Se permitirá conducir bajo los efectos de drogas rehabilitadoras y prescritas

El Consejo de Ministros ha aprobado el proyecto de reforma de la Ley de Tráfico y Seguridad Vial. Entre otras cosas, duplica las multas por conducción bajo el efecto de alcohol y drogas.

Redacción. Madrid | dmredaccion@diariomedico.com | 04/10/2013 16:06

El Consejo de Ministros ha aprobado el proyecto de reforma de la Ley de Tráfico y Seguridad Vial que, entre otras cuestiones, duplica las multas por conducción bajo el efecto de alcohol y drogas con el objetivo, según ha detallado el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, de "conseguir tolerancia cero en la conducción con drogas, tras haber concienciado a la población sobre el alcohol".

Fernández Díaz ha detallado que, con todo, a petición del Ministerio de Sanidad se permitirá la conducción a quienes consuman drogas "con finalidad rehabilitadora y que no afecte a su capacidad". En este sentido, ha explicado que "hay personas con adicción a las drogas que no es justo ni razonable que se vean privadas de conducir cuando tengan drogas en su cuerpo, pero que sean prescritas por un facultativo y con finalidad rehabilitadora".

Por otro lado, también se han aprobado nuevas medidas de reforma de la Administración, incluida la ley que permitirá la inscripción de nacimientos y defunciones desde el hospital donde se hayan producido.
La ley permitirá unificar los trámites de un nacimiento ante la Oficina del Registro Civil en el centro sanitario donde haya tenido lugar, de modo que éste sirva de ventanilla única.

Registros en el hospital
Asimismo, en dicha ventanilla se llevará a cabo todas las medidas necesarias para asegurar el vínculo materno-filial mediante la realización de pruebas biométricas, médicas y analíticas precisas para asegurar la veracidad de dicha relación. Los datos serán transmitidos desde el mismo centro sanitario con la firma electrónica reconocida de los facultativos médicos.

En cuanto a las defunciones, el proyecto permitirá la comunicación por medios electrónicos al Registro Civil con las cautelas necesarias por si el fallecimiento se hubiera producido en circunstancias que requirieran una intervención judicial.