lunes, 25 de enero de 2010

"En Haití nos ayudamos a nosotros" - DiarioMedico.com


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ESPAÑA
JOSE MARÍA NAVALPOTRO, MÉDICO DE EMERGENCIAS
"En Haití nos ayudamos a nosotros"
Es el jefe de la expedición enviada por el Servicio de Urgencia Médica de la Comunidad de Madrid a Haití, donde se ha dado cuenta de "la pobreza de espíritu que hay en nuestro país".


José Mª Juárez - Lunes, 25 de Enero de 2010 - Actualizado a las 00:00h.

llaves conceptuales:
1. Estoy en Haití porque es mi obligación como médico: es mi deber y debo ofrecer mi ayuda en este tipo de catástrofes siempre que pueda
2. Es una situación que cambia tu punto de vista como profesional, tu forma de pensar, de ver todo lo que te rodea. Modifica tu actitud ante la vida
3. Lo más habitual hasta ahora son heridas, cortes, infecciones y alguna amputación, pero también nos encontramos personas con depresión

Pocos minutos después de producirse el segundo de los terremotos que ha asolado Haití en apenas diez días, Navalpotro atendió a este diario.

Tras varios días de trabajo asistiendo a los damnificados por los seísmos, comenta que cambiar por unos días la unidad móvil de emergencias de Alcalá de Henares (Madrid) en la que trabaja habitualmente por la asistencia en el país centroamericano le está sirviendo para ver que "en nuestro país somos muy pobres de espíritu" y que la satisfacción que produce ayudar a los afectados tiene tintes profesionales, pero sobre todo personales: "Ayudamos a los haitianos todo lo que podemos, pero también nos estamos ayudando a nosotros mismos al aprender a valorar al máximo cada una de las comodidades de las que disfrutamos a diario".

¿Por qué ha ido a Haití?
-Porque es mi obligación como médico. Debo ayudar, y ayudaré, en este tipo de catástrofes siempre que me resulte posible.

¿Qué situación se encontró al llegar?
-El contexto es bastante preocupante, pero la asistencia sanitaria está muy bien organizada, con un campamento perfectamente conectado con el Hospital de La Paz, situado en Puerto Príncipe.


¿Cómo valora la respuesta de las administraciones?
-Bastante positiva. Las cosas se están haciendo bien y de forma ordenada. Además, contamos con el instrumental necesario para ofrecer una asistencia de calidad dentro de lo posible. Es cierto que no nos vendría mal poder contar con material de osteosíntesis, pero no es prioritario.

Hay otros servicios de urgencias españoles que han acudido a Haití. ¿Está coordinado el Summa con ellos?
-Sí, la compenetración con el Servicio de Asistencia Municipal de Urgencia y Rescate de Madrid (Samur) y Detente y Ayuda (DYA, de Navarra) es total. Puedo decir con rotundidad que es el desastre en el que más coordinados he visto a los servicios sanitarios.

¿Ha cooperado en otras situaciones parecidas?
-Sí. En Perú, en Pakistán..., aunque en estos casos llegué más tarde, cuando las fracturas y las contusiones habían reducido su incidencia y las enfermedades gastrointestinales ya estaban causando estragos entre la población.


¿Cuántas personas componen su equipo?
-Somos dos médicos, tres enfermeros y cuatro técnicos de emergencias.

¿Cuáles son las intervenciones más frecuentes que están realizando?
-Hasta ahora lo más habitual han sido los traumatismos. Hemos curado heridas, cortes e infecciones de diversa gravedad, y hemos tenido que realizar alguna amputación. También estamos encontrándonos personas con depresión y tenemos la certeza de que en breve nos encontraremos con las enfermedades infecciosas.

¿Qué es lo que más le frustra?
-Darme cuenta al reconocer a los pacientes de que no puedo hacer nada para resolver sus problemas de salud y no me queda más remedio que limitarme a ofrecer cuidados paliativos.

¿Qué le aporta esta situación como profesional?
-Mucha satisfacción por ofrecer mi ayuda a los más necesitados. Es mi deber y lo cumpliré por lo menos hasta que recibamos el primer relevo.

¿Y como persona?
-Me sirve para valorar lo importante que es poder darse una ducha cuando uno quiere y no cuando se puede, como sucede aquí; para tener en cuenta el lujo que supone abrir un grifo y tener agua potable para beber en el momento en el que a uno le apetece.

Tanto desde el punto de vista personal como profesional es algo que modifica tu forma de pensar, de ver todo lo que te rodea. Cambia tu actitud ante la vida.

¿Valora la sociedad este esfuerzo?
-Creo que sí, que todos somos conscientes de lo que supone nuestro apoyo al pueblo haitiano en las circunstancias en las que se encuentra actualmente, pero es algo que me preocupa bastante menos que el hecho de que Haití pueda sobreponerse a los terremotos contando al menos con una asistencia sanitaria que responda a las necesidades.

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