Los fármacos biológicos benefician casi a la mitad de los pacientes con enfermedades inflamatorias
Madrid (20/12/2011) - E.P.
Se buscan fármacos para prevenir y métodos para identificar a los futuros pacientes
Entre el 30 y el 40 por ciento de los pacientes con enfermedades inflamatorias, como la artritis reumatoide, se benefician de las denominadas terapias biológicas, que representan la línea de investigación más prometedora en este campo. Así lo ha señalado el profesor Ronald van Vollenhoven, jefe de la Unidad de Investigación en Terapia Clínica en Enfermedades Inflamatorias (ClinTRID) del Instituto Karolinska.
Las terapias biológicas, fármacos basados en la tecnología del ADN recombinante con efectos precisos y pocos efectos secundarios, "han devuelto casi por completo la salud a muchos de estos pacientes", afirma el profesor Van Vollenhoven , sin embargo, admite, los efectos no han sido tan impactantes en otros afectados y en unos pocos los biológicos no funcionan bien.
En los últimos años, el diagnóstico de estas enfermedades ha mejorado y los científicos "han aprendido mucho sobre su desarrollo y sobre su'etiología. Asimismo, se ha visto que, en la aparición de las enfermedades inflamatorias, los factores genéticos y ciertas exposiciones juegan un papel importante.
Por ejemplo, han visto que la característica principal de estas enfermedades, que van desde la espondilitis anquilosante hasta la psoriasis, la colitis ulcerosa o el lupus, es que son generadas por una inflamación no causada por bacterias o virus, sino un tipo de inflamación autoinmune.
Sobre los hábitos que vida, sólo está comprobado que fumar disminuye el riesgo de padecer artritis reumatoide, la enfermedad inflamatoria más común del sistema musculoesquelético, que afecta al uno por ciento de la población "Recomendamos dejar de fumar, un nivel moderado de actividad física y comida nutritiva. Sin embargo, no tiene sentido llevar un estilo de vida extremo. Los intentos de cambiar el pronóstico de la enfermedad con dietas restrictivas o exposiciones extremas al calor o al frío no han tenido éxito", advierte.
Sobre la posibilidad de conseguir, en un futuro, tratamientos que frenen el avance de estas patologías o puedan prevenirlas, el investigador ha dicho que, en la actualidad, se está mejorando la identificación de individuos que están en riesgo debido a factores genéticos o ciertos marcadores.
Se están llevando a cabo también estudios para comprobar si estas personas pueden recibir tratamientos preventivos con el fin de que no lleguen a desarrollar la enfermedad. Por ahora, lo único que sabemos a ciencia cierta es que no fumar disminuye el riesgo de padecer artritis reumatoide", concluye.
Las terapias biológicas, fármacos basados en la tecnología del ADN recombinante con efectos precisos y pocos efectos secundarios, "han devuelto casi por completo la salud a muchos de estos pacientes", afirma el profesor Van Vollenhoven , sin embargo, admite, los efectos no han sido tan impactantes en otros afectados y en unos pocos los biológicos no funcionan bien.
En los últimos años, el diagnóstico de estas enfermedades ha mejorado y los científicos "han aprendido mucho sobre su desarrollo y sobre su'etiología. Asimismo, se ha visto que, en la aparición de las enfermedades inflamatorias, los factores genéticos y ciertas exposiciones juegan un papel importante.
Por ejemplo, han visto que la característica principal de estas enfermedades, que van desde la espondilitis anquilosante hasta la psoriasis, la colitis ulcerosa o el lupus, es que son generadas por una inflamación no causada por bacterias o virus, sino un tipo de inflamación autoinmune.
Sobre los hábitos que vida, sólo está comprobado que fumar disminuye el riesgo de padecer artritis reumatoide, la enfermedad inflamatoria más común del sistema musculoesquelético, que afecta al uno por ciento de la población "Recomendamos dejar de fumar, un nivel moderado de actividad física y comida nutritiva. Sin embargo, no tiene sentido llevar un estilo de vida extremo. Los intentos de cambiar el pronóstico de la enfermedad con dietas restrictivas o exposiciones extremas al calor o al frío no han tenido éxito", advierte.
Sobre la posibilidad de conseguir, en un futuro, tratamientos que frenen el avance de estas patologías o puedan prevenirlas, el investigador ha dicho que, en la actualidad, se está mejorando la identificación de individuos que están en riesgo debido a factores genéticos o ciertos marcadores.
Se están llevando a cabo también estudios para comprobar si estas personas pueden recibir tratamientos preventivos con el fin de que no lleguen a desarrollar la enfermedad. Por ahora, lo único que sabemos a ciencia cierta es que no fumar disminuye el riesgo de padecer artritis reumatoide", concluye.
No hay comentarios:
Publicar un comentario