sábado, 5 de octubre de 2013

“Los responsables políticos deberían plantearse frenar definitivamente el incremento de facultades” :: El Médico Interactivo ::

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“Los responsables políticos deberían plantearse frenar definitivamente el incremento de facultades”


Septiembre de 2013 - Silvia C. Carpallo

Ricardo Rigual, presidente de la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina, ha concedido una entrevista a EL MÉDICO

No es una novedad, pero es una reclamación que poco se escucha y que traerá cada vez más problemas: es necesario ajustar las plazas de las Facultades de Medicina, con las plazas de especialistas MIR. Este es uno de los puntos clave en las preocupaciones de Ricardo Rigual, presidente de la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina, entre los que también destaca la necesidad de hacer más factible y atractiva la docencia al personal sanitario, actualizar la normativa del hospital universitario, y adaptar la formación de nuestros futuros médicos a necesidades actuales como la formación en habilidades.

¿Es necesario reducir el numerus clausus? ¿Cómo debería ser la planificación de profesionales sanitarios?
Es totalmente necesario, de acuerdo con las actuales previsiones realizadas por diferentes expertos. Las previsiones anteriores sobre necesidades de médicos no se están cumpliendo y en los últimos meses el número de médicos en paro o en búsqueda de empleo se ha incrementado considerablemente. El número que manejan los expertos, para los alumnos de nuevo ingreso en Medicina, ronda los 5.500 y actualmente las facultades admiten a más de 7.000. El número de estudiantes que acceden a las facultades de Medicina debe ajustarse con un ligero incremento a las plazas de formación de especialistas MIR, cuya oferta en cambio ha ido disminuyendo en las últimas convocatorias. Hay que tener en cuenta que los estudios de Medicina, cuando se termina el grado, no permiten prácticamente el ejercicio profesional, por lo que no tiene sentido dar acceso a estudiantes que no podrán terminar su formación ni acceder a la profesión.

¿Ayudará en este sentido el próximo registro de profesionales sanitarios?
Por supuesto, creo que será una herramienta muy útil para dicha planificación de especialistas.

¿Debería existir igualmente algún tipo de control o evaluación sobre el número de plazas de Medicina en la privada, debido a su gran incremento en los últimos años?
La Conferencia de Decanos de Facultades de Medicina agrupa a facultades públicas y privadas. Todas las facultades tenemos en nuestros planes de estudio verificados el número máximo de alumnos que podemos admitir, en función de nuestros recursos humanos e instalaciones. Lo lógico es que, cuando hablamos de reducir las plazas de estudiantes de Medicina, esta reducción se hiciera, en primer lugar, haciendo que se cumplan el número de máximo de estudiantes que cada facultad tiene en sus planes de estudios verificados. En la actualidad en algunas facultades, tanto públicas como privadas, no se están cumpliendo. En el caso de que con esta primera aproximación no llegáramos a la reducción necesaria, se debería establecer otra reducción, con un criterio proporcional entre todas las facultades de Medicina. En este aspecto me está preguntando sobre la reducción del número clausus, pero nos estamos olvidando del crecimiento del número de facultades. En el año 2003 éramos 28 y actualmente somos 40. Además tenemos una facultad virtual, pues el Ministerio de Educación ha homologado en los últimos 10 años más de 40.000 títulos de extranjeros. Y lo que es peor, existen planes para que se abran otras 7 facultades, que la actual crisis ha frenado. Algo que deberían plantearse los responsables políticos es que ya somos más que suficientes y frenar definitivamente el incremento de facultades. En los países de nuestro entorno existen alrededor de 0,5 por 1.000.000 de habitantes. En España superamos esta cifra ampliamente, pues el ratio es de 0,85, ocupando el tercer puesto entre los países con más de 20 millones de habitantes después de Corea y Sudán.

¿Bolonia ha cumplido las expectativas o, debido a la descoordinación en su implantación, ha supuesto nuevos problemas?
El cambio de planes de estudio se ha realizado en una coyuntura económica muy desfavorable, lo que lógicamente no ha ayudado a una buena implantación. Sin embargo, ha permitido un cierto nivel de renovación y de actualización de los planes de estudio, aunque también los nuevos tienen aspectos muy criticables.

¿Cómo cuáles?
Por ejemplo que en muchos casos no se ha logrado una integración suficiente entre las diferentes materias preclínicas, clínicas o entre ambas. También que los planes de estudio han tenido que cumplir con la rigidez de las normativas nacionales y de cada universidad, en las que no se reconoce la singularidad de los estudios de Medicina.

¿Con unos planes de estudio diferentes en cada facultad, es posible pensar en una homologación con Europa, cuando tenemos tantas diferentes incluso en el territorio nacional?
Hay que tener en cuenta que, en los planes de adaptación al espacio Europeo se han tratado de armonizar los diferentes planes de estudio utilizando como medida de la dedicación del estudiante el crédito ECTS, para favorecer la movilidad y el reconocimiento profesional. El problema es que no se ha establecido un sistema homogéneo desde Europa. El objetivo final es lograr las competencias necesarias para acceder a la formación especializada, pero éstas se pueden adquirir con diferentes planificaciones. La verdad es que con nuestros planes actuales, en las facultades de Medicina españolas encontramos más diferencias ahora entre ellos que en los planes anteriores.

