Hospital Clínico San carlos
El Clínico, una historia de docencia, batalla y asistencia
225 años de historia contemplan al Hospital Clínico San Carlos de Madrid. Hubo un tiempo en el que el ruido de los fusiles y de la lucha fue lo único que resonaba entre sus paredes, testigos del fraticidio de la Guerra Civil española entre 1936 y 1939.
Isabel Gallardo Ponce. Madrid | igallardo@diariomedico.com | 19/11/2012 00:00
Nicolás Díaz Toledo y Julio Mayol escuchan a Carlos León quien explica cuál es el Cerro Garabitas, desde donde se lanzaban los obuses del ejercito nacional para tomar el Clínico y Madrid. (Luis Camacho)
Estrategia militar
Su inauguración, prevista para octubre del 36, se vio truncada por el estallido de la guerra, que lo convirtió en un frente de batalla. Fue bombardeado el 7 de noviembre. "Estaba tan bien construido que, pese a los bombardeos, los obuses y las minas, no cayó, al contrario que el Asilo de Santa Cristina, el Hospital Rubí y Galí, el Rectorado..."
El Clínico se convirtió en el edificio más cercano al centro de Madrid que tomaron las tropas de Franco el 17 de noviembre del 36. Sus alrededores -Medicina, Isaac Peral y Moncloa- eran territorio republicano. El objetivo era desbordar por el Parque del Oeste, entrar por Pintor Rosales, tomar el Cuartel de la Montaña -actual Templo de Debod- y la Cárcel Modelo -intercambiador de Moncloa- y entrar a la Plaza de España.
"Los legionarios regulares accedieron al Clínico por los túneles de servicio y empujaron a los anarquistas y republicanos hacia los pisos superiores. El hospital se tomó planta a planta y boquete a boquete. Hay quien cuenta que se disparaba de puerta a puerta y de pasillo a pasillo. Se ocupaban las estancias rompiendo el muro, tirando una bomba y avanzando".
El día 18 los anarquistas, liderados por Buenaventura Durruti, lo recuperan parcialmente, y vuelven a quedar confinados en los pisos superiores. El día 19 lo intentan de nuevo, y a partir del día 20 permanece en manos del ejército nacional.
De ahí se pasó a la ofensiva de minas. "La primera -introducida por los colectores- mató a 40 legionarios. El miedo hizo que sólo permanecieran en el edificio los francotiradores y vigías. Si estallaba una mina, las tropas, situadas en la explanada de Santa Cristina, ocupaban sus puestos porque las acompañaba un ataque".
Se cuenta que en el Clínico las granadas se lanzaban por los ascensores y los soldados marroquíes se alimentaron de los animales de experimentación. "En el Clínico los ascensores no estaban funcionando, así que las tirarían por los huecos, y no había animales así que no pudo pasar aquí. Sí parece que ocurrió con el animalario del Instituto de Higiene...", dice León.
Respecto al futuro del centro, Mayol ha afirmado que "en él la gente se ha matado por ideas. Eso no debería ocurrir nunca", mucho menos en un lugar creado para curar. "No hay una institución que sobreviva 225 años si no va evolucionando a la vez ,o por delante, de la sociedad y siendo parte de ella". En ello ha coincidido Nicolás Díaz-Toledo, coordinador del Aula Zarco: "Se trata de un hospital bicentenario, pero que no se ha anclado en el pasado".
Tras la guerra, la primera paciente fue atendida en enero del 51, aunque hasta los 60 no se recuperó plenamente la labor asistencial y docente. Se inauguró oficialmente en 1969.
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