Temor al impacto fiscal de las transferencias en materia de formación

Fernando Carballo, de Facme, defiende que hay que establecer mecanismos para diferenciar estas actividades de la promoción, y evitar que el profesional tenga que tributar por ellas. José Luis Andréu, de la Sociedad Española de Reumatología, cree que en su sociedad se han tenido que suspender actividades por los recelos de los profesionales a este respeto.

Naiara Brocal | 25/01/2017 14:03

Agustín Puente, Beltrán Gambier, Esperanza Zambrano, Jesús Lizcano, Humberto Arnés y Carlos Balmisa.

Ponentes de la jornada. De izquierda a derecha, Agustín Puente (Agencia Española de Protección de Datos), Beltrán Gambier (Transparencia Internacional España), Esperanza Zambrano (Consejo de Transparencia y Buen Gobierno), Jesús Lizcano (presidente de Transparencia Internacional España), Humberto Arnés (director general de Farmaindustria) y Carlos Balmisa (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia), en un momento de la jornada. ()

A partir de junio de 2018, las compañías adheridas al Código de Buenas Prácticas de Farmaindustria publicarán, con nombres y apellidos, el detalle de las transferencias de valor a profesionales. El tratamiento fiscal que reciban estas colaboraciones, específicamente en materia de formación, es una cuestión que preocupa, y mucho, al médico, según advertía este martes en Madrid Fernando Carballo, presidente de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) y de la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (Facme), en la I Jornada sobre Transparencia en el Sector Farmacéutico, organizada por Transparencia Internacional España y Farmaindustria.

"Tenemos que pactar con las administraciones qué es formación continuada, ya que además el sistema no se puede permitir el lujo de invertir en esta materia, y que no suponga un gravamen fiscal", defendió Carballo, que apostó al mismo tiempo por establecer los mecanismos preventivos necesarios para "que no se acredite como formación continuada lo que es promoción".

Desde el público, el presidente de la Sociedad Española de Reumatología (SER), José Luis Andréu, explicó que su sociedad había tenido que suspender en lo que se lleva de año dos eventos científicos al echarse atrás participantes por "la posible repercusión fiscal". Para Carballo, "o se aclara todo esto, o colapsará un sistema de formación continuada de éxito".

El director general de Farmaindustria, Humberto Arnés, expuso que "sería paradojico que hubiese una repercusión negativa" de la transparencia sobre la formación. A su entender, "hay razón suficiente para que desde el punto fiscal no sea tributable", y comprende que la "sensibilidad de las administraciones" discurre en este sentido.

Una posible solución sería canalizar estas actividades a través de sociedades científicas. Pero para Carballo y Arnés, antes habría que regular esta cuestión para evitar que puedan crearse sociedades intermedias opacas. "Habría que acreditar a estas organizaciones científicas, someterlas a auditorías y que hubiera una garantía absoluta de que el procedimiento es objetivable para permitir optar a los profesionales interesados", señaló Arnés.

En cualquier caso, el representante de la patronal explicó que habría que evitar este medio para no hacer transparentes las relaciones individuales con los profesionales. "La transparencia es un mecanismo que permite reducir los conflictos de interés", afirmó. "Si tuvierámos otros, no recurríriamos a estas publicaciones".