¿Habría que adaptar los temarios a nuevas necesidades, como la Medicina Paliativa, el trato a los enfermos crónicos pluripatológicos, o a la necesidad de conocimientos de gestión por parte de los futuros médicos?
Como decía anteriormente los planes de estudios no son homogéneos, aunque al finalizar los estudios todas las facultades, a través de diferentes planes, alcancemos las mismas competencias que incluyen estas temáticas. Unas facultades en asignaturas individualizadas, otras en integradas junto con otras materias.  Igualmente, en temas más prácticos, se reclama también la formación en habilidades de comunicación con el paciente, o incluso, en las nuevas tecnologías de la información... Efectivamente también están incluidos en los nuevos planes de estudio este tipo de competencias

¿Qué ha supuesto para la realidad universitaria el aumento de tasas y la supresión de algunas becas, como es el caso de las becas Séneca?
Para las economías familiares que están sufriendo más directamente las consecuencias de la crisis, por supuesto es un grave problema, aunque esperemos que las becas ofertadas permitan paliarlo.

Otro de los problemas que se señalaba tras el último informe PAIME, es que los médicos jóvenes sufren de mayores dolencias psicológicas, sobre todo debido a unas altas expectativas, que no se corresponden después con su realidad profesional. ¿Qué puede hacerse a este respecto desde la facultad?
Efectivamente los profesionales que han sido atendidos en este programa son, en una proporción importante, médicos afectados por trastornos mentales que pertenecen a las promociones jóvenes (25-35 años). Vivimos en una sociedad muy competitiva que afecta a todas las profesiones, a lo que se suma la responsabilidad y el estrés que sufre el médico en su ejercicio profesional. Recientemente se están realizando una serie de estudios sobre el clima educativo, como el organizado desde la Sociedad de Educación Médica. Estos proyectos tienen como objetivo el estudio de dicho clima educativo, tanto a nivel de pregrado como en la formación especializada, y están dejando patente que ya a estos niveles se vivencia el proceso educativo como algo estresante y competitivo. Sin duda desde las facultades tenemos que hacer alguna reflexión sobre estos temas y lograr ya, desde la primera etapa de la formación médica, favorecer la adquisición una serie de fortalezas imprescindibles para el ejercicio profesional, aunque no siempre se tiene que realizar de forma reglada en el curriculum.

¿Se debería actualizar la normativa que rige el hospital universitario? ¿Qué podría hacerse para mejorar la coordinación entre las facultades y los servicios de salud?
Actualmente nos regimos por una normativa de 1986, con alguna modificación posterior. Es totalmente necesario actualizarla. Las relaciones entre las universidades y los servicios autonómicos de salud se rigen por la misma normativa nacional, y se concreta en conciertos entre cada universidad y sus respectivos servicios autonómicos de salud, algunos de ellos muy recientes, que llegan a ser muy diferentes. Insisto en que sería muy conveniente que el decreto de 1986 fuera actualizado a la nueva situación. Igualmente que tuviéramos un marco de referencia, pues estamos observando problemas ante el crecimiento del número de facultades y la utilización de hospitales universitarios del Sistema Nacional de Salud, por más de una facultad de Medicina.

¿La docencia es atractiva para el personal sanitario?
Ese es otro de los problemas que más nos preocupan a los decanos. Tenemos serias dificultades para la renovación del profesorado estable que se denomina vinculado. Es decir, profesionales que ejercen la labor asistencial junto con la universitaria, sobre todo en algunas especialidades clínicas. Para ser profesor vinculado (profesor contratado doctor, titular o catedrático) es necesario previamente conseguir la acreditación que concede la ANECA, o algunas agencias regionales, en el caso de profesor contratado doctor, para posteriormente concursar a dichas plazas. Es necesario que las plazas de profesores vinculados sean atractivas y no supongan simplemente una sobrecarga de trabajo. También es importante comentar que las plazas de profesor contratado doctor tienen un régimen laboral, lo que es un freno para el médico asistencial, que goza de otro régimen. Por otra parte, tampoco es sencillo tener los méritos para lograr la acreditación, pues no están suficiente reconocidos los méritos asistenciales, por lo que son poco accesibles para los profesionales sanitarios. Afortunadamente las autoridades educativas del Ministerio de Educación están sensibilizadas frente a este problema, y esperamos que podamos resolverlo, pues es vital para garantizar una buena enseñanza de materias clínicas. También es importante comentar que los departamentos básicos tienen dificultades para incorporar a profesores con formación médica. Estos departamentos básicos deben estar equilibrados en su composición entre profesionales médicos y no médicos, para atender adecuadamente las funciones docentes e investigadoras, lo que supone que es necesario que se sigan incorporando profesores médicos. De esta manera no perderemos la perspectiva de la futura formación clínica de nuestros estudiantes, y facilitaremos la integración de materias básicas y clínicas.

Después de leer el último borrador sobre troncalidad, ¿se solapan algunos conocimientos del tronco con los del grado en Medicina?
Supongo que las comisiones que tienen que redactar las competencias de estas especialidades tendrán en cuenta las ya adquiridas en las facultades, y que se tratará en algunos casos de profundizar en ellas. No debería ser un problema.

¿Está alineado el Foro de la Profesión Médica con estos objetivos?
Nos reunimos regularmente, analizamos todos los aspectos de la profesión y estamos de acuerdo en los aspectos relativos a la formación, y otros relacionados, como al acceso a las facultades, que son tan importantes para el futuro de la profesión.

¿Alumnos y decanos coindicen en cuáles son los retos ahora mismo en las facultades de Medicina?
La Confederación Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM) en la que se agrupan los estudiantes de Medicina, desde su total independencia, también forman parte del Foro de la Profesión Médica, y estamos básicamente de acuerdo con ellos en estos aspectos.

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