos es un sistema de sutura automática que se lanza de forma vertical y que posee un tope en el extremo y un sistema de seguridad que esconde la cuchilla para evitar lesiones en los vasos, lo cual es más sencillo gracias a su forma cilíndrica.
Su razón de ser es "solucionar los problemas derivados de gestos como cerrar los orificios que se hacen en la pared abdominal, de entre 10 y 12 milímetros. Para ello hay que adaptar el instrumental", explica su desarrollador, José Tomás Castell, cirujano de la Unidad Hepatobiliar de La Paz.La otra patente comprada por una empresa es un dispositivo de extracción de piezas quirúrgicas asistida por insuflación y succión.
La principal novedad está en la bolsa, con una doble cámara sellada. "Al introducir la pieza, la bolsa se infla, se hace la preforma y, al aplicar el vacío, se ajusta a la pieza extraída", señala Mario Álvarez Gallego, desarrollador de esta innovación. "Antes la fuerza de la pared abdominal era mayor que la de la bolsa, pero al hacerla más rígida esperamos que las tornas cambien".
El origen del dispositivo desarrollado por Álvarez Gallego está en intentar reducir el tamaño de las incisiones en cirugía laparoscópica para sacar la pieza quirúrgica. "No puede ser que en laparoscopia se hagan incisiones pequeñas y después tengan que ser más grandes para extraer las piezas".
Plazo corto
Parte del camino está hecho, pero aún queda. "El siguiente paso es regulatorio. Los prototipos existen, pero hay que usarlos en pacientes por primera vez y, si demuestran que son una mejora, que se autorice su venta y distribución", afirma Cristobal Belda, coordinador del Nodo de Innovación del Idipaz.
En cualquier caso, "existe una ventaja competitiva frente a los productos farmacéuticos, porque su efectividad se demuestra en un plazo menor, lo cual interesa a los inversores"."No sé si los dispositivos llegarán al mercado, pero ya se ha abierto el camino y dos creativos como ellos ya lo conocen.
Seguro que a lo largo de nuestra vida usaremos muchos aparatos inventados por ellos", avanza Damián García Olmo, presidente de la Comisión de Investigación del Idipaz. Sólo así España podrá desterrar el tristemente famoso ¡Que inventen ellos! de Miguel de Unamuno, y en el quirófano los dispositivos que se empleen no sólo tendrán nombres ingleses. Los cirujanos deberán pedir un Castell o un Álvarez.
Creativos
"El tema de las patentes en España es difícil porque no hay tejido empresarial suficiente", lamenta Damián García Olmo, presidente de la Comisión de Investigación del Idipaz. "Un cirujano alemán que desarrolle un dispositivo tendrá pronto a muchas empresas queriendo comprárselo".
La razón del tamaño empresarial menor, en opinión de Cristobal Belda, coordinador del Nodo de Innovación del Idipaz, también es del médico, y la solución, en el caso del Hospital La Paz, puede estar en el Idipaz. "Ahora tenemos canales donde dirigirnos", reconoce José Tomás Castell, cirujano del hospital.
"No es falta de creatividad; hay mucha", advierte García Olmo. El reto está en transformar esas ideas brillantes en un lenguaje que venda.
Por eso el nodo del Idipaz contrata a economistas y abogados, que no presentan una idea, sino un prototipo con un plan de negocio.
"Es una apuesta importante del hospital que tiene financiación del Ministerio de Ciencia e Innovación, en un ejemplo de colaboración para cambiar el modelo productivo. Hasta ahora sólo comprábamos innovación; ahora se vende", concluye Belda.
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