Las Organizaciones Médicas de España y Portugal acuerdan estrategias comunes ante la insuficiencia financiera de sus sistemas sanitarios
Madrid (13/12/2011) - Redacción
La OMC y la Ordem dos Medicos de Portugal han firmado "La Declaración de Lisboa: Compromisos y Exigencias de la Profesión Médica ante la Insuficiencia Financiera de Nuestros Sistemas Nacionales de Salud"
Delegaciones de la Organización Médica Colegial de España y de la Ordem dos Medicos de Portugal, encabezadas por sus presidentes, los doctores Juan José Rodríguez Sendín, y José Manuel Silva, respectivamente, se han reunido en Lisboa para acordar una serie de estrategias comunes ante la insuficiencia financiera de sus respectivos sistemas sanitarios, tal ocmo publica "MédicosyPacientes". La reunión, en la que también han participado, por parte de la OMC, el secretario general y el vicesecretario, los doctores Serafín Romero y Jerónimo Fernández Torrente, ha concluido con la firma de "La Declaración de Lisboa: Compromisos y Exigencias de la Profesión Médica ante la Insuficiencia Financiera de Nuestros Sistemas Nacionales de Salud", un documento que pone de relieve la contribución de los profesionales de la salud a la situación sanitaria actual y en el que también se reivindican una serie de garantías a favor tanto de los pacientes como de los propios profesionales.
Ambas corporaciones, si bien consideran necesaria la toma de medidas que hagan posible la financiación suficiente de los Sistemas Nacionales de Salud de España y de Portugal, dados los problemas de sostenibilidad que afectan a sus SNS, defienden, por otra parte, que se realicen bajo una serie de condiciones, tales como que no deben afectar a la calidad y seguridad de la atención sanitaria que se dispensa a la población; no deben asumirlas de forma exclusiva ni los pacientes ni los profesionales sanitarios; deben tener en cuenta los intereses de los pacientes así como las propuestas de los profesionales de la salud; deben priorizar reformas y medidas estructurales, como cambios en los modelos retributivos, que consideren aspectos como competencia, compromiso y actitudes; y han de tener carácter finalista, y financiar unos Sistemas Nacionales de Salud universales, equitativos y solidarios.
Las corporaciones española y portuguesa advierten, por otra parte, de que los recortes y medidas exclusivamente economicistas "llevarán a una asistencia sanitaria para ricos y otra para pobres", que provocarían un retroceso notable sobre los logros obtenidos en el estado del bienestar".
Además de apostar por un modelo asistencial basado en la atención de crónicos y donde el médico asuma la responsabilidad de una gestión clínica compartida con el resto de los profesionales sanitarios, ambas organizaciones médicas se muestran dispuestas y comprometidas en colaborar en las reformas organizativas que estos Sistemas precisan así como en la correcta utilización de terapias y tecnologías donde el control del gasto farmacéutico tiene especial relevancia.
En el documento solicitan de los poderes políticos que respondan adecuadamente a su obligación moral con la sociedad y lideren un proyecto dinámico y transformador que garantice la suficiencia asistencial, financiera, así como su gobernabilidad, cohesión y equidad.
La Declaración deja constancia de su preocupación con el futuro de sus respectivos sistemas sanitarios y para ello ofrecen su compromiso con las necesidades del paciente y con los valores de la medicina basados en la competencia profesional, la integridad, la moralidad, el altruismo, la confidencialidad y el respeto a la intimidad y a la vida.
Ambas corporaciones, si bien consideran necesaria la toma de medidas que hagan posible la financiación suficiente de los Sistemas Nacionales de Salud de España y de Portugal, dados los problemas de sostenibilidad que afectan a sus SNS, defienden, por otra parte, que se realicen bajo una serie de condiciones, tales como que no deben afectar a la calidad y seguridad de la atención sanitaria que se dispensa a la población; no deben asumirlas de forma exclusiva ni los pacientes ni los profesionales sanitarios; deben tener en cuenta los intereses de los pacientes así como las propuestas de los profesionales de la salud; deben priorizar reformas y medidas estructurales, como cambios en los modelos retributivos, que consideren aspectos como competencia, compromiso y actitudes; y han de tener carácter finalista, y financiar unos Sistemas Nacionales de Salud universales, equitativos y solidarios.
Las corporaciones española y portuguesa advierten, por otra parte, de que los recortes y medidas exclusivamente economicistas "llevarán a una asistencia sanitaria para ricos y otra para pobres", que provocarían un retroceso notable sobre los logros obtenidos en el estado del bienestar".
Además de apostar por un modelo asistencial basado en la atención de crónicos y donde el médico asuma la responsabilidad de una gestión clínica compartida con el resto de los profesionales sanitarios, ambas organizaciones médicas se muestran dispuestas y comprometidas en colaborar en las reformas organizativas que estos Sistemas precisan así como en la correcta utilización de terapias y tecnologías donde el control del gasto farmacéutico tiene especial relevancia.
En el documento solicitan de los poderes políticos que respondan adecuadamente a su obligación moral con la sociedad y lideren un proyecto dinámico y transformador que garantice la suficiencia asistencial, financiera, así como su gobernabilidad, cohesión y equidad.
La Declaración deja constancia de su preocupación con el futuro de sus respectivos sistemas sanitarios y para ello ofrecen su compromiso con las necesidades del paciente y con los valores de la medicina basados en la competencia profesional, la integridad, la moralidad, el altruismo, la confidencialidad y el respeto a la intimidad y a la vida.
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