La adicción a los opiáceos eleva diez veces la probabilidad de muerte en los entornos de la atención primaria
El número de sobredosis de opioides en Estados Unidos se ha cuadruplicado desde 1999
E.P. | 26 - Abril - 2017 15:00 h.
Las personas adictas a los opiáceos y reciben su atención médica en un entorno de atención de salud general registraron más de diez veces más probabilidades de morir durante un periodo de cuatro años que las personas sin problemas de abuso de sustancias, según un trabajo de investigadores de la Universidad de California Los Ángeles (UCLA), en Estados Unidos.
El nuevo estudio, publicado en 'Journal of Addiction Medicine', sugiere que los sistemas de salud deben tener mejor infraestructura y capacitación para que los médicos de atención primaria diagnostiquen y traten el trastorno por uso de opioides, una patología que incluye la adicción a los opiáceos prescritos e ilícitos.
El estudio, dirigido por Yih-Ing Hser, profesor de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento en la Escuela de Medicina David Geffen de UCLA, analizó la tasa de mortalidad de personas con trastorno por uso de opiáceos en un sistema general de salud en lugar de aquellos tratados en clínicas especializadas en adicciones. La tasa de mortalidad entre los pacientes en este entorno, que incluye centros de atención primaria y grandes hospitales de investigación, fue más de dos veces superior a lo que análisis previos habían encontrado en clínicas especializadas.
"Las altas tasas de muerte entre los pacientes con trastorno por uso de opiáceos en un sistema general de atención de salud reportados en este estudio sugieren que necesitamos estrategias para mejorar la detección y el tratamiento de este trastorno en la atención primaria", afirma Hser.
Los opioides se prescriben a menudo para tratar el dolor agudo y crónico e incluyen medicamentos recetados, así como sustancias ilícitas como la heroína. El número de sobredosis de opioides en Estados Unidos se ha cuadruplicado desde 1999, lo que ha llevado a algunos médicos y políticos a declarar el problema del opioide como una crisis nacional.
El '21st Century Cures Act', una legislación firmada en diciembre por el expresidente estadounidense Barack Obama, incluyó 1.000 millones de dólares en fondos para ayudar a los estados a enfrentarse al abuso de opiáceos. A medida que las tasas de adicción a los opiáceos han aumentado, los pacientes con problemas de abuso de opiáceos son cada vez más tratados por médicos generalistas, como internistas y médicos de atención primaria, en los consultorios médicos. Hasta ahora, los investigadores no habían medido el impacto de esta afluencia de pacientes con abuso de opiáceos y adicción en los entornos de atención primaria.
No todos los diagnosticados reciben tratamiento
Hser y sus colegas analizaron registros de salud electrónicos y un sistema de índice de muerte asociada de 2.576 pacientes de 18 a 64 años diagnosticados con trastorno por uso de opiáceos de 2006 a 2014. Los individuos recibieron atención médica en un importante sistema hospitalario universitario y, aunque todos los participantes analizados tuvieron diagnósticos de trastorno por uso de opiáceos, no todos recibieron tratamiento para ello.
Al final del periodo de estudio, 465 personas (18,1 por ciento de la población de estudio) habían muerto. Los investigadores calcularon una tasa bruta de mortalidad de 48,6 muertes por cada mil personas-año, más de dos veces más que las 20,9 muertes por mil individuos detectadas en estudios previos realizados en clínicas especializadas en la adicción. La tasa también fue más de diez veces mayor que la tasa de mortalidad esperada para personas de la misma edad y sexo en la población general de Estados Unidos.
En general, los pacientes en el nuevo trabajo eran mayores en el momento del diagnóstico y tenían una mayor tasa de otras enfermedades y trastornos en comparación con los pacientes incluidos en análisis previos que tuvieron lugar en clínicas especializadas. El equipo de Hser observó tasas más altas de complicaciones de salud simultáneas, como hepatitis C, hepatopatía, enfermedades cardiovasculares, cáncer y diabetes, así como otros trastornos de abuso de sustancias que involucran tabaco, alcohol, cannabis y cocaína entre los pacientes que murieron.
"Los hallazgos fueron sorprendentes porque uno podría esperar mejores resultados de atención de la salud para los pacientes atendidos por un gran sistema de atención de la salud --apunta Hser--. La identificación tardía del trastorno por uso de opiáceos y la falta de tratamiento de adicción podrían contribuir a estas altas tasas de condiciones de salud graves y la muerte".
Los individuos de raza negra o sin seguro también fueron más propensos a morir durante el periodo de estudio, señalan los investigadores, un hallazgo que consideran que destaca la necesidad de investigación adicional sobre las disparidades en el cuidado de la adicción.
No obstante, se necesitarán más investigaciones para determinar la mejor manera de frenar las tasas de mortalidad entre todos los individuos con trastorno por uso de opiáceos y de integrar mejor el cribado y el tratamiento del trastorno por abuso de sustancias en la atención primaria.
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